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General: Hoy se estrena en Argentina, la pelìcula del CHE
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De: Gran Papiyo (Mensaje original) |
Enviado: 14/11/2008 00:14 |
Benicio Del Toro habla de su experiencia como protagonista de Che, el argentino, de Steven Soderbergh “El Che era realista y a la vez un soñador” El actor portorriqueño, que ya había trabajado con Soderbergh en Traffic, afirma que éste fue el mayor desafío de su carrera y que está orgulloso del resultado porque “la película te muestra cosas del Che que nunca hemos pensado o nunca hemos visto”. Por Oscar Ranzani “Hacer una película sobre el Che Guevara es básicamente un viaje emocional”, dice Del Toro. Pasó apenas un par de días por Buenos Aires, pero a Benicio Del Toro se lo veía muy cómodo y relajado en la pileta de un lujoso hotel porteño en Puerto Madero. A la luz del sol que rajaba la tierra y, con un poco de imaginación, podía parecer un simulacro de una playa cubana. Al menos para ponerse en tema. Del Toro estuvo por aquí promocionando Che, el argentino, la película de Steven Soderbergh, en la que encarna nada menos que a uno de los personajes más importantes de la historia del siglo XX: Ernesto “Che” Guevara. Similitudes físicas no le faltan como para representar su figura. Precisamente, ese parecido fue uno de los motivos por los que, junto a la productora Laura Bickford –durante el rodaje Traffic, casi ocho años atrás–, buscaron convencer a Soderbergh de realizar una película que abordara la lucha del líder revolucionario. La labor de Benicio Del Toro tuvo su reconocimiento: en mayo pasado obtuvo la Palma de Oro al Mejor Actor en el Festival de Cannes. La investigación previa del equipo de trabajo incluyó el asesoramiento del periodista norteamericano Jon Lee Anderson (el único biógrafo que tuvo acceso a los archivos del gobierno cubano) y los propios escritos del Che. El Centro de Estudios Che Guevara, en tanto, colaboró con documentación, y también el actor y el director mantuvieron conversaciones con ex combatientes que sobrevivieron y con personas que conocieron al Che. Como la historia de Guevara es difícil de sintetizar no solo en palabras sino también en imágenes, el proyecto consta de dos partes. La primera es la que se estrena hoy: narra la experiencia cubana y parte temporalmente desde 1955, cuando Ernesto Guevara conoce a Fidel Castro (Demián Bichir) en México y decide integrarse al grupo revolucionario que buscará destronar al dictador Fulgencio Batista. El film, prácticamente centrado en los combates en Sierra Maestra –aunque registra algunos momentos en blanco y negro con su participación en la Asamblea de las Naciones Unidas en 1964, realizada en Nueva York, que le otorga un tono documental–, muestra con detalle las vicisitudes diarias de los revolucionarios en la selva, y el largo camino hacia la liberación. Culmina con el comienzo del año 1959 y las celebraciones de la victoria revolucionaria en Santa Clara. La segunda parte se llamará Guerrilla y está centrada en la campaña del Che en Bolivia, donde fue asesinado. “Estoy muy orgulloso de toda la gente que trabajó en la película y toda la gente que ayudó”, comenta Benicio Del Toro en la entrevista con PáginaI12. “Hubo muchos cineastas que colaboraron con nosotros, y el trabajo de todos los actores en la película fue fantástico, como el de los que estuvieron detrás de las cámaras”, agrega el actor, mientras comenta que filmaron en México, España, Puerto Rico, Nueva York y Bolivia. “Es muy emocionante ese nivel de compromiso. Y no era porque se trataba de una película de Steven Soderbergh ni por mi presencia como actor, sino que era por el Che.” –¿Usted tenía un interés personal en aprender sobre el personaje histórico que lo llevó a ser uno de los impulsores del proyecto? –Ese interés se fue desarrollando poco a poco, pero se intensificó a partir de las lecturas de los textos que escribió el Che. –¿Cómo investigó la vida de Guevara para componer el personaje? –Empecé por leer las cosas que él escribió. Esa sería una de las tácticas para tratar de aprender sobre cualquier figura histórica. Y después tuvimos oportunidad de conocer gente que estuvo con él en Cuba, que lo hicieron en Cuba, porque el Che se hace en Cuba tal como lo conocemos. Entonces, tuvimos la oportunidad de viajar a la isla y conocer; más que conocer, aprendimos mucho del Che por la línea de la gente que estuvo al lado de él. –¿Qué le aportaron las charlas con esas personas? –Una de las cosas que aportaban era darle a uno la fuerza para atreverse a hacer una película basada en una personalidad histórica. Te da un impulso. –Teniendo en cuenta que buena parte de la película se centra en los combates, ¿recibieron información de ex combatientes revolucionarios acerca de tácticas que empleaban? –Sí. Por ejemplo, uno de ellos nos asesoró en España y otros dos en Cuba. Son tres ex combatientes que están vivos. Básicamente, sientes respeto por la devoción que tenían por el Che Guevara. –¿Considera que fue uno de sus papeles más difíciles? –Sí, el más difícil por ahora. –¿Por la dimensión histórica del personaje? –Por su historia, por el trabajo de investigación y por la magnitud del proyecto, ya que no solamente es la historia de una persona ni de los que estaban alrededor de él, sino también de todo un país. Y para entenderlo hay que estudiar de dónde viene. El viene de la historia de Latinoamérica y hay que estudiar la historia de Latinoamérica y del mundo. Y también de la época en la que él se forma, que va desde el ’55. Esto es así para la película porque no estoy escribiendo una biografía del Che. Eso sería un trabajo de investigación más profundo, y hacer una película así del Che tomaría veintiséis horas. –¿Qué fue lo que más le impactó del Che leyendo sus escritos? –La manera de hacerse claro, de escribir claramente. Si lees el Diario de Bolivia te das cuenta de que él está hablando de una manera muy realista, aunque era una persona de ideales y podría decirse un soñador. Pero era muy realista consigo mismo y con lo que estaba sucediendo alrededor. Eso me impresionó mucho. Hay dos cosas: el realismo con el que está escribiendo y, a la vez, existía un optimismo en ese diario. No había una cosa fatalista. Escribió todos los días. Yo he empezado diarios, escribo en enero, febrero, y ya para marzo no escribo más. –¿En qué se diferencia para un actor componer un personaje que existió respecto de uno ficticio? ¿Implica una mayor responsabilidad? –Sí, es una responsabilidad mucho más dura, una dedicación. Soy más vulnerable porque no soy yo el Che Guevara. He tomado decisiones que pudieron no haber sido las correctas en algún punto. Existe entonces una fragilidad. Con eso se brega, se tolera y se trabaja. Uno tiene que maniobrar y seguir para hacer la película, porque si no, puedes asustarte y parar. Hubo un momento en el que Steven vio eso: lo duro, lo difícil que iba a ser y la imposibilidad. Y me dijo: “Hacer una película del Che Guevara es imposible”. Lo que implica que actuar como el Che también es imposible. Y me dijo: “Tratemos”. Ahí me calmé. Entonces, lo que hay es un esfuerzo, un intento de hacer una película sobre el Che que básicamente es un viaje emocional. Y vemos esa historia emocional que sube y baja pero no muere. Es imposible matar ese espíritu. Las verdades que tenía el Che existen ahora. –¿Qué significó recibir el Premio al Mejor Actor en Cannes? –Es algo así como haber ganado una medalla en una Olimpíada. Creo que así se siente un atleta cuando gana. Es un festival muy reconocido mundialmente. Básicamente, el más importante o uno de los más importantes. Como hubo películas y un jurado de distintas partes del mundo, pues fue un honor. Y hay que reconocer que los artistas no trabajan solos: también lo acepto en reconocimiento de toda la gente que nos ayudó y de los actores, porque la actuación no se hace sola, si no seríamos declamadores. Es un trabajo colectivo y lo acepto no solo por el trabajo que yo hice sino también por el de ellos. –¿Cuál es su posición sobre la Revolución Cubana? –Que no surgió de la nada. La Revolución Cubana no surge de la idea de una persona sino que venía de muchas personas. El país estaba bajo un dictador. Había muchas torturas contra la población. Viene de la guerra hispanoamericana, porque Cuba estaba tratando de separarse de España. Ahí entra Estados Unidos y básicamente cambia todo. Lo que quiero decir es que el Che sale de unos ideales, que la Revolución Cubana no surge solamente de decir: Vamos a cambiar el gobierno por esto y lo otro. Surge de una historia, de unos abusos. Llegó un momento en que dijeron: ¡Ya! Y tomaron las armas. –¿Cómo cree que puede ser recibido el film en Estados Unidos, donde radican las mayores críticas a la Revolución Cubana y sus protagonistas? –Creo que mucha gente va a aprender cosas del Che. No sé cómo será. Tampoco tengo ningún control de eso. Estaría especulando y eso se hace difícil. SALUDOS REVOLUCIONARIOS (Gran Papiyo) |
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De: Gran Papiyo |
Enviado: 14/11/2008 22:31 |
Ya tienen un santo (Comocomo) Recién te diste cuenta ?????? ![](https://www.gabitos.com/images/emoticons/emembarrassed.gif) Che Guevara o San Ernesto de la Higuera Fue en la ciudad de Valle Grande, Bolivia, donde se exhibió el cuerpo inerte del Che. A partir de ese día, el revolucionario se convirtió en el santo patrono de todo un pueblo. Por Constanza Guariglia. Nota I de III “Ahí. Por ahí fue que capturaron al Che y al resto de la tropa en la que también estaba Tania”, me dice Marcos y señala un monte a unos doscientos metros debajo de la ruta hacia la Higuera. Marcos es un argentino que vive en Valle Grande y que honra con su vida a la figura de Ernesto Guevara, el Che de cuya ejecución se cumplen hoy 40 años. Esta conversación la tuve hace unos tres años cuando, por cuestiones laborales, pasé unos diez días en Valle Grande, una ciudad signada por el paso del líder argentino- cubano. Todo Valle Grande es como una suerte de parque temático que vive para y por el Che, que los alimenta tanto espiritual como económicamente. Guevara fue ejecutado en La Higuera pero, sus restos fueron trasladados a Valle Grande donde se exhibieron en la mítica lavandería y se enterraron, furtivamente, en una fosa común en la pista del aeropuerto. En esos pocos días, el Che pasó de ser el temido guerrillero que llegaba para “comerse a los niños y robarse a las mujeres” a ser el santo patrono de todo un pueblo. En toda la zona aún hoy se lo recuerda como San Ernesto de la Higuera o como la almita del Che. Se le prenden velas, se celebran misas en su nombre y se le piden milagros. Como Guevara era médico, mezcla de sanador y profesional, se invoca su presencia milagrosa a la hora de curar a un enfermo o de dar un examen académico. Donde vayas, hay una foto, una estampita, un cartel o una imagen del Che. ¡Hasta pude ver un auto arreglado para correr con la cara del Che estensileada en las puertas! Es una sensación extraña ver a toda una ciudad devota a su figura. Sobre todo, porque es una figura reiventada desde la martirización de su cuerpo y muy lejana a la que otra parte del inconciente colectivo tiene de él. Si para el resto del mundo puede ser un símbolo ideológico, estandarte de cualquier acto al que buena o malamente se lo califique como “revolucionario”, para ellos es un icono religioso popular. Una suerte de Gauchito Gil pero, fotografiado. Y los lugareños, quienes supuestamente siempre supieron donde estaban ocultos los restos del revolucionario, juran y perjuran que, algunas noches, pueden ver su figura paseando por las calles cercanas a la plaza. “Son los días que viene a conceder nuestros milagros”, me cuenta María, encargada de la librería cercana a esa misma plaza y, como prueba, me explica como el alma del revolucionario ayudó a su hija: “Estudiaba para maestra y no le estaba yendo bien. Se fue al aeropuerto, y se pasó la noche allí, rogándole que la ayudara en su examen. En la madrugada, bien temprano, una vecina me contó que lo vio cerca de nuestra casa y mi hija, finalmente y gracias a él, aprobó”. En Valle Grande, las leyendas no son sólo del Santo Che. Guevara nunca estuvo vivo en la ciudad. Y la ciudad no lo puede admitir. Las versiones son varias: que llegó disfrazado de cura y estuvo refugiado en la iglesia un par de días; que se hizo pasar por odontólogo y le sacó una muela a un lugareño o que llegó vestido como un campesino anciano montado en una mula y estuvo recorriendo las calles ayudado por un bastón largo. Leyendas populares que, para muchos historiadores o estudiosos del fenómeno Che- boliviano, es una suerte de consuelo para una ciudad que, gracias al ejército, estuvo aterrorizada por la llegada de la guerrilla. Una guerrilla que, paradójicamente, venía con la intención de “liberarlos”. SALUDOS REVOLUCIONARIOS (Gran Papiyo) |
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De: Gran Papiyo |
Enviado: 14/11/2008 23:15 |
La foto que santificó al Che Cuando estuve en Valle Grande pude entrevistar a René Cadima, el autor de las fotos del cadáver del Che que dieron vuelta al mundo. ![](http://www.igooh.com/uc/in/12980.jpg) Esta es una de las fotos por las que se lo comparó con Jesucristo. Por Constanza Guariglia. Nota II de III Pero todo este misticismo tiene aún en que sustentarse. En Valle Grande, a pocas cuadras de la plaza, vive el fotógrafo que sacó las famosas fotos del cadáver del Che. Aquellas por las que se lo comparó, por parecido, a Jesucristo. Era un fotógrafo aficionado que trabajaba por unos pocos pesos retratando a la gente del lugar. René Cadima tendría unos 85 años cuando lo conocí. No sé si todavía estará vivo o no pero, me acuerdo que vivía en la ferretería del pueblo con su hija y su yerno. Me presenté sin saber muy bien que decirle y él hizo el trabajo por mí: “No es la primera vez que un periodista viene a visitarme”, me tranquilizó. Estaba en silla de ruedas y le faltaba una pierna. Hablaba muy despacio y, era increíble saber que estaba frente al autor de aquella foto por la que el Che se convirtió en un santo. En 1967 él fue una de las dos mil personas que corrieron desde el aeródromo de la ciudad hasta el Hospital Nuestro Señor de Malta para saber quien era esa persona tan buscada por el ejército boliviano. “Cuando llegué al hospital ya había más de mil personas que habían ido para saber quien era el Che.”, me contó con esa voz bajita casi al oído y siguió con el relato: “Los soldaditos, a los que conocía porque les sacaba fotos, me hicieron pasar. Igual, yo andaba con una papeleta de prensa de un medio de Cochabamba que era falsa pero, ellos no se daban cuenta. Cuando entré, sólo estaban los militares y el cuerpo tumbado en la lavandería, desnudo y todavía sin lavar. Un soldado me dijo al oído: ‘Aproveche’. Y yo saqué una primera foto. Uno de los oficiales gritó: ‘¿Quién ha sido?’ Y antes de que me quitaran la cámara, entregué el rollo. No tenía de repuesto así que, me fui a buscar uno pero, cuando volví, ya no se podía pasar por la cantidad de gente. Aquella noche casi no dormí y volví apenas salió el sol. No había nadie vigilando y entré como si nada. Miré el cuerpo y era un poco difícil sacarle de frente así que, me subí al lavabo con una pierna a cada lado del cuerpo y saqué la foto. No sabía la importancia que tenía. Sólo usé un rollo de doce en blanco y negro. Si hubiera sabido, le sacaba más”, se lamentó como si no tuviera demasiada noción del valor histórico de aquella imagen. Durante años, Cadima vendió esas fotos a sólo dos pesos bolivianos “como cualquier otra”. Gente de todo el mundo compraba las doce poses que tenía hasta que, una amiga de Argentina, le preguntó si se estaba haciendo millonario: “Allí me di cuenta de lo que me quería decir así que, aumenté el precio a cinco bolivianos. Hice algo de plata pero, no mucha.” SALUDOS REVOLUCIONARIOS (Gran Papiyo) |
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De: Gran Papiyo |
Enviado: 14/11/2008 23:15 |
Las últimas horas del Che En Valle Grande conocí a la enfermera que lavó su cuerpo y a la maestra de La Higuera con quien compartió su última cena. ![](http://www.igooh.com/uc/in/12981.jpg) Este busto se encuentra frente a la escuelita de La Higuera en la que el Che pasara su última noche. Por Constanza Guariglia. Nota III de III En Valle Grande no sólo conocí al autor de aquellas fotos del cadáver del Che. También conocí y entrevisté a otras dos figuras testigo de aquellos momentos. Una enfermera que lavó su cuerpo sin saber quien era él y la maestra del caserío de La Higuera, con quien compartió su última cena. Susana Osinaga está retirada. Pero, aunque ya no ejerce como enfermera, cuando nos encontramos la veo vestida con su guardapolvo de entonces. “¿Viene de trabajar?”, le pregunté medio desorientada cuando nos saludamos dentro de la mítica lavandería, al lado del piletón en el que estuvo apoyado el cuerpo del Che. “No, me puse el ‘mandil’ (guardapolvo) para revivir el momento y para que te des cuenta de quien era yo”, me dijo mirándome fijo a los ojos. No les voy a negar que todo aquello era un poco morboso. Ella con el guardapolvo y la entrevista concertada en aquél lugar. Por suerte, las paredes estaban escritas desde el techo hasta el piso con leyendas y grafitis de todas partes del mundo. Esto me daba la tranquilidad del paso del tiempo y el toque de realismo presente. Si no, poco iba a faltar para que yo misma comenzara a ver en el piletón, los ojos fijos del Che. Luego de leer un rato junto con Susana las paredes, ella comenzó a contarme como había sido aquella mañana del 10 de octubre de 1967. âEn aquel entonces estaba a cargo del hospital el DR. Martínez. Ãl fue quien nos avisó, a las once de la mañana, que estaban al llegar los guerrilleros muertos.â Aquellos que, según los militares, llegarían a Valle Grande a âcomerse a los niños y robarse a las mujeresâ. Susana tenía por esos días unos 30 años. âRecibimos al Che como a cualquier otro muerto. No teníamos idea de quién era. Si hubiera sabido que era un hombre importante, lo hubiera tratado mejor y me hubiera quedado con la ropa,â me dice sin casi expresión en la cara. ¿Era chiste? Creo que no. Le ordenaron que desvistiera y lo lavara: “Le quité la ropa y lo lavé con una manguera. Estaba mugriento y tenía un disparo debajo de la tetilla, en el corazón. En el brazo derecho y en la pierna izquierda creo que tenía una bala seca. Lo sequé, le puse un pijama de hospital y le inyecté formol para que no se hinchara y no largara mal olor porque ese día hacía mucho calor. Más de 35 grados. Pero, lo que más recuerdo, son sus ojos, oscuros y hermosos; no dejaban de mirarme. La mirada me seguía a donde iba. Parecía Cristo, así como en la foto. Eso era muy impresionante pero no me daba miedo. Era un muerto. ¿Qué miedo podía tenerle a un muerto?” A diferencia de Susana o René Cadima, Julia Cortés vio al Che con vida. Tenía 18 años y era la maestra del pueblito de La Higuera a pocos kilómetros de Valle Grande. Pero Julia, también a diferencia de Susana y René, no quiere hablar. Llegué hasta su casa con direcciones de la gente que me cruzaba por la calle. Cuando toqué la puerta, no quiso atenderme. A la tercera vez que llegué hasta allá, accedió a verme. No quería hablar. “¿Por qué?”, le pregunté un poco sorprendida. “Porqué en Argentina dijeron que yo fui con quien el Che pasó su última noche, como si hubiera tenido algo con él y eso me trajo muchos problemas. Con mi marido y con el pueblo”. Entendí pero, no desistí. Le expliqué que esto era diferente, que sólo eran un par de preguntas. Que era más para un proyecto personal que para un medio y, a regañadientes, comenzó a largar algo. Pero no se hagan ilusiones, no fue mucho. Según Julia, cuando apresaron al Che, lo llevaron a la escuela donde ella daba clases y le ordenaron que le llevara de comer. âEstaba muy asustada por todo lo que los militares habían dicho de la guerrilla pero, a la vez, sentía mucha curiosidad. Por eso entré. Le llevé un plato de sopa y me encontré con un hombre flaco, débil, todo sucio. Cuando se lo dejé en un pupitre, me dijo que algo que estaba escrito en el pizarrón, tenía una falta de ortografía. Me preguntó por mi trabajo, si me gustaba y charlamos por un rato largo. Ahí me di cuenta de que no era una persona mala como contaban los militares. Se le notaba en la mirada.â SALUDOS REVOLUCIONARIOS (Gran Papiyo) |
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De: Doctora-NandiCruz |
Enviado: 15/11/2008 05:59 |
Las ultimas palabras del machote argentino que mataba por la nunca maniatadosa los nin~os de 12 a~os: -Ayyyyyyyyyyyyyy no me maten que vivo valgo mas que muertooooooooo Habra alguien lucido que crea que queria favorecer economicamente a sus captores????? Jajajajajjajajajajajajja jajajjajajajajjajajajajaja Che mariconnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn que argentico mas autenticoooooooooooC Si hubiera sido mexicano hubiera muerto como machoteeeeeeeeeeee jajajajjaja |
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De: matilda |
Enviado: 15/11/2008 12:00 |
"Doc" bien que te pasas las horas rebuscando en google,juazzzzz crees que los trotskos somos boludos como ustedes,juazzzzz,juazzzzzz, y parece que tus buenos golpecitos te das por los foros gays, mirá vos!!! huellas de pezuñas por todos lados, pero que boludddddooooooooooooosssssssss, la verdad cada día se ponen mas aburridos y la vida aquí es muyyyyyy fáaaaaaaaaaaacil!! mati |
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De: Azali5 |
Enviado: 15/11/2008 17:59 |
Tu no seras boluda, pero actuas como tal. |
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De: Comocomo |
Enviado: 15/11/2008 17:59 |
Los argentinos adoran a Che por el simple hecho de que fué argentino Los italianos adoran a Al Capone por el simple hecho de que fué italiano |
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De: ixchel360 |
Enviado: 16/11/2008 02:59 |
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De: ixchel360 |
Enviado: 16/11/2008 05:59 |
De: comocomo | Enviado: 14/11/2008 10:11 p.m. | Los argentinos adoran a Che por el simple hecho de que fué argentino Los italianos adoran a Al Capone por el simple hecho de que fué italiano los mexicanos a Emiliano Zapata por el simple hecho de ser mexicano los gusanos a..???upsss¡¡¡¡ a quien? sin patria y sin tierra...pobres no??? talita. | |
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De: Azali5 |
Enviado: 16/11/2008 08:59 |
Los cubanos tenemos a Jose Marti, aunque yo no adoro, yo admiro ... |
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De: Azali5 |
Enviado: 16/11/2008 11:59 |
Los cubanos tenemos a Jose Marti, aunque yo no adoro, yo admiro ... |
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De: Azali5 |
Enviado: 16/11/2008 14:59 |
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De: ixchel360 |
Enviado: 16/11/2008 17:59 |
| | De: ![Alias de T1MSN](http://sc.groups.msn.com/themes/R9c/pby/img/cmd/cool_global_nick.gif) Azali5 | Enviado: 15/11/2008 06:41 p.m. | Los cubanos tenemos a Jose Marti, aunque yo no adoro, yo admiro ... | | tienes razon azalia... LOS CUBANOS TIENEN A MARTI Y A FIDEL perooo y los expatriados los que jamas regresaran a la isla a SAN APAPUCIO?? TALITA. |
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De: Azali5 |
Enviado: 16/11/2008 20:59 |
Fidel esta para que lo adoren gentusas sin cerebro, porque a los dictadores los desvergonzados y descerebrados son los unicos que podrian adorarlo. Y eso de volver a Cuba, no es una mexicana acomplejada la que podria ssaberlo...ademas que no te importa . |
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De: ixchel360 |
Enviado: 16/11/2008 20:59 |
De: ![Alias de T1MSN](http://sc.groups.msn.com/themes/R9c/pby/img/cmd/cool_global_nick.gif) Azali5 | Enviado: 15/11/2008 06:51 p.m. | Fidel esta para que lo adoren gentusas sin cerebro, porque a los dictadores los desvergonzados y descerebrados son los unicos que podrian adorarlo. Y eso de volver a Cuba, no es una mexicana acomplejada la que podria ssaberlo...ademas que no te importa . | bueno.... hago referencia por que ustedes hablan de San Ernesto...tambien esta San Fidel, San Emiliano Zapata etc etc... todos son martires y por ende heroes, que se les ama por que sus ideales y sus hechos han cambiado la historia en bien del que menos tiene, y solo ladran los latifundistas que fueron afectados en sus riquezas... y eso de que no me importa si regresas a Cuba o dejan quedarte en Maiami, tienes razon...NO ME IMPORTA, NO ME INTERESA SABERLO TAMPOCO, pero la invitacion esta si te retachan d ela isla no olvides que aqui en Mexico tienes una casa que puede darte alojamiento sin nada a cambio solo la lastima que me das¡¡¡¡ talita. |
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