El afán protagonista de algunos medios de comunicación y la estrategia Estatal para que el pueblo colombiano desvíe su atención sobre el aumento del desempleo, la falta de educación, salud, servicios públicos en general, la crisis económica por el derrumbe de las pirámides, la miseria en que se hunden las mayorías de ciudades de nuestro país y que todos conocemos pero que muchos preferimos ignorar, es la causa de una nueva movilización en contra del secuestro, en contra del terrorismo, pero ¿el secuestro y el terrorismo sólo lo realizan las guerrillas en Colombia?

Dónde quedan las conocidas detenciones masivas de líderes populares, de estudiantes, de campesinos, de defensores de derechos humanos, de indígenas, que lo único que hacen es luchar por un mejor país y reciben como castigo el secuestro estatal en cárceles alejadas de sus familias confinados a señalamientos, a castigos e inclusive a torturas.

Dónde quedan los falsos positivos, por dar un ejemplo, las desapariciones de los jóvenes de Soacha inculpados de ser guerrilleros muertos en combate, eso también es:

PRIMERO SECUESTRO Y SEGUNDO TERRORISMO ESTATAL. Estas son cosas tan malas o inclusive peor que las que realizan las guerrillas, porque estas están en contra del Estado y por ende no están de acuerdo con las leyes de esta sociedad, pero el Estado se supone que es el que debe proteger los derechos humanos y garantizar seguridad para el desarrollo de una vida digna, respetando nuestra etnia, nuestra religión y nuestra ideología.

Se supone que Colombia es un Estado social de derecho, pero en la actualidad, el gobierno de Álvaro Uribe Vélez ha demostrado que no le interesa respetar la carta magna y por el contrario la ha manoseado y modificado a su antojo en detrimento de los derechos sociales ganados durante una dura y cruel historia colombiana.

A parte de esto cabe resaltar el papel que juegan los medios masivos de comunicación quienes se han encargado de encubrir la culpa del estado en los falsos positivos , dejando a la sociedad el imaginario de que las fuerzas militares son víctimas de la circunstancias y que solo una pequeña parte de sus fuerzas fueron las que ocasionaron estas violaciones.

Hacemos un llamado al pueblo colombiano a que defendamos los derechos de todas y todos, secuestrados y presos políticos, respetar y promover la defensa del derecho a la vida, a la integridad física de los colombianos. El derecho al territorio y a la vida digna de los pueblos indígenas, el derecho a la alimentación el derecho a la verdad para las víctimas de los crímenes del terrorismo de Estado y sus estructuras militares y paramilitares.