El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se mostró a favor de la creación de un estado palestino soberano, al tiempo que reclamó a Israel que ponga fin a la política de asentamientos en la zona. El mandatario estadounidense se pronunció de esta manera durante un encuentro en Washington con el premier israelí, Benjamin Netanyahu.
Según Obama, Netanyahu tiene la "oportunidad histórica" de lograr un avance "serio" en las negociaciones con los palestinos. Al respecto, instó a ambas partes a cumplir con las "obligaciones de la Hoja de Ruta", el plan de paz internacional que prevé la solución de dos Estados -uno israelí y otro palestino- para el histórico conflicto en Medio Oriente.
"Confío en que en los próximos días, semanas y meses logremos progresos en esta materia", subrayó Obama, quien calificó de "extraordinariamente productivas" sus conversaciones con el premier israelí.
Netanyahu, en simultáneo, manifestó el interés de su gobierno en iniciar negociaciones con los palestinos de forma "inmediata", pero eludió mencionar expresamente la posibilidad de crear dos Estados, demandando "menos terminología y más sustancia" en eventuales conversaciones bilaterales.
"No queremos gobernar a los palestinos. Queremos vivir en paz con ellos. Queremos que se gobiernen a sí mismos, pero sin aquellos que pudieran poner en peligro al Estado de Israel", agregó Netanyahu, quien exigió además que los palestinos "reconozcan" a Israel como un Estado judío y su derecho a defenderse. "Si se cumplen esas condiciones, creo que podemos ver un acuerdo donde los palestinos e israelíes vivan lado a lado en dignidad, seguridad y paz", agregó.
En la primera reunión formal entre Obama y Netanyahu, que se prolongó más de lo esperado, ambos gobernantes coincidieron además en la necesidad de evitar que Irán se convierta en una potencia nuclear, aunque también manifestaron diferencias respecto a la manera de lidiar con el gobierno de Mahmud Ahmadineyad.
Mientras que Netanyahu subrayó la "urgencia" del problema nuclear iraní, Obama se manifestó en contra de "imponer" un plazo "artificial" para su estrategia de ofrecer el diálogo a Teherán, aunque -a la par- dijo esperar algún tipo de resultado por la vía diplomática para "antes de finales de año". En caso contrario, el presidente estadounidense no descartó la adopción de una "gama de medidas" que incluyan nuevas y más fuertes sanciones internacionales contra Irán.
Por su parte, Netanyahu insistió en que el programa nuclear iraní constituye una amenaza, no sólo para su país, sino para toda la región. "En mis 59 años de vida, en la vida del Estado judío, nunca ha habido un momento en el que los árabes e israelíes vieran una amenaza común como la que vemos hoy en día, y también vemos la necesidad de trabajar juntos para lograr la paz, a la par que nos defendemos contra esta amenaza común", dijo respecto a Irán.