El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, celebró este jueves el rescate de los 15 retenidos por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero recordó que aún quedan "centenares y miles" de prisioneros en la selva y guerrilleros en las cárceles del Gobierno.
"Claro que compartimos la alegría de que estén en libertad Betancourt y otras 14 personas", expresó Ortega al tiempo que recordó que "todavía quedan centenares y miles sin libertad en Colombia", que están en manos de las FARC y otros en las del Ejército colombiano.
Opinó que ante este panorama, el único camino para que todos los prisioneros queden en libertad es, mediante la negociación y el diálogo, lograr la paz en Colombia.
"El único camino a seguir para que no quede nadie prisionero y que se logre la paz en Colombia es a través del diálogo y la negociación", declaró.
Propuso que líderes como los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa, o bloques latinoamericanos, como el Grupo de Río, puedan mediar en la búsqueda de soluciones pacíficas y descartar definitivamente la opción armada.
"Sea el Grupo de Río un instrumento que está allí disponible con la buena voluntad de los gobiernos, Presidentes como el de Venezuela, el de Ecuador (como) lo dijo la misma Ingrid Betancourt", indicó.
"Entonces el Grupo de Río es la oportunidad para empezar a trabajar seriamente por la paz en Colombia y dejar a un lado la solución militar, porque mientras se empeñen en la solución militar difícilmente habrá paz en Colombia", agregó.
Consideró que después del rescate por vía militar de 12 colombianos y tres militares estadounidenses, éste es un momento oportuno "para que se dé el paso adelante para establecer las bases para un proceso de paz en Colombia", y añadió que los primeros pasos en este sentido deben ser dados por las autoridades de ese país andino.
Del grupo original de 40 civiles, policías y militares "canjeables" y que las FARC proponen entregar a cambio de unos 500 guerrilleros presos o extraditados a Estados Unidos, han recuperado la libertad 21, seis de ellos por la exitosa mediación de Chávez y la senadora opositora Piedad Córdoba.
Con excepción de la liberación de Rodrigo Granda, el "canciller de las FARC", en junio de 2007, ninguno de los 500 combatientes que pide la guerrilla han sido liberados e incluso uno de ellos reveló las inhumanas condiciones de su reclusión.
En febrero, un guerrillero de las FARC, preso en una cárcel de máxima seguridad colombiana, conocido como Diego, denunció a una radio vasca las torturas psicológicas y físicas, la mala alimentación y las enfermedades que sufren a diario cientos de combatientes presos en cárceles de máxima seguridad, asunto que no es tratado por los grandes medios de comunicación masivos.