El ”síndrome” del Refugiado: P Rony Y Pedro.
No deseo, y lo digo contada sinceridad, que estas palabras se politicen; espero también que no salga gente por ahí insultando.
He leído las acusaciones entre Rony y Pedro y veo que esta llegando más lejos de lo que nos podíamos esperar. Ya se esta hablando de leyes y abogados, lo que implica, por así decirlo, que ya es cómo un litigio judicial entre ambos miembros, de este foro.
Señores foristas, compañeros y amigos, ser refugiado, independientemente cuales sean las causas no es fácil, dado que se dan una serie de traumas inconcientes con los cuales uno mismo, el mismo refugiado o inmigrante debe lidiar.
No quiero ver este tema desde la óptica política, por lo tanto, no es relevante acá ver las causas por la cuales le gente debe de emigrar, el trauma es el mismo. Creo que ya he contado que el país que nos dio protección y refugio a muchos lisiados de guerra salvadoreños fue Suecia. Recuerdo que había entre la mayoría de hombres una gran unidad, muchos cuentan que a pesar de tener una coma para dormir seguían durmiendo en el suelo, como todos buenos ex guerrilleros. Pero después llegaron las mujeres de unos, y otras familias que no eran de lisiados que llegaron por otra programa humanitario.
El grupo de las nenas se hizo más grande y se formaron organizaciones de salvadoreños y salvadoreñas, y, suecas que les atraía el color latino más numerosos.
Después de ser tan unidos y todos provenientes de la misma corriente política se comenzaron a dar fuertes conflictos, no políticos sino personales. Todo llego a tal extremo que dos nenas salvadoreñas se lanzaron en plana plaza publica en una “greña” en la cual una de ellas salio golpeada. La policía y las leyes se tuvieron que poner en acción, y dichas familias aún se odian a muerte, figuradamente hablando.
En realidad todo fue el producto “del síndrome del refugiado”. Vivir en otro país, con otros valores, con otro Idioma, por un lado, y dejar a su país, su gente, los amigos, los seres queridos, por otro lado, es un trauma que aparentemente no se siente pero se lleva dentro, y muchas veces en nuestro inconsciente sin darnos cuenta, pero nos afecta, y mucho. Y así, este trauma “inconsciente” nos hace reaccionar muchas veces auto- destructivamente.
Muchos inmigrantes salvadoreños tenían miedo de dar sus propios nombres en los hospitales o clínicas publicas; se les tuvo que explicar que en dicho país se respetaba a la gente aunque fuese comunista o Socialista, o de derecha. Costo para que mucho salvadoreños le tuviera confianza a la policía y a las instituciones del Estado nacional.
Los compañeros chilenos la mayoría de inmigrantes en los países nórdicos, tuvieron también fuertes problemas, menos mal que el chileno por sobre todo es muy pacifico, y nunca llegaron a agresiones físicas. Pero hubo sendos conflictos verbales entre los que salieron de Chile huyendo de la dictadura de Pinochet, y los que llegaron después como refugiados económicos.
Después en algunas reuniones de grupo, nos dimos cuanta que el problema era el mismo que el de los salvadoreños “El síndrome del Refugiado”. Los chilenos decían somos refugiado económicos pero también hemos dejado a nuestros seres queridos en Chile.
Sobrecitos, mis hermanos chilenos, también ellos me causan mucha pena. Señores, ser inmigrante no es tan fácil como parece, y a veces el deseo de volver a la cuna donde hemos nacido nos produce impotencia y desesperación.
ELSANTANECO