En el 90% de los casos que se diagnostica síndrome de Down durante el embarazo se decide abortar, lo que supone una «verdadera cacería» de los fetos, según aseguró ayer el primer ginecólogo español objetor de conciencia al diagnóstico prenatal con fines eugenésicos, Esteban Rodríguez Martín.
En un encuentro organizado por la Fundación Línea de Atención a la Mujer para analizar el tercer supuesto de la Ley del aborto, que legaliza esta práctica en el caso de que el feto pueda nacer con graves taras físicas o psíquicas, este médico pidió una modificación de dicho supuesto por considerarlo el «más inhumano e insolidario de todos». Además, aclaró que los diagnósticos prenatales no son siempre fiables, por lo que «se puede abortar a fetos sanos sólo por que puedan tener riesgo de padecer alguna malformación».
Asimismo, denunció que los médicos proponen el aborto como «la alternativa más fácil» ante un problema de posible discapacidad. Además de proponerlo, los expertos «no informan convenientemente del síndrome postaborto», que afecta a nivel físico y psicológico.