Israel transferirá cinco presos libaneses vivos: cuatro terroristas y Samir Kuntar, que cumple condena por asesinato múltiple e intento de secuestro.
A cambio, Hezbollah devolverá a Ehud Goldwasser y Eldad Reguev, los dos soldados cuya captura fue origen de la guerra el verano de 2006, y que Israel cree muertos.
El tribunal del distrito de Nazaret autorizó esta tarde la liberación de los presos libaneses Mohamad Srur, Husein Suleimán y Maher Kurani, en el marco del acuerdo.
El presidente del Estado, Shimon Peres, rubricará esta noche sendos indultos a Hader Zidan, y a Kuntar, responsable de la muerte de cinco ciudadanos entre ellos tres miembros de la familia Haran -dos menores- en un ataque en la ciudad de Naharia en 1979.

Antes del último paso formal previo al canje, Peres se entrevistó con miembros de la familia Haran, que trataron de convencerle de que no perdone a Kuntar, condenado a cinco cadenas perpetuas y 47 años de cárcel adicionales.
Entretanto, las fuerzas de seguridad, autoridades de prisiones, Cruz Roja y rabinos militares se preparan para que el operativo del canje siga su curso sin incidentes.
Pese a que no se espera hasta primera hora del miércoles, esta misma noche el Ejército declarará la zona limítrofe con el cruce de Rosh Hanikrá "área militar cerrada".

Poco después de las 9.00 de la mañana se espera que el servicio penitenciario transfiera a los presos a la frontera con Líbano, donde la Cruz Roja hará de intermediaria.
Los libaneses no serán puestos en libertad hasta que el equipo de identificación del Ejército verifique que los soldados o sus restos son Goldwasser y Reguev.
Si la identificación no pudiese realizarse in situ, los huesos serían trasladados a otro lugar de Israel para efectuar un análisis de ADN, para evitar que como "en otras ocasiones, nos den restos que no eran de nuestros soldados", dijeron fuentes oficiales.
Israel también devolverá a Líbano los restos de 199 terroristas de Hezbollah y otros libaneses muertos en distintas circunstancias.

Como parte del acuerdo, que prevé varias fases, también se hará entrega a la Autoridad Palestina de terroristas de diversas organizaciones muertos en las últimas décadas.
Superados ya los últimos escollos, a las familias de los militares desaparecidos hace más de dos años sólo les queda la espera.

"Hemos esperado casi dos años y ahora es el final. De alguna manera es una buena sensación saber que se va a acabar mañana", declaró Shlomo Goldwasser, padre de uno de los uniformados y punta de lanza de la campaña para lograr su liberación.
No obstante, Shlomo, que precisamente teme que el caso de su hijo se convierta en otro "Ron Arad", lo tenía claro: "Estábamos seguros de que sucedería (el canje), no teníamos ninguna duda".
Sobre los pensamientos que le pasan por la cabeza en la víspera del regreso de su hijo responde, "no quiero ni pensar, veremos qué sucede, tan sólo espero hasta mañana".