“Benedetti, cómplice del martirio de escritores cubanos mucho mejores que él. Benedetti funcionario de la dictadura mientras pateaban a Reinaldo Arenas, humillaban a Padilla y la policía recetaba electroshocks a René Ariza. Benedetti que nos llamaba delincuentes en 1980 mientras nos lanzábamos al mar (…) Hoy es uno de esos días en que me encantaría que existiera el Infierno para que al desembarcar allí Benedetti lo estuviera esperando Arenas y le propinara una merecida patada en el culo”.
Ha muerto Mario Benedetti, un poeta del montón. Benedetti fue un hueleculo de los Castro y por lo tanto cómplice de tantos crímenes y tantos abusos y tantas celdas tapiadas y tantas torturas y tantos ahogados en el mar y tantos tiroteados tratando de huir de la dictadura de la que Benedetti fue servil empleado.
Benedetti, cómplice del martirio de escritores cubanos mucho mejores que él. Benedetti funcionario de la dictadura mientras pateaban a Reinaldo Arenas, humillaban a Padilla y la policía recetaba electroshocks a René Ariza. Benedetti que nos llamaba delincuentes en 1980 mientras nos lanzábamos al mar.
En El País ya van por cuatro páginas enteras que incluyen apología de la Caguama Nobel, el ex sandinista Ramírez que dice que “la leyenda se hace carne entre nosotros” y otras sandeces, y una crónica corintellanesca de Juan Cruz. Un desexiliado, dice Cruz. Vaya con estos izquierdistas que siempre pueden regresar de sus exilios y terminan ¡en el Panteón Nacional! El poeta del compromiso, puaf, y la conciencia, puaf. Su alma estaba herida, la voz de su pueblo, puaf, puaf, puaf.
En El Mundo titulan: ¡Un poeta preocupado por el prójimo! Ja, ja, puaf. Siempre y cuando no fueran prójimos cubanos machacados por su amado Fidel. ¿Alguien hablará del daño que tanta poesía vendida, que tanto ripio populachero hizo apuntalando asesinatos y atropellos siempre y cuando se cometieran en nombre del amado Fidel?
La progresía española, tan burra, tan canalla, está de luto.
Hoy es uno de esos días en que me encantaría que existiera el Infierno para que al desembarcar allí Benedetti lo estuviera esperando Arenas y le propinara una merecida patada en el culo.
Ya ves Papiyo, lo que más rabia les dá a los gusanos,es que la gente inteligente se apasione por Cuba y su revolución, como tantas personalidades de las letras,jeje
Las "Putas Tristes" de Fidel Castro. Por: Mario Vargas Llosa.
17-11-2005
Entre los defectos de Fidel Castro no figura la disimulación. En los 45 años que lleva en el poder la dictadura más larga de América Latina- nunca ha pretendido engañar sobre la naturaleza de su régimen ni sobre los principios en que se funda su manera de gobernar.
Cuba vive bajo un sistema "comunista" (son sus palabras), que, según él, es más justo y más libre que las putrefactas democracias capitalistas, a las que en todos sus cacofónicos discursos el "comandante" manifiesta siempre el soberano desprecio que le merecen, y a las que les pronostica que se desmoronarán bajo el peso de su corrupción interna. Es posible que Castro sea la única persona en Cuba que cree esas sandeces, pero, sin duda, se las cree, y como en la isla reina un totalitarismo vertical donde el jefe máximo tiene poderes omnímodos, el sistema funciona en razón de semejantes convicciones, machacadas por la propaganda unidimensional ante los cubanos como si fueran axiomas revelados. (Es por esta razón que Reporteros sin Fronteras acaba de situar a Cuba en el lugar 166, entre 167 países examinados, en lo que concierne a la libertad de prensa).
El "comandante" lo ha hecho saber hasta la saciedad: como el régimen comunista cubano es superior a las democracias occidentales no va a cometer la debilidad de admitir elecciones libres, libertad de expresión, de movimiento, tribunales y jueces independientes, alternancia en el poder, etcétera. Esas instituciones y prácticas son cortinas de humo para la explotación que prolifera en las democracias "social-pendejas", exquisita vulgaridad inventada por Castro para denigrar a los socialistas y social demócratas que lo critican.
¿Para qué convocaría a elecciones libres un gobierno que cuenta con el 99,9% de la población? ¿Para sembrar la división y el caos en esa hermosa unidad sin censuras que garantiza el régimen de partido único? Quienes piden aquellas consultas electorales, libertad de partidos políticos, prensa independiente y cosas por el estilo, quieren, en verdad, abrir las puertas de Cuba a los imperialistas empeñados en acabar con las grandes "conquistas sociales" de la revolución -¿debe incluirse entre ellas el haber enviado a los homosexuales junto a delincuentes comunes a campos de concentración en los tiempos de las Umap?- y convertir a Cuba en una democracia neo-colonial, seudo liberal y social pendeja, donde 11 millones de cubanos serían explotados sin misericordia por un puñado de capitalistas yanquis.
Quienes piden semejantes cambios son, simplemente, enemigos de la revolución, agentes del imperialismo y deben ser tratados como delincuentes y traidores a su patria. No son meras palabras de un paranoico megalómano, sino una convicción respaldada por 45 años de conducta rectilínea, en los que Castro no ha dado un paso atrás. Esta se ha visto materializada una y otra vez en encarcelamientos masivos, una represión sistemática ante la más mínima manifestación de disidencia, con escarmientos periódicos en los que reales o supuestos desafectos al sistema son juzgados y condenados, en juicios tan grotescos como los que se llevaban a cabo en la URSS estalinista. Que, a pesar de esta política de terror sistemático haya todavía cubanos, como el poeta Raúl Rivero y sus 75 compañeros encarcelados en la última oleada represiva, que, desde las cárceles donde se pudren en vida, mantengan vivo el espíritu de resistencia, no sólo asombra y llena de admiración: además, demuestra, como lo ha subrayado Vaclav Havel en el homenaje que acaba de rendirles, que aun dentro de las sociedades devastadas por el oscurantismo la libertad encuentra siempre la manera de sobrevivir.
Que este régimen tenga todavía partidarios en el extranjero no tiene por qué sorprender. El odio que la sociedad abierta inspira a muchos los lleva a preferir una dictadura "social" a la democracia, y por eso deploran la caída del Muro de Berlín, la desintegración de la Unión Soviética y la conversión de China Popular a un capitalismo "salvaje" (aquí sí es admisible la expresión). Desde luego, yo creo que están equivocados y que muchos no podrían soportar 24 horas en una sociedad como la que defienden, pero, si creen eso, es lógico que se muestren solidarios de una satrapía que encarna sus propios ideales y aspiraciones políticas. Hay que reconocerles una indiscutible coherencia.
Hay, en cambio, incongruencia, en que intelectuales, políticos o gobiernos que se dicen democráticos sirvan los intereses de un régimen enemigo de la cultura democrática y, en vez de mostrarse solidarios con quienes en Cuba van a prisión, sometidos a toda clase de privaciones y tropelías, apoyen a sus verdugos y jueguen el papel de celestinas o "putas tristes" -empleando un término de actualidad- de la dictadura caribeña.
Es un insulto a la inteligencia pretender hacer creer a cualquiera que haya seguido someramente el casi medio siglo del régimen cubano, que la manera más efectiva de conseguir "concesiones" de Castro es el apaciguamiento, el diálogo y las demostraciones de amistad con su tiranía. Y lo es porque el propio Fidel Castro se ha encargado de disipar cualquier malentendido al respecto: él tiene cómplices, cortesanos, sirvientes, que colaboran con su política, sus designios, su gobierno y su modelo político-social, de los que ninguno de sus numerosos "amigos" lo ha hecho apartarse jamás un milímetro. Es verdad que, a veces, algunos de esos politicastros convenencieros o intelectuales en pos de credenciales progresistas que van a retratarse con él y a echarle una mano publicitaria reciben como regalo un preso político. Pero esa asquerosa trata de presos en vez de mostrar un ablandamiento del régimen es más bien una señal de inhumanidad.
¿A qué viene todo esto? A que el gobierno español de Rodríguez Zapatero acaba de hacer pública su intención de apandillar un movimiento para que la Unión Europea, que, luego de los fusilamientos y condenas a los 75 disidentes había optado por una política de firmeza ante la dictadura cubana mientras no hubiera progresos reales en materia de derechos humanos, rectifique y opte más bien por el acercamiento y el diálogo amistoso con Castro, es decir, por cortar toda vinculación y apoyo a sus opositores. El pretexto es que la "firmeza" no ha dado resultados. ¿Qué resultados han dado la cobardía y la complicidad con el régimen cubano de todas esas "democracias" latinoamericanas que votan a favor de Fidel Castro en las Naciones Unidas? Por lo menos la política adoptada por la Unión Europea ha enviado un mensaje claro a los millones de cubanos que no pueden escapar, de que no están solos y que las democracias occidentales están moral y cívicamente de su lado en ese combate que tarde o temprano vencerán.
Acercamiento y diplomacia son eufemismos para los que, hablando claro, es una abdicación vergonzosa de un gobierno que decide contribuir a la supervivencia de una dictadura tan innoble como la de Franco, y una puñalada a los innumerables cubanos que sueñan con vivir en un país sin la asfixiante monotonía del partido único.
Lo más criticable en este caso es que, los gobernantes españoles, a menos de haber caído víctimas de una súbita plaga de angelismo pueril, saben perfectamente que el cambio que proponen no conseguiría la más mínima apertura del régimen, y, por el contrario, echaría a sus desfallecientes pulmones una bocanada de oxígeno (Fidel Castro ya dijo públicamente que la decisión del gobierno español era "la correcta"). ¿Por qué lo hacen, entonces? Para consumo interno. Para probar que también en este ámbito hay una ruptura radical con el gobierno anterior. O para dar un poco de aliento a esos remanentes tercermundistas y estalinianos que, aunque felizmente muy minoritarios, existen todavía dentro del socialismo español, muy rezagado en este respecto de sus congéneres británicos, franceses, alemanes y nórdicos, donde los socialistas no tienen el menor complejo de inferioridad frente al Gulag tropical cubano.
Mi esperanza es que esos magníficos "socia-pendejos" europeos impidan que esta iniciativa lamentable se materialice. Ella debe ser denunciada y combatida como lo que es: un acto demagógico e irresponsable que sólo servirá para apuntalar a la más longeva dictadura latinoamericana. No debemos permitir que la España democrática, moderna y europea que en tantos sentidos es un ejemplo para América Latina se convierta en la "puta triste" de Fidel.
17 Nov 2005 ... MARIO VARGAS LLOSA LAS PUTAS TRISTES DE FIDEL CASTRO. CUBA DEMOCRACIA Y VIDA. Entre los defectos de Fidel Castro no figura la disimulación. ... www.cubademocraciayvida.org/web/article.asp?artID=1476 - 92k - Cached - Similar pages -
Ente las putas tristes del imperio,se encuentran todo$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$$,los gusanos envidiosos y frustrados,que llorn desde lejos su cobardia,y se jactan de sus ignorancias,entres las triste putas del imperio,se encuentran Vargas LLOsa,Carlos Alberto Montaner,Raul Rivero y toda esa calana de engendros rapaces que se compone la fauna que le lamen la cola a los imperialistas,por las buenas migajas que les tiran..Crees que un Aura Tinosa se baje del alambre sin haber vista una inmundicia para comer?..He ahi las putas triste del imperio....
Ya ven, Matilda y Maiko : Los gusanos anticastristas viven a contramano de la Historia y estrellándose permanentemente contra la realidad. Mientras ellos repudian al gran poeta y escritor, el mundo le rinde honores.
Lágrimas de chicos y de grandes en el adiós a Benedetti
IR CON ELLA. EL POETA DESCANSARA JUNTO A LUZ, SU MUJER DE TODA LA VIDA.efe
Miles de personas despidieron ayer a Mario Benedetti en el Cementerio Central de Montevideo. El escritor murió el domingo, a los 88 años. La ceremonia, marcada por la emoción, fue una nueva muestra del sentimiento de admiración que supo sembrar en su pueblo.
A eso de las 10, un nutrido grupo de personas, públicas y anónimas, tomaron de las asas el féretro -en el Palacio Legislativo- y lo llevaron, siguiendo la alfombra roja, hacia la camioneta que esperaba en la puerta principal del Palacio Legislativo. De inmediato, varios coches fúnebres y también particulares, además de cientos de personas de a pie, iniciaron por la calle Yaguarón el lento cortejo hacia el cementerio, distante a unas veinte cuadras.
En el trayecto fue sumándose gente, mientras otros salían de los negocios, o a las puertas y balcones de su casa para mostrar -con aplausos o con un respetuoso silencio- su afecto y admiración hacia el autor de La tregua.
En los alrededores del Panteón Nacional esperaban otros cientos de personas, personalidades de la cultura, de la política y otros ámbitos, además de jóvenes y niños, muchos con flores en las manos y lágrimas en los ojos. Todos escucharon las palabras del músico Daniel Viglietti -quien por tres décadas hiciera junto a Benedetti el recital A dos voces- del escritor y hoy Director Nacional de Cultura, Hugo Achúgar, y de la ministra de Cultura, María Simón.
Cuando la gente se fue, el cuerpo del autor fue llevado al cementerio del Buceo, donde descansará junto a Luz, su compañera de todas las horas.
El mundo llora a Benedetti "Después de todo, la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida"
El escritor uruguayo Mario Benedetti, cuya obra ha sido considerada como la conciencia poética de Latinoamérica, murió ayer en su casa de Montevideo a la edad de 88 años, tres años después de que “empezara a morir”, como él mismo dijo tras perder al amor de su vida, su esposa Luz, con quien compartió la libertad y el destierro, huyendo de la dictadura en su país.
Benedetti arrastraba un delicado estado de salud y había sido ingresado cuatro veces en el último año. La última vez fue el pasado día 6, cuando recibió el alta tras 12 días ingresado por una dolencia intestinal.
“La literatura, ya no la uruguaya, sino la de habla hispana y la de todo el mundo, pierde a una figura de primer nivel, y yo pierdo a mi hermano”, declaró tras conocer la noticia uno de sus más cercanos amigos y colaboradores, el también escritor uruguayo Mauricio Ronsencof, con quien compartió redacción en el semanario Marcha e ideas políticas “entre otras muchas cosas”.
Los restos del poeta serán velados desde hoy en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo y está previsto que participen en el sepelio el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, y el vicepresidente de la república y presidente de la Asamblea General, Rodolfo Nin Novoa.
“Si Mario no dejó instrucciones en contrario, el martes 19 sus restos serán depositados en el Panteón Nacional”, agregó Rosencof, director de Cultura del gobierno local de Montevideo.
Autor prolífico. Siempre se definió como poeta, pero su prolífico legado, con más de 80 obras, dejó ensayos, guiones de cine, novelas, como La tregua y cuentos como Montevideanos o Despistes y franquezas, pero sobre todo poemarios como Sólo mientras tanto o Viento del exilio. Sus obras estaban marcadas por el amor, la solidaridad y, a medida que pasaba el tiempo, por la muerte.
Además, cantantes como Joan Manuel Serrat, Daniel Viglietti, Rosa León, Pedro Guerra y Nacha Guevara, entre otros, pusieron música a sus versos.
Su última obra publicada, el poemario Testigo de uno mismo, fue presentada en agosto del año pasado. En esta obra presentía ya el final de sus días, a la vez que insistía en la soledad sin su amada Luz, su esposa, fallecida en 2006 tras 60 años de matrimonio.
Antes de su último ingreso, Benedetti estaba trabajando en un nuevo libro de poesía cuyo título provisional es “Biografía para encontrarme”.
El escritor uruguayo fue galardonado con el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1999), el Premio Iberoamericano José Martí (2001) y el Premio Internacional Menéndez Pelayo (2005), entre otros.
"Un Mito"
En busca de la utopía y el compromiso social
La biógrafa de Mario Benedetti, Hortensia Campanella, recordó el compromiso social y la coherencia de alguien que creyó “en la vida y en el amor, en la ética y en todas esas cosas tan fuera de moda”.
“Él siempre dijo que se sentía más poeta que otra cosa”, señaló cuando presentó hace unos meses el libro “Mario Benedetti. Un mito discretísimo”, con el que trazó la trayectoria de uno de los mitos de la literatura hispanoamericana del siglo XX y quizá la conciencia poética de todo un continente.
Esa poesía se convirtió en el único báculo para afrontar sus últimos años, tras la muerte en 2006 de su esposa, Luz López, su compañera desde hacía más de seis décadas y su mejor crítico. La de Benedetti ha sido “una vida que ha ido persiguiendo la utopía, el compromiso social y que por eso mismo ha encontrado en la poesía su mejor expresión, o por lo menos, la más querida, la más auténtica”, señaló.