Los planes de reorganización que General Motors Corp. y Ford Motor Co. presentaron ayer ante el Congreso de Estados Unidos sugieren que la salud de GM es mucho más precaria de lo que se pensaba.
Por John D. Stoll
y Matthew Dolan -
The Wall Street Journal
Como parte de un nuevo intento por conseguir un rescate por parte del Gobierno, GM solicitó préstamos por un total de US$18.000 millones, US$6.000 millones más de los que dijo que necesitaría hace unas semanas. La automotriz también reveló por vez primera que necesita una inyección inmediata de US$4.000 millones para mantenerse a flote hasta fin de año.
La urgencia de la solicitud de GM despertó nuevas preocupaciones de que es posible que a la automotriz no le quede otro remedio que acogerse a la protección por bancarrota. Representantes del sindicato United Auto Workers (UAW) dijeron durante una reunión ayer que GM podría verse forzada a declararse en quiebra antes de Navidad si no logra los fondos gubernamentales en los próximos días, dijo una fuente cercana.
Durante una conferencia telefónica con periodistas, el director general de GM, Frederick "Fritz" Henderson, señaló que la compañía no está considerando la bancarrota como alternativa y se está concentrando exclusivamente en conseguir la asistencia de Washington. "No hay un plan B", insistió.
Los detalles de las peticiones de GM y Ford coincidieron con otra ola de malas noticias para el sector. Las automotrices calculan que las ventas de vehículos nuevos en Estados Unidos cayeron cercera de 35% en noviembre, frente al mismo período del año anterior.
Las ventas de GM se precipitaron 41% para llegar a 154,877 autos y camionetas. Las de Ford declinaron 30,6%, a 123.222 unidades, mientras que las de las japonesas Toyota Motor Corp. y Honda Motor Co. bajaron 34% y 31,6%, respectivamente, a 130.307 vehículos y 76.233.
Chrysler LLC, que también está solicitando préstamos federales al igual que Ford y GM, aún no había presentado sus cifras de ventas ni revelado detalles de su plan de reestructuración al cierre de esta edición.
Las tres grandes automotrices de Detroit aparecieron en conjunto el mes pasado ante el Congreso para pedir US$25.000 milllones en préstamos de bajo costo, para ayudarlas a superar la recesión en la economía estadounidense, que se ha traducido en uno de los peores baches por los que ha atravesado la industria en décadas.
Sin embargo, los legisladores no quedaron convencidos de que las automotrices de Detroit tenían planes claros para volver a la rentabilidad y les dijeron que volvieran el 2 de diciembre con más detalles sobre cómo utilizarían los fondos de los contribuyentes y cómo se reestructurarían para "volverse viables".
En una presentación de 33 páginas, Ford dijo que no necesita los fondos estatales inmediatamente pero solicita una línea de crédito de US$9.000 millones por si la recesión resulta ser más prolongada y profunda de lo esperado. La empresa calcula que puede volver a la rentabilidad hacia 2011 y añadió que aceleraría el desarrollo de vehículos híbridos y eléctricos, reduciría el número de concesionarios y reconfiguraría sus fábricas para producir autos pequeños en EE.UU. que pueda vender con una ganancia.
Durante una entrevista telefónica, el presidente ejecutivo de Ford, Alan Mulally, sugirió que es posible que la UAW también tenga que hacer ciertas concesiones para facilitar la recuperación de las automotrices. "Todos los elementos" del contrato actual de la UAW deberían ser revisados para que la industria automotriz estadounidense pueda seguir siendo competitiva, dijo. Ford está en mejor forma que GM en gran parte porque Ford hipotecó casi todos sus activos en 2006, una medida con la que recaudó US$18.000 millones antes de que los mercados de crédito se secaran.
En su testimonio ante el Congreso el mes pasado, el presidente ejecutivo de GM, Rick Wagoner, manifestó que la compañía podría quedarse sin dinero antes de que el presidente electo Barack Obama tome posesión de su cargo en enero, si no recibe los préstamos estatales. En ese momento, dijo que GM necesitaba entre US$10.000 millones y US$12.000 millones. Durante una conferencia telefónica ayer, Henderson dijo que GM está tratando de conseguir US$12.000 millones en préstamos y una línea de crédito adicional de US$6.000 millones.
A cambio, el fabricante estaría dispuesto a otorgarles a los contribuyentes derechos de adquisición de acciones y una promesa de que devolverá el dinero alrededor de 2012. Henderson aseguró que las operaciones norteamericanas de GM podrían alcanzar el punto de equilibrio para 2012.