La ESMA fue un centro de detención entre 1976 y 1983, un símbolo de la represión en Argentina. |
Investigadores en Argentina descubrieron una fosa con miles de fragmentos de huesos humanos en un centro clandestino de detención utilizado durante el último régimen militar . Luis Fondebrider, el antropólogo forense responsable del equipo que realizó el hallazgo, señaló que la evidencia confirma el testimonio de muchas personas que fueron detenidas y torturadas en el lugar, conocido como el "Pozo de Arana".
Tanto sobrevivientes, familiares de desaparecidos como grupos de derechos humanos siempre han sostenido que durante el gobierno de facto que gobernó el país entre 1976 y 1983, las autoridades torturaron y asesinaron a los opositores políticos, haciendo luego desaparecer los cadáveres.
Los militares siempre han negado que existiera una política sistemática de eliminación de la disidencia y se han referido a los casos conocidos como "excesos" cometidos por algunos elementos dentro de la fuerza.
Fondebrider, director del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), aseguró que ahora buscarán "recuperar el material genético de esos restos óseos que se encontraron cremados" para intentar identificar a quién pertenecen.
Justicia pendiente
Las cifras oficiales hablan de unas 13.000 personas asesinadas durante la dictadura militar argentina, pero los activistas de derechos humanos estiman que llega a los 30.000.
Daniel Schweimler, corresponsal de la BBC en Buenos Aires, señala que muchos de los cuerpos nunca fueron hallados y que en muchos casos las autoridades militares eliminaron todos los registros sobre procedimientos ilegales.
Aunque aún se está trabajando en el hallazgo, los investigadores señalaron que hay unos 10.000 fragmentos óseos en un estado que permite suponer que los cuerpos fueron arrojados a la fosa, rodeados de neumáticos, rociados con combustible y luego incinerados.
En las inmediaciones de la tumba colectiva también fue hallado un paredón con unas 200 marcas de disparos, que se estima sirvió como paredón de fusilamiento.
La mayoría de los jefes militares que encabezaron el gobierno de facto fueron juzgados y encarcelados durante la década de los '80, pero luego fueron indultados en los '90.
En los últimos año nuevos juicios por crímenes de lesa humanidad no considerados originalmente devolvieron a varios de ellos a la cárcel.