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General: La legalidad internacional y la guerra de Israel contra Gaza
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Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: matilda  (Mensaje original) Enviado: 30/01/2009 19:20
http://mwcnews.net

La legalidad internacional y la guerra de Israel contra Gaza

Francis A. Boyle
Traducido por Paloma Valverde


Cuando el gobierno israelí presentó oficialmente el documento de Oslo ante la delegación palestina para las Negociaciones de Paz en el otoño de 1992, éste fue rechazado por la delegación porque, obviamente, convertía a Palestina en un bantustán. El documento presentado por Menachem Begin era una mala interpretación nada involuntaria de los Acuerdos de Camp David −rechazado expresamente por Jimmy Carter, el entonces presidente estadounidense− en el que lo único que se pedía era la autonomía del pueblo [palestino], pero no su tierra.

Muy pronto después, sin conocimiento de la Delegación ni de prácticamente nadie, el gobierno israelí abrió un canal secreto de negociaciones en Noruega. Allí, el gobierno de Israel volvió a presentar el documento que ya había sido rechazado por la delegación palestina en Washington (DC). Éste fue el documento que, con minúsculas modificaciones, se firmó posteriormente en la Casa Blanca el 13 de septiembre de 1993.

Antes de la ceremonia de la firma, yo personalmente le dije a un alto cargo de la OLP: “Este documento es como una camisa de fuerza. Será muy difícil negociar vuestra salida. El alto cargo estuvo de acuerdo con mi comentario y me contestó: “Sí, tiene razón. Dependerá de nuestra habilidad en la negociación.”

Yo tengo un gran respeto por los negociadores palestinos. Siempre han hecho lo más que han podido y de buena fe ante el gobierno de Israel que, invariablemente, ha estado apoyado por Estados Unidos. Sin embargo, nunca ha habido buena fe por parte del gobierno de Israel, ya fuera antes, durante o después de Oslo, al igual que tampoco la ha habido por parte de Estados Unidos.

Incluso si Oslo hubiera tenido éxito, el resultado habría sido la imposición de un bantustán al pueblo palestino. No obstante, Oslo ha seguido su propio camino. Pese a ello, mi objetivo aquí es presentar una nueva vía a la consideración del pueblo palestino.

Planificación de una respuesta legal internacional

Primero.- Debemos actuar de forma inmediata para suspender a Israel de su participación en toda la organización de Naciones Unidas, incluida su Asamblea general, así como en todos sus organismos y órganos subsidiarios. Hemos de hacer a Israel lo mismo que la Asamblea general de Naciones Unidas hizo contra Yugoslavia por las masacres y contra el régimen de Sudáfrica. Las bases legales para la suspensión de facto de Israel ante Naciones Unidas son sencillas:

Como condición para su admisión en la Organización de Naciones Unidas, Israel se adhirió formalmente a las resoluciones de la Asamblea general 181 (II) (1947), sobre el acuerdo de partición de Jerusalén y 194 (III) (1948), sobre el Derecho al Retorno de los palestinos entre otros. Sin embargo, el gobierno de Israel ha rechazado expresamente ambas resoluciones. Por tanto, Israel ha violado las condiciones de su admisión como miembro de Naciones Unidas, por lo se le debe impedir de facto cualquier participación en el conjunto del sistema organizativo de Naciones Unidas.

Segundo.- Cualquier futura negociación con Israel debe hacerse sobre la base de las resoluciones: 181 (II) y las fronteras [explicitadas en esta resolución], resolución 194 (III), las subsiguientes resoluciones de la Asamblea general y del Consejo de Seguridad, la Tercera Convención de Ginebra de 1949, las Convenciones de La Haya de 1907 y cualquier otro principio de la legalidad internacional.

Tercero.- Hemos de abandonar la ficción y el fraude de que el gobierno de Estados Unidos es un “participante honrado”. Desde el inicio de las negociaciones de 1991, el gobierno de Estados Unidos no ha sido honrado. Además, Estados Unidos ha estado invariablemente al lado de Israel y contra los palestinos. Hemos de establecer algún tipo de marco internacional para patrocinar esas negociaciones en las que los negociadores palestinos no estén de forma permanente sujetos a las provocaciones, amenazas, hostilidades, intimidaciones y descaradas mentiras del gobierno de Estados Unidos.

Cuarto.- Hemos de conseguir que la Asamblea general de Naciones Unidas imponga sanciones, económicas, diplomáticas y de movilidad sobre Israel, según lo acordado en los términos de la Resolución Unidad por la Paz de 1950, cuya sesión especial de urgencia sobre Palestina está actualmente suspendida.

Quinto.- El gobierno provisional de Palestina debe demandar a Israel ante La Corte Penal Internacional en La Haya por infligir actos de genocidio contra el pueblo palestino, que viola la Convención sobre genocidio de 1948.

Sexto.- La Asamblea general de Naciones Unidas, como “órgano subsidiario” de acuerdo con el artículo 22 de la Carta de Naciones Unidas, debe establecer un Tribunal Internacional sobre Israel. El mencionado artículo 22 establece que la Asamblea general de Naciones Unidas puede establecer tales órganos subsidiarios cuando lo considere necesario para la realización de sus funciones. El objetivo del Tribunal Internacional sobre Israel sería la investigación y castigo de los criminales de guerra israelíes por los delitos cometidos contra el pueblo palestino.

El 4 de enero de 2009, el premio Nóbel de la Paz Mairead Maguire escribió a Ban Ki-Moon, Secretario general de Naciones Unidas y al Padre Miguel D’Escoto, Presidente de la Asamblea general de Naciones Unidas, añadiendo así su voz a exigencia de muchos juristas internacionales, organizaciones de Derechos Humanos e individuos, para que la Asamblea general considere la creación de este Tribunal Internacional sobre la base de las actuales atrocidades israelíes cometidas contra el pueblo de Gaza y el pueblo palestino.

Reproduzco aquí las palabras de Maguire:

“Visité Gaza en noviembre de 2008 y me quedé aterrado por el sufrimiento del pueblo de Gaza, que lleva sitiado desde hace alrededor de dos años. Este castigo colectivo, infligido por el gobierno de Israel, ha provocado una enorme crisis humana. El castigo colectivo a la población civil viola las Convenciones de Ginebra, es ilegal y es un crimen de guerra y un crimen contra la humanidad.

“[…] En lugar de proteger a los civiles de Gaza y paliar su sufrimiento mediante el levantamiento del sitio, el ejército israelí ha llevado a cabo, durante siete días consecutivos, bombardeos contra civiles por mar y aire [1]. El lanzamiento de bombas desde el mar y desde el aire contra civiles desarmados, la mayoría mujeres y niños, la destrucción de mezquitas, hospitales, casas e infraestructuras es ilegal y constituyen un crimen de guerra. El número de muertos en Gaza, hoy es de unos 600 y 2.500 heridos [2], la mayoría mujeres y niños. Las infraestructuras de Gaza están destruidas y las personas aisladas completamente del mundo, incluidos los periodistas. Los trabajadores humanitarios, están encerrados en Gaza y son incapaces de llevar la ayuda necesaria a la gente.

“[…] Naciones Unidas debe defender los Derechos Humanos y la justicia para el pueblo palestino mediante la creación de un Tribunal Internacional sobre Israel, para que el gobierno de Israel dé cuenta de sus crímenes de guerra [3].

Notas

1. En el día de hoy [28 de enero], y sólo 11 días después del alto el fuego, producido el 17 de enero, Israel ha reanudado sus bombardeos contra la Franja de Gaza.

2. Sólo en este último ataque israelí, que duró 25 días, el cómputo total de muertos fue de más de 1314, con un número de heridos de 5320, según datos del subsecretario general de Naciones Unidas para asuntos humanitarios. Para más información, véase: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=79421

3. Esta llamada del profesor Boyle por la creación de un Tribunal Internacional sobre Israel está circulando en estos momentos entre los Estados miembros de la Asamblea general de Naciones Unidas.

Fuente: http://mwcnews.net/content/view/28046/26/

El estadounidense Francis A. Boyle es doctor en Derecho y en Ciencias políticas por la Universidad de Harvard y profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Illinois. Fue asesor legal de la Delegación Palestina para las negociaciones de paz en Oriente Próximo entre 1991 y 1993. Es autor, entre otras obras, de World Politics and International Law, The Future of International Law and American Foreign Policy, Foundations of World Order, The Bosnian People Charge Genocide, The Criminality of Nuclear Deterrence, Palestine, Palestinians and International Law, Destroying World Order, Biowarfare & Terrorism, Breaking All the Rules . Está próxima la aparición de su próximo libro titulado Tackling America's Toughest Questions.

Paloma Valverde es miembro de Rebelión y de la Campaña contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq (CEOSI, www.iraqsolidaridad.org ).



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De: Comocomo Enviado: 31/01/2009 07:59
Mira burra
Las Naciones Unidas y Palestina. ¿Hasta cuándo?
Por: Walid Salim Abdel-Rahim*
20 de noviembre del 2003

 
Las Naciones Unidas son responsables de la tragedia del pueblo palestino, de su emigración y de la pérdida de sus tierras, así como de convertir su causa nacional en causa de refugiados, en el marco de esta organización, para que el mundo olvide su responsabilidad histórica 
El 29 de noviembre de 1947 las Naciones Unidas aprobaron la Resolución 181 sobre la repartición de Palestina entre árabes y judíos; la ciudad de Jerusalén quedaba bajo supervisión internacional. Este hecho marca el comienzo del éxodo palestino. El 15 de mayo de 1948 se produce el fin oficial del mandato británico y, al mismo tiempo, la creación del Estado de Israel sobre más de la mitad del territorio palestino. La segunda parte de la resolución referente a la parte palestina nunca se cumplió. 
A finales de la Primera Guerra Mundial, ingleses y franceses dividieron las zonas de influencia del derrotado Imperio turco. Gran Bretaña aplicó el concepto del “mandato” en Palestina para poder llevar a cabo el plan sionista-colonialista materializado mediante la Declaración de Balfour, que resume la promesa británica de crear un “hogar nacional” judío en Palestina. Este se completó definitivamente en 1948. 
Responsabilidad de la ONU 
Las Naciones Unidas son responsables de la tragedia de este pueblo, de su emigración y de la pérdida de sus tierras, así como de convertir su causa nacional en causa de refugiados, en el marco de esta organización, para que el mundo olvide su responsabilidad histórica y exprese sus sentimientos hacia los “refugiados” en forma de caridad en los diferentes países árabes donde ellos se encuentren. 
La Resolución de la creación del Estado de Israel por parte de la ONU entraña una gran responsabilidad política y moral de esta organización hacia los palestinos, que debe asumirse en ese mismo marco internacional. 
El pueblo palestino, a pesar de las condiciones infrahumanas de vida a que ha sido sometido, ha enfrentado la usurpación de su patria, la confiscación de sus propiedades, la expulsión de sus hijos, y no olvida ni un instante la responsabilidad de la ONU; pero al mismo tiempo comenzó a organizarse y a movilizarse para trazar el camino de la lucha contra las fuerzas colonialistas-sionistas, en correspondencia con los derechos que le confieren las leyes internacionales, y optó por la lucha armada para alcanzar sus objetivos nacionales. 
El mundo ya percibe la justeza de la lucha palestina, una causa que empezó a ganar terreno dentro y fuera de los países árabes, especialmente después del reconocimiento de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) como única y legítima representante del pueblo palestino, que alcanzó su nivel más alto con la invitación al presidente Yasser Arafat a hablar en la ONU en 1974, en nombre de la revolución palestina y de todos los movimientos de liberación nacional del mundo. 
La OLP representaba entonces la vanguardia de esos movimientos y obtuvo desde sus inicios la condición de miembro observador de la ONU, miembro pleno de la Liga Árabe, vicepresidente del Movimiento de Países No Alineados, miembro de la entonces Organización para la Unidad Africana (OUA) y de la Conferencia Islámica. 
La lucha del pueblo palestino, armado de su voluntad nacional y de la legalidad internacional, persigue devolver los derechos usurpados a sus verdaderos dueños, poner fin a la ocupación israelí de la tierra palestina, el retorno de los refugiados y crear un Estado independiente. Estos objetivos están reconocidos por la legalidad internacional a través de la Resolución 242, que exige la retirada de las fuerzas de ocupación israelí de los territorios árabes después de la guerra de junio de 1967, y la Resolución 338, que reconoce el derecho del pueblo palestino a un Estado independiente. 
A partir de estas posiciones, los palestinos lograron poner a Israel en el banquillo de los acusados, sobre todo después de la unidad de todas las fuerzas palestinas alrededor de la OLP y de la materialización de la heroica Intifada, que comenzó a través de los enfrentamientos diarios contra las fuerzas de ocupación exigiendo el fin de la presencia fascista. 
La piedra palestina enfrentaba al tanque israelí; el niño palestino enfrentaba al soldado, al margen de sus armas sofisticadas. Tales imágenes se convirtieron en una condena internacional a las prácticas fascistas de Israel contra los civiles palestinos, y ampliaron el marco de solidaridad internacional con su pueblo. 
Exclusión de la ONU 
Tras la primera Guerra del Golfo y a la sombra de su hegemonía, EE.UU. convocó una Conferencia de Paz para el Medio Oriente en Madrid entre árabes e israelíes sobre la base de las resoluciones 242 y 338. Bajo las presiones de Israel y de Estados Unidos, en el sentido de no reconocer una representación palestina independiente, la conferencia se celebró con una delegación conjunta palestino-jordana con el lema: “Tierra a cambio de paz”, auspiciada por EE.UU. y Rusia; sin embargo, las Naciones Unidas quedaron excluidas de asumir un papel protagónico en ese conflicto. El gobierno estadounidense, desde su posición, ha manipulado el conflicto árabe-israelí. 
Se produjo el reconocimiento mutuo entre la OLP e Israel, que dio origen al acuerdo de paz firmado en Washington en 1993, conocido como (acuerdo de principios) Gaza-Jericó I. El documento contenía un punto referido a la retirada de las tropas israelíes de Cisjordania y Gaza en tres etapas; asimismo, convocaba a elecciones democráticas en los territorios palestinos, lo cual conduciría a la creación de un Estado palestino independiente. 
En 1994 el presidente Arafat retorna a Gaza, junto con fuerzas palestinas, para iniciar la construcción de las bases del futuro Estado independiente. Israel comenzó a poner trabas a tales acuerdos para no llevar a cabo todos los esfuerzos a favor de “la paz de los valientes” entre ambos pueblos, el palestino y el israelí. Los sucesivos gobiernos sionistas violaron sistemáticamente las disposiciones; la ocupación continuó, así como la construcción de asentamientos, el robo de tierras y aguas, y el bloqueo impuesto al pueblo palestino. 
La visita de Ariel Sharon, por entonces jefe de la oposición de la derecha israelí, a la explanada de la mezquita Al-Aqsa, marcó el comienzo de la segunda Intifada. Conocido como el carnicero de Sabra y Chatila en 1982, Sharon llegó a la primera magistratura en 2001 y de inmediato ordenó la reocupación de ciudades y tierras palestinas, impuso el bloqueo al símbolo de la resistencia palestina –el presidente Yasser Arafat–, estableció la política de asesinatos selectivos, la confiscación de tierras, la construcción de asentamientos y la aplicación de la hambruna contra el pueblo palestino. Todo ello, en medio de un increíble silencio internacional y del total apoyo de la administración de George W. Bush a sus aliados históricos. 
Después del 11-S 
La alianza norteamericano-israelí tuvo expresiones inéditas en el nuevo contexto internacional, caracterizado por los impactos pos 11 de Septiembre. La lucha contra el terrorismo fue esgrimida como pretexto para emprender una guerra contra los árabes: primero contra los palestinos, luego contra Afganistán y, más recientemente, contra Iraq. Después de los lamentables sucesos de las Torres Gemelas de Nueva York, EE.UU. dio todo el apoyo a Israel y a su agresión contra el pueblo palestino y los países árabes, desconociendo incluso el papel de la ONU. El mundo de hoy se encuentra bajo dirección norteamericana que se basa en el poderío militar para imponer sus intereses globales. 
El pueblo palestino se ha convertido en el objetivo principal de dicha alianza. Se están destruyendo las estructuras de dirección de la Autoridad Nacional Palestina y se estimula el asesinato del presidente Arafat a plena luz del día: una clara expresión de la política de terrorismo de Estado dirigida por el no menos terrorista Ariel Sharon. 
El conflicto árabe-israelí no puede resolverse con la continuación de la ocupación de los territorios árabes, ni con la construcción de muros racistas en el territorio palestino que incluso dividen a las familias entre sí. ¿Acaso Israel no ha aprendido las lecciones de la historia con el Muro de Berlín y la caída de los regímenes fascistas y racistas? En vez de construir un muro de odio, deberían construir la cultura de paz y de convivencia entre dos pueblos del Medio Oriente. 
En esta nueva etapa histórica, el pueblo palestino, a través de su resistencia contra el genocidio israelí, no puede sino dirigirse a todos los pueblos del mundo y reclamar un papel efectivo de la ONU, así como el envío de fuerzas de protección contra esa invasión de la barbarie. En otras palabras, el pueblo palestino se dirige a la ONU para que asuma sus funciones, enmiende el error histórico de 1948 e imponga sus resoluciones a fin de que pueda construir un Estado independiente, como otros pueblos del mundo. 
A lo largo de estos años de enfrentamiento, ¿acaso no se convencen los criminales en el poder en Israel de que aplastar la esperanza del pueblo palestino es inviable? ¿Acaso no perciben que las soluciones militares no son tales, y que por consiguiente la única vía es la paz? La única solución es la retirada israelí de los territorios palestinos y el cese de la construcción de asentamientos. 
La creación de un Estado independiente de acuerdo con las resoluciones de la ONU es impostergable. ¿Hasta cuándo las Naciones Unidas estarán incapacitadas para desempeñar su verdadero papel?. 
*doctor en Ciencias y representante de Palestina en el Secretariado Ejecutivo de la OSPAAAL

  http://www.fdlpalestina.org/articulos/las_naciones_unidas_y_palestina.htm

Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: maikohara4 Enviado: 31/01/2009 15:59
Orden de arresto para estos asesinos.
 
 
Traducido al espanol en Rebelion.
 

Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: Comocomo Enviado: 31/01/2009 15:59
Maiko
Vete a Cuba


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