Se ha dicho hasta el cansancio que el poder absoluto es peligroso. Un dictador rodeado de incondicionales que por admiración o miedo no le discuten sus opiniones, está ciego. Hubo reyes y emperadores que un exceso de poder les hizo cometer errores graves. El ejemplo clásico es el de Calígula nombrando a su caballo Incitatus cónsul de Bitinia. Y en estos tiempos dictadores han perdido el poder por rodearse de incondicionales e ignorar la capacidad de paciencia de sus pueblos. Anastasio Somoza y Rafael Leónidas Trujillo no supieron que no podían asesinar vilmente al periodista Pedro Joaquín Chamorro y al profesor Jesús Galíndez. Batista, con todo un país en contra por su ejercicio de la impunidad, corrupción y persecución a la juventud cubana, jamás debió robarse descaradamente las elecciones de noviembre de 1958. Y Manuel Antonio Noriega, acusado de narcotráfico en Miami y Tampa, hizo a finales de 1989 el ridículo ante el mundo dando con un machete sobre una tribuna en medio de un discurso y amenazando a los Estados Unidos con sus fuerzas de elite 'Macho del Monte', que a la hora veinticinco, duraron menos que un merengue en la puerta de un colegio.

En días pasados el canciller mexicano Jorge Castañeda, analizando los casos de Húber Matos, Arnaldo Ochoa, Felipe Pérez Roque y Carlos Lage, se refería a la capacidad de Fidel Castro para presentir a un enemigo futuro. Se le olvidó enumerar otra facultad extrasensorial inaudita del dictador de Cuba. Es capaz de insultar a Washington, vejarlo y humillarlo, pero sabe hasta dónde puede llegar. Es el caso típico de quien juega con el mono hasta el cansancio, pero jamás toca la cadena. Castro llega hasta el borde del precipicio, mira hacia el abismo, y como su guapería es calculada, retrocede a la velocidad del rayo.

No es el caso de Hugo Chávez Frías. Después de injusticias increíbles cometidas contra enemigos políticos electos, burla de la Constitución y represión al estudiantado venezolano, sigue pasándose de la raya. En las últimas 2 o 3 semanas Chávez ha iniciado una desaforada carrera de intervenciones a empresas de este sector. La causa es obvia. El gobierno venezolano les debe a esos grupos la cantidad de $2,500 millones. Y la lógica chavista es la de un niño de kindergarten: si nacionalizo esas compañías, no tengo que pagarles un centavo. Pero ni tan rápido ni tan fácil. Ya hay 2 o 3 de ellas que están estudiando comenzar procesos judiciales contra PDVSA en Texas y Oklahoma. Esos activos que son de la distribuidora CITGO están valorados entre $3,500 y $4,000 millones. Entonces, Chávez podría tener, siguiendo el orden de sus lamentables desaciertos, una respuesta suicida: suspender los envíos de petróleo venezolano a los Estados Unidos, y sería el caos.

En este caso, con la triangulación económica Washington-La Habana-Caracas la situación de Cuba podría ser alarmante. La Habana sospechaba hacía tiempo la posibilidad de que las locuras de Chávez iban a tener consecuencias y trataron infructuosamente de buscar en China, Rusia e Irán fuentes de suministro confiables. Se los impidió la deuda externa cubana, activa y pasiva, que asciende a unos $15,385.4 millones en un país donde se importa el 80% de los alimentos. Está la crisis mundial. El turismo ha disminuido. El CIMEX, principal grupo cubano de comercio minorista en divisas, advirtió que las remesas desde Miami están en crisis. Este año, Cuba necesita 150,000 barriles de petróleo diarios para sobrevivir; del Lago de Maracaibo llegan 100,000 barriles. Eso obliga a que la política exterior cubana esté secuestrada por Venezuela, aun cuando la fluidez del petróleo venezolano esté disminuyendo. La declaración en febrero del 2006 de Fidel Castro de 'habrá un antes y un después (de aplicar) la revolución energética de Cuba', fue otra farsa y contrasta con el grito reciente de 'Ahorro o muerte' del periódico Granma que pronostica apagones escalofriantes en la isla. Pero nada de esto es tan trágico como el hecho de que Cuba posee una reserva petrolera solamente para 18 o 19 días. Si algo pasa con Venezuela se producirá un colapso energético en la isla el día número 20. Y la única manera de paliar esta crisis sería acercarse a Washington, pero ni remotamente se puede pensar en esa posibilidad.

HASTA DONDE PIENSAN LLEVAR AL PUEBLO ESOS ASESINOS FACISTAS DE LA DICTADURA CASTRISTA.