Entre el Renegado, Pitufina, Taladrador, Resplandor y Capullo de Rosa es como los agentes del Servicio Secreto han bautizado a los políticos estadounidenses. ¿Adivine quién es el Renegado? El presidente electo norteamericano, Barack Obama. Mientras que su esposa, Michelle, es Renacimiento, y a sus hijas, Malia y Sasha, les tocó Capullo de rosa y Resplandor, respectivamente.

Desde California a Maine, la Policía ha documentado diversos actos, desde vandalismo hasta amenazas, con al menos un ataque físico. Insultos y amenazas han sido proferidos por adultos, jóvenes estudiantes y niños pequeños. Luego de los comicios se han dado “cientos” de incidentes, mucho más de lo normal, dijo Mark Potok, director del Proyecto de Inteligencia del Centro de Leyes contra la Pobreza en el Sur, que sigue las incidencias de crímenes de odio racial.

Uno de ellos fue en Snellville, Georgia, donde Denene Millner dijo que un niño le manifestó a su hija de nueve años “espero que sea asesinado Obama”, mientras viajaban en el autobús escolar. Esa noche, alguien destruyó el jardín de la casa de su hermana, dañó los letreros en favor de Obama y dejó dos cajas de pizza con excremento humano ante la puerta.

Millner, quien es negra, dijo sentir una mezcla de ira y temor por lo ocurrido.

“No puedo decir que cada persona blanca en Snellville es mala y está en contra de Obama, por lo que desea dañar mi propiedad, solamente porque uno o dos idiotas lo hicieron”, dijo. “Sin embargo, esto definitivamente te hace ver de manera un poco diferente a las personas con las que vives y te hace preguntarte de lo que son capaces de hacer y lo que realmente están pensando”, indicó.

Los cambios de cualquier forma no se dan con facilidad y un presidente negro representa “el cambio más profundo en el área racial que haya experimentado este país desde la Guerra Civil”, indicó William Ferris, director asociado del Centro de Estudios del Sur de Estados Unidos en la Universidad de Carolina del Norte.

“Está sacudiendo las bases sobre las que se ha sostenido el país durante siglos”, agregó.

“Alguien dijo alguna vez que el racismo es como el cáncer. Nunca es eliminado por completo, solamente entra en remisión”, dijo Ferris.

Entre el Renegado, Pitufina, Taladrador, Resplandor y Capullo de Rosa es como los agentes del Servicio Secreto han bautizado a los políticos estadounidenses. ¿Adivine quién es el Renegado? El presidente electo norteamericano, Barack Obama. Mientras que su esposa, Michelle, es Renacimiento, y a sus hijas, Malia y Sasha, les tocó Capullo de rosa y Resplandor, respectivamente.

Pero, ¿cómo se eligen los sobrenombres? Según publica la BBC, el criterio para elegir esos nombres es sencillo: que sean fáciles de pronunciarse y entenderse cuando los agentes se comunican por radio. La Agencia de Comunicación de la Casa Blanca ha hecho una amplia lista con nombres que empiezan por ‘R’. A George W. Bush se le conoce como Pionero o el que marca el camino y su esposa, Laura es Tempo. Aunque los Obama llegarán a la Casa Blanca el 20 de enero, Tempo y Pionero, seguirán llevando su apodo para los servicios de Inteligencia.

“No hay nada de alto secreto sobre estos nombres”, comentó el portavoz del Servicio Secreto Eric Zahren. Según Zahren, los nombres no son relevantes en materia de seguridad, simplemente son una herramienta de comunicación para aquellos agentes que se comunican mediante micrófonos que llevan en las mangas. Algunos sobrenombres de políticos del pasado fueron, por ejemplo, Ronald Reagan era Látigo, a Karenna, hija de Al Gore, le tocó convivir con Pitufina.

Y la polémica Sarah Palin, es Denali -el nombre de un parque nacional que hay en su estado, Alaska-. Su marido Todd es Taladrador. Aunque el candidato republicano John McCain fue derrotado, seguirá siendo conocido entre su servicio de seguridad como Phoenix y su esposa Cindy como Sombrilla.