A pesar del rechazo masivo de la sociedad boliviana al aborto, el 79% de la población se opone, según las encuestas, desde el Gobierno de Evo Morales vuelven a realizarse movimientos para despenalizarlo. En esta ocasión ha sido la diputada Elisabeth Salgueriro, de la Comisión de Derechos Humanos, quien ha salido a la palestra para lamentar las condiciones de riesgo en que las mujeres pobres realizan sus abortos al no estar permitido en el país. Además, anunció que se realizan entre 30.000 y 40.000 interrupciones de embarazo al año, una cifra desproporcionada para un país con 9 millones de habitantes, de nuevo la estrategia "mentir para matar". La diputada usó la retórica demagógica de la izquierda para justificar el asesinato de inocentes. Así, las mujeres pobres serían las que más muertes sufren al no poder pagar médicos que se lo hagan y además, se está coartando la libertad de la mujer boliviana. "Es un problema de salud pública por la magnitud que tiene, de justicia social, porque las mujeres que mueren por abortos mal practicados son las mujeres más pobres y el hecho de que no tengan el derecho a decidir cuántos hijos tener, en qué espaciamiento, hace que tengamos entre 30 a 40 mil abortos al año, y hay subregistros", dijo la legisladora. Salgueiro, quien también es parte del Centro de Información y Desarrollo de la Mujer en Bolivia, añadió que los fallecimientos a causa de la mala práctica del aborto serían frenados si el mismo estuviera legalizado, ya que ello permitiría a las mujeres la oportunidad de interrumpir el embarazo antes de los tres meses. Lo que hace pensar que la que es pobre de intelectualidad es la propia diputada pués esto solo se lo cree ella. No hay demanda de aborto pero llega un gobierno socialista a un país lo abre al aborto lo promociona e invita a una forma de vida de sexo indiscriminado que se convierte en sexo de muerte y destrozo de la persona que lo practica, ¡genial! Sin embargo, la diputada pasa de puntillas por el hecho que el 79% de las mujeres bolvianas preguntadas sobre la interrupción del embarazo lo rechacen. Es más, al analizar los datos de la encuesta entra en contradicción: Supuestamente, el rechazo del aborto es superior en las clases inferiores e incultas, aquellas que supuestamente sufren más por esta lacra. Detrás de esta intervención se esconde un nuevo intento de reavivar el debate sobre el aborto en este país, una iniciativa que persigue Evo Morales desde 2005, cuando ya los grupos de defensa de la vida denunciaron "maniobras legislativas" para despenalizar el aborto de manera solapada. |