BOGOTÁ, Colombia, mayo 13, 2005.- John Jairo
Velásquez, quien fuera "jefe militar" del capo del cartel de Medellín,
Pablo Escobar, involucró a Raúl Castro, ministro de Defensa de Cuba y
número dos del régimen comunista, en el tráfico de drogas en la década
de 1980.
Velásquez, más conocido por su apodo de "Popeye",
reconoció desde la cárcel de Cómbita (Boyacá, centro), donde purga una
condena de 20 años desde 1991, las relaciones del cartel de Medellín
con "los cubanos" y aseguró que era Raúl Castro, hermano del presidente
cubano, Fidel Castro, el "contacto directo".
En una entrevista
telefónica con Televisión Española en Bogotá, "Popeye" también afirmó
que el tráfico de cocaína del cartel de Medellín pasaba por la
Nicaragua de los sandinistas.
En 1989, el régimen cubano
fusiló al general Arnaldo Ochoa por tráfico de drogas procedentes del
cartel que dirigía Escobar y La Habana presentó este caso como
"aislado" dentro de sus fuerzas armadas.
Sin embargo, según el
jefe de sicarios de Escobar, el capitán Jorge Martínez Valdés, también
fusilado por los mismos hechos y ayudante de Ochoa, se entrevistó
varias veces en Medellín con el capo, y en algunas de estas
conversaciones estuvo presente "Popeye".
En la entrevista,
"Popeye" aseguró que "Escobar le dijo que ya había hecho negocios con
los cubanos", y preguntado con quién exactamente, afirmó que "el que
sabía (de este negocio del tráfico de drogas a través de Cuba) era Raúl
Castro. El contacto directo era Raúl", pero "nunca se supo si Fidel
sabía".
"La droga llegaba directamente a Cuba en aviones o a través de Centroamérica", continuó, "y de ahí (se enviaba) a Miami".
De los países de Centroamérica, Velásquez citó a Nicaragua, país en el
que Pablo Escobar se refugió tras huir de Panamá a finales de los años
80, desde donde se realizaron "varios vuelos" con droga, y donde
Escobar "tenía el visto bueno de los sandinistas".
Las
declaraciones de "Popeye" se producen después de que ayer, jueves,
fuese detenido en la ciudad de Armenia (oeste) el ex político Alberto
Santofimio Botero, acusado de ordenar el asesinato de Luis Carlos Galán
(agosto de 1989), candidato a la Presidencia de Colombia de 1990 y al
que todos consideraban como seguro ganador.
"Popeye" decidió
hace tres semanas testificar ante la Fiscalía su relación con ese
asesinato y aseguró que el entonces senador Santofimio, considerado
"padre político" del capo, le dijo: "Pablo, mátalo", porque entendía
que era segura la elección de Galán y que lo extraditaría.
Santofimio fue ministro de Justicia, presidente de la Cámara de
Representantes, senador, presidente del Partido Liberal e incluso
candidato presidencial.
De todos modos, desde 1978 ha pisado
la cárcel varias veces y en 1982 acogió en su movimiento, Alternativa
Liberal, a Pablo Escobar, a quien Galán había rechazado para integrarse
en el Partido Liberal, por sus vínculos con el narcotráfico.
Escobar salió como suplente en la Cámara de Representantes y desde entonces Santofimio se convirtió en su "padrino político".
"Popeye" contó que él estaba presente en esas entrevistas, donde
también Santofimio le aconsejó que asesinara a Andrés Pastrana,
entonces candidato a la alcaldía de Bogotá, que ganaría en 1988, y
después presidente (1998-2002), y otros.
"Popeye", que fue
autor, bien material u organizador, de asesinatos en esa época por
órdenes de Pablo Escobar, declaró en la entrevista que él fue quien
secuestró a Pastrana en enero de 1988, pero se desestimó su asesinato.
La "mano derecha ejecutora" de Escobar dijo a la Fiscalía que no había
querido hablar hasta ahora porque antes temía por su vida dado el poder
de Santofimio, que podría hacer que lo trasladasen de cárcel para que
lo mataran.
La Fiscalía hayó veraz el relato de "Popeye", que
se ha sometido a dos cirugías en el rostro, y que coincide con
numerosos indicios que tenía contra Santofimio, por lo que ordenó su
detención.
Velásquez, en 1983, con 22 años de edad y conocido
en el mundo del hampa en Medellín, fue reclutado como sicario por Pablo
Escobar y poco a poco se ganó la confianza del capo hasta convertirse
en su hombre de confianza y jefe de sus sicarios.
Entre otros asesinatos se le atribuye el de Guillermo Cano, director del diario EL Espectador en diciembre de 1986.
"Popeye", fiel a su jefe, se entregó a la justicia con Escobar en 1991,
cuando ya se había abolido la extradición, pero el capo huyó un año
después para ser abatido a tiros por la Policía en Medellín en 1993.
John Jairo Velásquez ultima un libro de memorias que se editará
próximamente con el título de "Sangre, Traición y Muerte" y en el que
narra sus experiencias al lado del más famoso de los narcotraficantes,
Pablo Escobar.