Argentina: Comienza juicio a sacerdote por abuso de menores
The Associated Press
BUENOS AIRES --
El sacerdote católico argentino Julio Grassi, fundador de una importante institución de ayuda a los niños, comenzó a ser juzgado el martes acusado de 17 casos de abuso sexual y corrupción de menores.
El caso judicial se inició en octubre de 2002, cuando un canal de televisión local transmitió una investigación periodística en la que tres jóvenes -dos de ellos menores de edad- denunciaron haber sido abusados por Grassi en la sede de la Fundación Felices los Niños en la localidad de Hurlingham, al noroeste de Buenos Aires, donde funcionaba un albergue para menores sin familia o de bajos recursos.
En la única pericia psiquiátrica a la que aceptó someterse, Grassi fue definido como poseedor de un perfil psicológico "compatible con personas que han cometido un delito sexual". Pero el sacerdote siempre ha insistido en su inocencia.
"Soy inocente y lo voy a demostrar con pruebas concretas. Sólo espero un fallo justo", dijo Grassi a periodistas al ingresar al Tribunal Oral en lo Criminal Número 1 de Morón, al oeste de Buenos Aires.
Grassi, de 52 años, también está acusado de amenazas contra uno de los jóvenes que lo denunció.
El sacerdote aseguró sentirse "feliz" de poder sentarse en el banquillo para defenderse "y terminar con toda esta mentira".
"Estoy muy tranquilo, muy sereno... Lo que simplemente digo es que se va a desarrollar un juicio como debe ser. Yo me presto a todo lo que la justicia indique y después, paz", agregó.
Sin embargo, en la primera audiencia los abogados defensores, Daniel Cavo y Martín Tipito, reclamaron la anulación del juicio por irregularidades durante el proceso. El tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el miércoles para resolver el pedido de la defensa.
Grassi aseguró que con su caso "lo que se intenta hacer es atacar a la Iglesia, buscan politizar a la institución y la Iglesia sólo está para bajar el Reino de Dios a los humanos".
Se espera que la sentencia se conozca recién a fin de año, ya que unos 388 testigos desfilarán por el juicio que se realiza a puertas cerradas para preservar la identidad de las víctimas.
Grassi se hizo famoso por sus obras de caridad realizadas a través de la Fundación Felices los Niños que él creó en 1993 y que posee decenas de hogares y centros de día en distintos puntos de la Argentina.
Durante la década del noventa la Fundación fue depositaria de miles de donaciones privadas y públicas, algunas organizadas por concursos de televisión.
El de Grassi fue el primero de dos escándalos sexuales que involucraron a sacerdotes de la Iglesia Católica argentina. En septiembre de 2002, el arzobispo de la ciudad de Santa Fe, monseñor Edgardo Storni, debió renunciar a su cargo tras ser acusado de abusar de seminaristas y jóvenes sacerdotes.