La crisis económica mundial comienza a repercutir con fuerza en la vida cotidiana de los cubanos, que ven con cautela y preocupación, muchos con pesimismo, las medidas de ahorro y reducción del consumo anunciadas por el gobierno que ahora preside Raúl Castro.
María Elena, una contadora de 45 años que trabaja en una empresa estatal, dijo ayer que desde hace varias semanas la administración comenzó a tomar medidas para mermar el consumo de electricidad, con mayores controles y reducción de las asignaciones de combustibles.
Muchos cubanos temen que vuelvan los peores años del "período especial', eufemismo con el que llaman a la aguda crisis que padecieron cuando se hundió hace casi dos décadas el bloque soviético, hasta entonces principal proveedor del único Estado comunista de América.
Susana, de 51 años, profesional jubilada por enfermedad, recordó que ese período fue para ella ‘‘muy duro', y comentó que ahora no tiene "las mismas energías para enfrentar una circunstancia siquiera parecida'.
"Guardo la amarga experiencia de la escasez y los largos apagones', añadió.
Norberto Sánchez, joven trabajador del sector gastronómico, dijo que prefiere "esperar a ver que pasa'.
"Estoy preparado para lo que venga. A fin de cuentas, hace años que hay que arreglarse para sobrevivir en tiempos de crisis', agregó.
La economía cubana empeoró en el último año con tres huracanes que causaron pérdidas por $10,000 millones, el aumento de los precios de las importaciones, la caída de las exportaciones y la reducción de ingresos por turismo y remesas, todo lo cual produjo una aguda falta de liquidez.
La Habana ha anunciado "medidas excepcionales' desde el 1 de junio para ahorrar combustibles, a fin de evitar una nueva época de apagones.
El ministro de Economía y Planificación, Marino Murillo, advirtió que el crecimiento económico del 6 por ciento que se planteó el gobierno para el 2009 "no se va a lograr', y que ahora solo espera "2.4 o 2.5 por ciento'.
También indicó Murillo que "habrá restricciones en el consumo' a causa la crisis, aunque aseguró que "no se va a quedar nadie desprotegido'.
El economista opositor Oscar Espinosa Chepe opina que los síntomas de deterioro económico ya se apreciaban desde hacía meses, a causa de casi veinte años de "período especial' y los tres huracanes.
A su juicio, la crisis mundial se presentan en un país "sumergido en una crisis de decenios y castigado por fenómenos naturales', donde "los problemas ya se pueden apreciar en el transporte', mientras disminuye la oferta de productos incluso en las tiendas de venta en divisas.
Gisela Delgado, del grupo opositor Agenda para la Transición, declaró que "es evidente que en Cuba hace mucho tiempo hay una crisis económica'.
"Hacer un llamado a la conciencia de las personas sobre el consumo eléctrico se debe a que no hay dinero para comprar petróleo', agregó.
"Hace rato se ve la escasez de productos. Hasta en las tiendas por divisas y en los agromercados los productos se han encarecido', señaló, y auguró que los próximos meses serán "de mucha penuria para la población y habrá otras medidas que tendrán que tomar para que no se produzca un caos'.
Los medios informativos cubanos, todos estatales, acusaron ayer a las agencias internacionales de exagerar la profundidad de la crisis y minimizar que el pueblo cubano puede salir airoso de situaciones complejas.