El que parece ser el divorcio más escandaloso del año, está cada vez más complicado. La ruptura definitiva entre Silvio Berlusconi y su esposa Verónica Lario sumó hoy otro capítulo luego de que se filtrara una serie de fotos del premier en el cumpleaños de Noemi Letizia, la tercera en discordia.
"Il Cavallieri" había prometido publicar estas mismas imágenes en "Chi", una de sus revistas, pero el tiro le salió por la culata. Las imágenes salieron en el "Corriere Della Sera" y expertos consultados por el diario dicen que las fotos serían trucadas y que el premier italiano habría sido "cortado y pegado".
La idea de Berlusconi era mostrar las fotos del cumpleaños número 18 de Noemi Letizia como prueba de que en la fiesta –a la que fue invitado por su amigo y padre de la joven- "no pasó nada" entre ellos.
El escándalo estalló luego de que Noemi Letizia tratara de "papi" a Berlusconi y los medios publicaran la historia. La chica salió a decir después que el familiar trato con el mandatario se debe a que para ella es un "segundo padre", versión que pocos creen. Lo cierto es que Verónica Lario, la aún esposa del premier, estalló y dijo basta.
Las imágenes publicadas hoy y reproducidas por decenas de sitios en Internet ponen en duda que Berlusconi haya estado en la "inocente" fiesta y tiran por la borda su coartada: que sólo estuvo allí unos minutos.
La separación final de la pareja comenzó el 28 de abril pasado, cuando Lario leyó en el diario "La Repubblica" que su marido –que faltó al último cumpleaños de sus tres hijos- había ido hasta el pueblo sureño de Casoria para soplar las velitas junto a Noemi Letizia. Según la prensa rosa, Berlusconi le llevó de regalo un collar de oro con un brillante.
Mientras la polémica crece, la historia de este divorcio ocupa más y más espacio en los medios. En especial en la televisión italiana, donde los informes sobre la separación están siendo musicalizados con una particular canción: un reggaeton llamado "Papi".