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Desde el estado Monagas, el presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, en cadena nacional le dio la bienvenida al presidente Hugo Chávez a las instalaciones de la “Planta Compresora de Gas PIGAP II”, una infraestructura que fue “recuperada” por el Estado venezolano.
“Estas instalaciones estaban bajo el control de empresas transnacionales y hoy, están bajo el control del pueblo revolucionario por intermedio de la nueva Pdvsa”, dijo.
“Estamos sustituyendo el capital transnacional, la propiedad privada, por la propiedad social en medios tan importantes como éste, para garantizar las operaciones fundamentales de nuestra principal empresa petrolera. Aquí está el Estado venezolano haciendo cumplir nuestras leyes, haciendo cumplir la Constitución”, agregó.
Según explicó Ramírez han pasado a manos del Estado 74 empresas contratistas que prestaban servicios a Petróleos de Venezuela en todo el territorio nacional.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, encabeza el acto de toma de control de la “Planta Compresora de Gas PIGAP II”, en el oriente del país, como parte de la política de nacionalizar el sector auxiliar de la industria petrolera.
La empresa expropiada pertenecía a la firma estadounidense Williams Companies Inc., la cual, según portavoces oficiales, será indemnizada y sus trabajadores no perderán los empleos.
“Se trata de revertir el nefasto proceso de privatización que emprendió la vieja PDVSA (Petróleos de Venezuela S.A.)”, dijo Chávez mientras hablaba informalmente con los trabajadores de la planta.
El complejo PIGAP II está en el estado Monagas y tiene una capacidad de inyección de 1.500 millones de pies cúbicos de gas, que permiten la extracción de 167.000 barriles diarios de crudo.
“Estamos liberando esta tierra y liberando el subsuelo. Es una nueva etapa de compromiso, cada día mayor, con la patria”, señaló el gobernante.
La inyección de gas es una técnica destinada a que los pozos mantengan la presión interna y se les pueda extraer el máximo de su contenido de crudo.
La expropiación se basa en la ley que otorga al Estado el control de actividades ligadas al sector de hidrocarburos, tales como empresas de inyección de agua, vapor o gas, de transporte de trabajadores y de prestación de otros servicios en la industria petrolera.
No se precisó el monto que recibirá Williams por los activos del complejo PIGAP II.
La acción permitirá que “Venezuela recupere los derechos que originariamente le corresponden en materia energética”, indicó el ministerio de Comunicación.
“A partir de ahora, PDVSA controlará las actividades primarias sin colocar en riesgo las instalaciones y el Estado se ahorrará alrededor del 40 por ciento en el presupuesto de gastos”, añadió ese despacho.