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Respuesta  Mensaje 1 de 9 en el tema 
De: matilda  (Mensaje original) Enviado: 09/12/2008 13:42
La crisis vista desde dentro

Una respuesta de 1 billón de dólares; por Joseph E. Stiglitz


Cuba Debate/ inSurGente.- Pero también cuenta lo que se hace con el dinero. Hay que gastar cuidadosamente el dinero para garantizar que cada dólar brinde tanto estímulo como sea posible, mientras que también contribuya al crecimiento a largo plazo. Por eso es importante reestructurar el Programa de Auxilio a Valores en Problemas. El Secretario del Tesoro Henry Paulson ya ha entregado cerca de los $700 mil millones bajo términos muy generosos y sin las restricciones adecuadas para el uso del dinero. (…)La intención del programa no era sencillamente la de dar el dinero a los bancos, sino obligarlos a incrementar los préstamos. No ha funcionado, así que es necesario cambiarlo. Si los contribuyentes vuelcan su dinero en los bancos, entonces a los bancos no se les debe permitir repartir ese dinero como dividendos a sus accionistas o como bonos para sus ejecutivos. Ni tampoco se les debiera permitir usar el efectivo para comprar bancos sanos, como un esfuerzo adicional para convertirse en “demasiado grandes para fracasar”.



Una respuesta de $1 billón


Joseph E. Stiglitz



Lo que el presidente electo Barack Obama deberá hacer es terriblemente complicado, pero también muy claro. Primero, debe impedir que la economía siga cayendo más en las garras de la recesión. Luego tiene que provocar una recuperación robusta, preferiblemente de forma que apoye las necesidades a largo plazo de Estados Unidos: reparar nuestras olvidadas obras públicas; revigorizar nuestro liderazgo tecnológico; hacer más verde nuestra sociedad; reparar nuestros problemas de salud pública, curar nuestras divisiones sociales y económicas; y recuperar nuestro pacto social.

No será fácil. El legado bushista de deuda y la oposición de los que se benefician del status quo son importantes obstáculos.
Hay un consenso creciente entre los economistas de que hace falta un gran estímulo --uno muy grande--, de al menos $600 mil millones a $1 billón en dos años. La meta anunciada por el Sr. Obama de 2,5 millones de nuevos empleos hasta el 2011 es demasiado modesta. En los próximos dos años, casi cuatro millones de trabajadores se sumarán a la fuerza de trabajo --o lo harían si hubiera empleos. Junto con la pérdida de empleos de este año, eso significa que debiéramos obligarnos a crear más de cinco millones de empleos.

Un gran paquete de estímulo puede ser recortado más tarde si no hace falta, ya que la economía se recupera más rápidamente de lo que cree la mayoría de los economistas. Pero necesitamos planear para lo que parece ser una caída profunda y larga. Al depender en gran medida en estabilizadores automáticos --gastos como el incremento de los beneficios de desempleo y compartir ingresos con los estados-- podemos dosificar la medicina según haga falta. Mientras más profunda y larga sea la caída, más habrá que gastar.

Sería una insensatez tomar medidas tímidas. Una economía más débil sufrirá de menores ingresos por impuestos, más ejecuciones hipotecarias y más bancarrotas. Una vez que una firma va a la quiebra, no se puede des-quebrar brindando posteriormente un estímulo mayor.

Hay otros principios elementales que ayudan a guiar el diseño de un buen estímulo. Por ejemplo, el gobierno pudiera pagar temporalmente (por medio de un crédito de impuestos) parte del costo de nuevas inversiones privadas para compañías que gastan más de 80 por ciento, digamos, de lo que hayan gastado anualmente en años recientes en equipamiento como computadoras y maquinaria. Esto sería un estímulo de alta potencia y bajo costo.

Los seguidores actuales de Hoover dirán que el déficit creciente y la deuda nacional significan que no podamos darnos el lujo de un gran paquete de estímulos. Aunque actualmente están recibiendo miles de millones de dólares en ayuda, una vez que tengan su dinero algunos del sector financiero argumentarán que la economía no se recuperará hasta que se restaure la confianza, y que esa confianza no será restaurada hasta que disminuya el déficit.

Pero es imposible restaurar la confianza cuando la economía está en ruinas. Si millones de norteamericanos no tienen trabajo y cientos de miles de negocios van a la bancarrota, no habrá “confianza”. Esa es la realidad. Para evitar eso, necesitamos un gran estímulo.

Pero también cuenta lo que se hace con el dinero. Hay que gastar cuidadosamente el dinero para garantizar que cada dólar brinde tanto estímulo como sea posible, mientras que también contribuya al crecimiento a largo plazo. Por eso es importante reestructurar el Programa de Auxilio a Valores en Problemas. El Secretario del Tesoro Henry Paulson ya ha entregado cerca de los $700 mil millones bajo términos muy generosos y sin las restricciones adecuadas para el uso del dinero.

La intención del programa no era sencillamente la de dar el dinero a los bancos, sino obligarlos a incrementar los préstamos. No ha funcionado, así que es necesario cambiarlo. Si los contribuyentes vuelcan su dinero en los bancos, entonces a los bancos no se les debe permitir repartir ese dinero como dividendos a sus accionistas o como bonos para sus ejecutivos. Ni tampoco se les debiera permitir usar el efectivo para comprar bancos sanos, como un esfuerzo adicional para convertirse en “demasiado grandes para fracasar”.

La administración Obama no debiera considerar el plan del Sr. Paulson como inmutable solo porque “un trato es un trato”. Los bancos sabían que había un quid pro quo. Además, los términos de la relación entre los bancos y el gobierno (incluyendo la Reserva Federal) han sido ajustados repetidamente, aunque casi siempre a favor de las compañías financieras. La Reserva acostumbraba a aceptar solamente como colateral billetes del Tesoro cuando prestaba dinero a los bancos. Ahora acepta valores en peligro --basura.

Los norteamericanos con razón temen perder su empleo, y con él el seguro de salud y su casa. Necesitamos brindar seguro de salud a los desempleados y a los no asegurados, y tenemos que hacerlo con rapidez, posiblemente por medio de un Medicare ampliado y más eficiente.
También tenemos que detener la avalancha de ejecuciones hipotecarías. Por medio de las deducciones de impuestos, el gobierno federal paga hasta 50 por ciento de los costos de la hipoteca de los norteamericanos de ingresos más altos. Si tratáramos a los pobres de la misma manera que tratamos a los ricos, más personas podrían pagar su casa.

Y necesitamos cambiar las leyes de bancarrota para ayudar a los propietarios de su vivienda. Hemos hecho más expedita la bancarrota para los negocios, para que puedan mantenerse cuando tienen problemas financieros. Debiéramos hacer lo mismo para los propietarios de su vivienda. No es bueno para nadie que se expulse de su casa a los norteamericanos pobres y de ingresos medios. Las viviendas vacías arruinan los vecindarios. Una ley de bancarrota expedita permitiría la reestructuración de la hipoteca de millones de norteamericanos que deben más de lo que vale su casa.

La desregulación y la no adopción de regulaciones para cubrir nuevos productos financieros riesgosos han contribuido mucho a los actuales problemas. Hasta ahora, simplemente hemos dado más dinero a los bancos para que lo gasten imprudentemente. Hemos hecho poco por cambiar los incentivos o las restricciones a los bancos.

La confianza es importante, pero no será restaurada si la economía es débil o si los norteamericanos creen que el sistema está arreglado en su contra. Si no se cambia el programa de valores y si no se imponen las regulaciones para cambiar el comportamiento de los que nos metieron en esta situación --los que se enriquecieron a costa de sus accionistas--entonces la confianza no regresará. Los que nos colocaron en esta crisis no pueden tener una influencia indebida en la formación de la respuesta.

Estados Unidos tiene grandes valores, incluyendo una fuerza productiva de trabajo y las mejores universidades del mundo. Hasta ahora ninguno de esos valores ha sido dañado por las locuras de Wall Street. Estas fuerzas, ligadas a un paquete sensato y justo de estímulo económico y a regulaciones judiciales, ayudarán a la recuperación de nuestra economía.


2008-12-06

Joseph E. Stiglitz, profesor de Economía en la Universidad de Columbia, presidente del Consejo de Asesores Económicos de 1995 a 1997 y receptor del Premio Nóbel de Economía en 2001, es coautor junto con Linda J. Bilmes, de La guerra de los tres billones de dólares.


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Respuesta  Mensaje 2 de 9 en el tema 
De: ROCK27280 Enviado: 10/12/2008 16:58
Lo que el presidente electo Barack Obama deberá hacer es terriblemente complicado, pero también muy claro. Primero, debe impedir que la economía siga cayendo más en las garras de la recesión.
 
JEJEJEJ Y YOEL CONTENTO POR LA BAJADA DE LAS GASOLINAS JEJEEJ

Respuesta  Mensaje 3 de 9 en el tema 
De: SadSharlotte Enviado: 11/12/2008 04:00
Y de la papa.
 
Sad

Respuesta  Mensaje 4 de 9 en el tema 
De: Comocomo Enviado: 11/12/2008 08:00
Roc y Mat se la engullen

Respuesta  Mensaje 5 de 9 en el tema 
De: matilda Enviado: 11/12/2008 11:59
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Respuesta  Mensaje 6 de 9 en el tema 
De: matilda Enviado: 11/12/2008 15:59

Dow Chemical y 3M se suman a la ola de despidos en Estados Unidos 

(IAR Noticias) 11-Diciembre-2008

 

Dow Chemical anunció  que va a eliminar 5.000 puestos de trabajo, el equivalente al 11% de la plantilla, para reducir costes.
3M, por su parte, va a despedir a 1.800 empleados antes de que acabe el año, el equivalente al 2,4% de la plantilla.

Por S. Pozzi - El País, España

La sangría de empleos continúa en EE UU y salpica a todos los sectores de la economía. El gigante industrial estadounidense Dow Chemical anunció el martes que va a eliminar 5.000 puestos de trabajo, el equivalente al 11% de la plantilla, para reducir costes. Además romperá con 6.000 contratistas. La compañía busca reducir la capacidad en un 30%. 

La recesión económica está obligando a Dow Chemical a acelerar su proceso de reestructuración, que contempla el cierre o la venta de 20 de las 180 plantas con que opera en todo el mundo. La compañía, que acaba de adquirir Rohm & Haas, dará detalles de cómo procederá al ajuste a comienzos del año próximo. Su rival DuPont dio un paso en esta dirección la semana pasada, al anunciar 2.500 despidos por el impacto de la crisis en el sector del automóvil, de la construcción y en el consumo.

A esa lista se sumó el martes también 3M, que va a despedir a 1.800 empleados antes de que acabe el año, el equivalente al 2,4% de la plantilla. Las ventas de la compañía cayeron un 10% en el trimestre en curso.


Respuesta  Mensaje 7 de 9 en el tema 
De: Azali5 Enviado: 11/12/2008 19:59
Obama "hara" 2 millones y medio de puestos de trabajo, NO SUFRAS VACA..

Respuesta  Mensaje 8 de 9 en el tema 
De: Margarita5510 Enviado: 11/12/2008 19:59

Respuesta  Mensaje 9 de 9 en el tema 
De: matilda Enviado: 12/12/2008 22:40

Viernes 12 de Diciembre de 2008

El patrimonio neto de los hogares de EE.UU. cae 4,7% en el tercer trimestre 

(IAR Noticias) 12-Diciembre-08

El patrimonio neto de los hogares en Estados Unidos disminuyó en el tercer trimestre a medida que descendía el precio de los activos, y su nivel de endeudamiento descendió por primera vez en su historia.

Por Jeff Bater -
The Wall Street Journal

Además, el endeudamiento de las empresas se desaceleró y la deuda del gobierno federal registró un aumento pronunciado durante el período.

El patrimonio neto total de los hogares cayó a US$56,54 billones en el tercer trimestre, un descenso del 4,7% frente a los US$59,35 billones del segundo trimestre, informó el jueves la Reserva Federal.

El descenso marcó la cuarta caída consecutiva. El patrimonio neto se redujo un 0,7% en el segundo trimestre del 2008.

Las cifras trimestrales de la Fed sobre el "flujo de fondos" también mostraron que la deuda no financiera creció entre julio y septiembre a una tasa anual del 7,2%.

La tasa fue inferior al 3,2% del segundo trimestre, cifra revisada frente a la estimación inicial del 3,5%.

La Fed señaló que la aceleración en el tercer trimestre reflejó los mayores niveles de endeudamiento del gobierno federal.

El patrimonio neto de los hogares descendió en el tercer trimestre a cerca de 5,29 veces el ingreso personal disponible, frente a las 5,49 veces del segundo trimestre.

El patrimonio neto de los hogares es un indicador de los activos totales, como viviendas y pensiones, menos las obligaciones totales, como hipotecas y deuda en tarjetas de crédito.

La deuda de los hogares disminuyó a una tasa anual del 0,8% en el tercer trimestre, cifra inferior al incremento del 0,6% del segundo trimestre. Este fue el primer descenso desde que se empezaron a llevar las cifras en 1952, señaló la Fed.

La deuda hipotecaria se contrajo a una tasa anual del 2,4% en el tercer trimestre, frente a la caída del 0,1% del segundo trimestre. El retroceso del 2,4% fue el mayor jamás registrado.

El crédito de consumo aumentó a una tasa anual del 1,2% en el tercer trimestre tras incrementarse un 3,9% en el segundo trimestre.

La deuda del gobierno federal se disparó a una tasa del 39,2% en el tercer trimestre -su mayor crecimiento histórico- tras ascender a un ritmo del 5,9% en el período previo.

El endeudamiento en las empresas no financieras creció a un ritmo del 2,9% en el trimestre más reciente, un descenso frente al 5,6% del segundo trimestre.

 

                     



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