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General: EL CHE GUEVARA Y ALEX LORA....GAMBITOOO
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: talita7194  (Mensaje original) Enviado: 25/07/2008 23:50
El Che Guevara y Alex lora del Tri
roberto ponce 

MÉXICO, D.F., 16 de julio (apro).- Por canales de cable especializados en transmitir videos musicales de rock como MTV Latino se viene promocionando el video que hace un año grabó de Alejandro Lora y su conjunto El Tri de México, durante emotiva gira por Argentina, donde en la ciudad de Córdoba estrenaron un rock dedicado al doctor y guerrillero de aquel país sudamericano caído en Bolivia, Ernesto El Che Guevara.

La pieza de Lora apareció en El Tri en el otro lado (DVD ediciones Warner Music México), láser visual que incluye dos interpretaciones más en una tocada multitudinaria para mexicanos allende el Río Bravo, en tierras de Estados Unidos: El muro de la vergüenza y Bájate del avión FZ-10.

A manera de introducción al video Ernesto Che Guevara (véalo en youtube.com.mx), el gritón Alex Lora explica con su peculiar mezcla de seriedad y coto por qué compuso esta alabanza que, dicho sea de paso, enmarca el mejor estilo clásico y característico del Three Souls in My Mind, cuando Alex fundó la agrupación hace casi 40 años, un 12 de octubre de 1968, a manera de introducción:

“El Che Guevara es la identidad de la raza rocanrolera a nivel mundial, por eso va esta rolita pa’ la banda rocanroleando en Córdoba, ‘la hermosa república’ de los cuartetos y del fernet...”

Ernesto Che Guevara ejemplifica el talento de nuestro gritón Alex Lora en frescura, a cuatro décadas lidereando el rocanrol nacional, cosa que jamás pudo conquistar Javier Bátiz.

Si en 1968 Three Souls sonaba descuadrado con Charly Hautvogel aporreando tambores y Lora en el bajo electrico más alaridos, la eventual pelea a muerte entre ambos profesionalizó la nueva banda que a partir de 1984 es simplemente El Tri. Y dice:

Nació de una familia aristócrata

De la “República de las Pampas”,

Pero su espíritu aventurero

Lo llevó a recorrer el mundo.

Él es el Padre de la Revolución Cubana

¡Ni Cienfuegos ni Fidel se comparan con él…!

La conclusión se ofrece signos de gozosa naturalidad que fluyen, sello proverbial del mentado Tri de Lora y neta, mucha naturalidad. Por primera vez no hallamos acentos prosódicos fuera de su sitio y Ernesto Che Guevara contiene elementos para considerarse una obra espléndida de supremo arte roquero.

Armado con su gorra y con su puro

Puso a temblar al Tío Sam.

Y a los que no creían en la revolución,

Les demostró que lo imposible se puede lograr

Y pa’ cuando la muerte lo alcanzó en Bolivia

Su nombre ya estaba escrito en la historia.



Excelente rítmica y firme paso steady beat igual que los rolones de antaño en Three Souls --pintado de blue notes como la joya A.D.O. de sus primeros años-, aunque resulta más que evidente la precisión y dominio ejecutor de Lora y músicos de El Tri, prodigio de armónicos abiertos y paradas percutidas para evocación de aquellos gloriosos “himnos juveniles autobiográficos”, como fue en sus tiempos de hoyero fonqui el célebre autor Mente roquera (entre 1971 con la prohibición gubernamental del rock tras el Festival de Avándaro, Valle de Bravo, en 1971, y hasta 1984 cuando ya sin la sombra del baterista Charly, Lora firmó con la disquera transnacional WEA (siglas de Warner/Epic/Atlantic) su primer disco que marcó la internacionalización del conjunto. El coro ahora lo comprueba:

Ernesto Che Guevara

Fue un revolucionario

Que siempre fue fiel a su ideal.

Hasta la victoria siempre,

Remando contra la corriente,

Nos motivó a luchar por la libertad.

Por aquellos días del movimiento “rupestre” en boga, Lora sacó sus cuernos al sol emergiendo a las grandes arenas de los estadios despidiendo loco pero benéfico ostracismo. Sobrevivió triunfal y se debe a “la banda” como nombra Alex a sus prosélitos desde Three Souls, nunca lo abandonaron entre la fétida hediondez del apañe y humo verde de los hoyos fonquis, término del difunto Rey criollo Parménides García Saldaña.

Pese a que al menos 40 de sus más sonadas rolas de los 400 rocanroles en su haber han sido llevadas al formato de videos por Lora y su esposa Chela ningún video clip atrapa el delirio de un toquín del Tri, hay que estar allí cuando los Lora gritan Oye cantinero, Abuso de autoridad, Triste canción de amor, Niño sin amor, Es lo mejor, La encuerada de Avándaro, Rocanrol de la prisión de santa Martha, Negra como tu conciencia, Es difícil, Metro Balderas, Los minusválidos, Chilango aferrado, María Sabina, Presta, Estoy más turbadoque ayer y un titipuchal de etc., etc.).

La vinata de Lora se degusta al máximo en concierto y ya en la opción menos chafa, a través de algún video grabado en vivo como En el otro lado , El Tri sinfónico o Unplugged acústico.

La naturalidad a la que me refiero en las imágenes de Ernesto Che Guevara grabado en Argentina, contiene una magia netamente rocanrolera que ha forjado la grandeza de Lora. Acuden ecos de una película de Arturo Ripstein, donde el espectador descubre muertos filmados en la morgue por el cineasta a los que se les nota que los actores están respirando.

Con Lora y El Tri en este clip capturado en Córdoba, Argentina acontece un efecto repetuza ad hoc y los labios del gritón Lora no sincronizan con lo que estamos oyendo: un rolón digitalmente sonorizado con calidad de punta y algo no checa si profundizamos en que los hinchas argentinos llevan otro ritmo.

Paradójicamente, esto se convierte en una virtud para Lora.

Aquellos cuya veneración máxima sea cachondearse con millonarias curvas de luz y luz en el trasero de cada video clip de Madonna, Britney Spears o Riahnna al desnudo, no entenderán los rostros de alegría de aquellos pibes quienes lucen playeras del Che en primera fila, pasean arrebatos de slam tanguero y corren de felicidad para embelesarse con la tocada de Alex, así, ajena a pretensiones superficiales. Lo verdaderamente valioso se halla en el sonido y ahí es terruño exclusivo de Alex Lora, no hay falla en aquellos parajes compartidos por la banda quien lleva la cabeza.

El muro de la vergüenza documenta al Lora crítico de los actos egoístas de los políticos, estallido con el corazón en la garganta para ofrenda a quienes han cruzado el pantano de la frontera mojándose, ilegalmente, para la banda conocedora de que si Lora no escribió aquello, entonces fue José Alfredo Jiménez.

Es hora de Lora y El Tri para la pachanga 40 aniversario en el rocanrol que tendrá lugar en el Palacio de los Deportes, el 12 de octubre. El disco 43 del Tri se llama Nada qué perder y pronto saldrá. Para septiembre, Warner anuncia un paquete triple de CDs con diferentes arreglos a los jits que dieron fama a Lora.

Alex ganó por luchón. No se perdió en la droga, ni por las tentaciones de la celebridad y el valemadrismo, para que hoy día, cuando la nueva generación de rocanroleros retacan letras sosas con groserías, Lora discretamente las aparta de su catálogo y prefiere atenuar su rebeldía con las consejas de un patriarca que pontifica a la banda con loas a la Guadalupana. Su reiterado agradecimiento en nombre de Dios le proporciona diez chavitos nuevos a su fe, por uno que pierde harto de lo que consideran, peca de aburguesamiento, se sojuzga a los pederastras de la Iglesia, es una decepción pues saben que existió un Lora en 1968 más satánico que Mick Jagger e imitaba a Los Rolling Stones.

Pero es injusto diagnosticarle el mal del Elvis sin copete.

Ha cambiado, pero la trayectoria de Alex Lora tiene derecho de cruzar por donde se le de la gana, es galardón de quien dio al rock nacional su primera dosis de inteligencia, la negritud de un Elmore James, el fuego de los iniciados.

Me lo dijo ante la bella nena del blues mexicano Nina Galindo, durante el Festival Rupestre convocado por Rockdrigo González en el Museo del Chopo, una tarde chelera de 1984:

“De ahora en adelante, cualquier cosa que yo haga, cante, grita o diga, por el mero rollo de que soy Alex Lora del Tri me lo van a pagar con muy buen billete y lo voy a tomar. Lo importante es que el rock del Tri se conozca y yo voy a cobrar bien.”

Lo merece quien no cejó con su mente roquera de rodar cual piedra que jamás levanta musgo. 40 años de Lora y El Tri de México están más allá del bien y del mal. Sólo él se puede dar el lujo de obsequiar un regalo musical de México a Argentina (los torpes se la pasan discutiendo como villamelones de la Red Internet si los poperos Maná son la cumbre y Soda Stéreo, los abandonados. Sin embargo, en México hay un rey del rock y se llama Alex Lora, capaz de un rolón como Ernesto Che Guevara. Como si el rocanrol lo hubiera inventado Lora, dios del Olimpo para deporte consentido de nuestra mediocridad cotidiana. No cabe duda que algo de heroico une a Lora con El Che.

Fue un revolucionario

Que siempre fue fiel a su ideal.

Hasta la victoria siempre,

Remando contra la corriente,

Nos motivó a luchar por la libertad.

Alejandro Lora es un paradigma nacional de la música.



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