a Fed reveló el jueves que el patrimonio neto de los hogares estadounidenses descendió en US$11 billones (millones de millones), un derrumbe en un solo año que iguala la producción anual combinada de Alemania, Japón y el Reino Unido. Los datos marcan el fin de una era definida por viviendas primarias y secundarias, fondos de retiro cada vez más abultados y portafolios de inversiones que crecían sin parar.
Recesiones anteriores han sido leves interrupciones en comparación con las pérdidas que soportaron los estadounidenses el año pasado, lo cual los dejó por debajo de los niveles de 2004. Pero la caída del patrimonio neto de los estadounidenses se produce después de un auge extraordinario. La riqueza de las familias creció a más del doble entre 1992 y 2000, y, tras una pausa, subió casi 50% antes del colapso de 2008.
Mientras el valor de sus activos se desplomaba, la deuda total de los estadounidenses no registró grandes variaciones. La deuda total de las familias aumentó medio punto porcentual en 2008, cuando hicieron frente a un menor acceso al crédito y muchos comenzaron a esforzarse por vivir de acuerdo a sus ingresos. Después de años en que el constante aumento de sus activos los hizo abrir la billetera, este fenómeno, conocido como el efecto de la riqueza, se revirtió, contribuyendo a la frugalidad.
Dawn Cortese, madre de tres varones, recuerda los días de bonanza cuando trabajaba como ejecutiva de ventas de la farmacéutica Pfizer Inc., cuya acción se había ido a las nubes debido a las ventas de medicamentos populares como Viagra y Lipitor.
"Miraba mi cuenta de retiro y nos sentíamos cómodos, felices... Nunca fui muy cautelosa", reconoce Cortese, de 40 años, de Oakland, Nueva Jersey. Si sus hijos y sus amigos querían hamburguesas y pizza luego de un partido de hockey en patines, ella se las compraba. Tenía una mucama que limpiaba su casa de cuatro dormitorios y un jardinero que cortaba el césped.
Hace 18 meses, Cortese renunció a Pfizer para fundar una empresa de organización de eventos. Al principio le fue bien. Un fin de semana convertía una fiesta para una niña de 15 años en un estudio de Hollywood con reflectores y megáfonos, y al siguiente transformaba una fiesta de jubilación en un evento de música country.
A fines del año pasado, sin embargo, el negocio empeoró. Los elementos que utilizaba para las fiestas se llenaron de polvo, guardados en el sótano. Ahora, Cortese se dedica a otro emprendimiento: vende productos de cuidado de la piel a través de Arbonne International LLC.
Su marido, Chris, afirma que su empleo es relativamente estable. Pero el matrimonio está tratando de apuntalar sus finanzas. Han puesto su casa en venta por US$799.999, US$100.000 menos que lo que valía hace un año, cuenta Dawn Cortese.
El portafolio total de la familia, compuesto por acciones, planes de jubilación y fondos para la educación de sus hijos, se redujo 35%, afirma la pareja.
"Aunque mi marido tiene un buen empleo, estoy mirando nuestro portafolio y tratando de hacer lo que sea más conveniente", dice Cortese, quien ha comenzado a utilizar cupones de descuento y a cocinar en casa para ahorrar. Si pueden vender la casa, la idea es comprar una vivienda más barata o incluso arrendar por algunos años. "Mi padre siempre decía, Dawn, hay que gastar menos de lo que ganas. Eso es lo que estoy tratando de hacer", dice Cortese.
En general, el documento trimestral de la Fed, conocido como el informe del flujo de fondos, deja en evidencia la nueva carga que pesa sobre el consumidor en EE.UU.: los créditos hipotecarios y la deuda de tarjetas de crédito totalizaron US$13 billones, un 123% de los ingresos después de impuestos. En 1995, por ejemplo, la cifra correspondió al 83% de los ingresos.
La recesión que comenzó en diciembre de 2007 ha revertido un auge especialmente prolongado. "Lo que llama a engaño cuando se señala que esta es la caída más estrepitosa es que fue precedida por uno de los ascensos más espectaculares", explica David Backus, profesor de economía de le Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York. "Aun cuando ha bajado, no es un nivel bajo comparado con los últimos 50 años de historia".
El patrimonio neto de las familias de EE.UU. ascendió a US$51,48 billones a fines de 2008, según la información de la Fed. Además de haber bajado un 17,9% respecto al año anterior, se ubicó un 9% por debajo del nivel del tercer trimestre. La cifra neta abarca todos los activos de las familias --viviendas, acciones, propiedades personales-- a lo que se resta la deuda total.
Deidre Helberg, de Freeport, Nueva York, poseía dos casas y operaba una guardería desde una de ellas. Luego vendió una de las casas y la guardería e invirtió en otro negocio. "Ese dinero ahora se ha esfumado", afirma con amargura.