El Ejército de Colombia destruyó ayer una sofisticada “ciudadela” de las FARC, en el sureste del país, en la que se podían albergar hasta 300 personas y donde se habría mantenido a algunos secuestrados.
El campamento se encontraba en la zona selvática comprendida entre los departamentos del Guaviare y el Vichada.
En el lugar encontraron 43 casas, las cuales contaban con sitios donde funcionaban una enfermería, una discoteca, un comedor, un taller para reparar armas y un alojamiento para cerca de 300 guerrilleros.
Tmabién contaba con una zona de instrucción para querrilleros de los Frentes16, 39 y 44 de las Farc.
La ubicación del complejo se logró gracias a la información proporcionada por dos desertores, tras lo cual se dispuso la operación de destrucción de la misma. El campamento se encontraba vacío cuando llegaron las tropas militares y los guerrilleros habían abandonado armas, plantas eléctricas y documentos que son analizados por expertos a fin de extraer información.
Se cree que por lo sofisticado del campamento servía de centro de enseñanza, atención de enfermos y heridos y también pudo servir como sitió de reclusión de políticos y militares en poder de los rebeldes.