1. Los intelectuales derechistas y muy cercanos a los gobiernos de EEUU: novelista Mario Vargas Llosa, historiador Enrique Krauze y político Jorge Castañeda, según se ha publicado, están participando en Venezuela en un foro organizado por los poderosos empresarios. El objetivo del foro es ayudar a los empresarios a consolidar una fuerza nacional e internacional para combatir al gobierno pro socialista de Hugo Chávez. No es -ni podría ser- un acto popular porque ha sido financiado con dinero privado y porque el contenido de las conferencias se refiere a formas de organización para luchar contra programas populares que buscan beneficiar a los sectores más pobres y explotados. No podría esperarse otra cosa de esos conferencistas y organizadores.
2. La organizadora, Rocío Guijarro, del Centro de Investigación del Conocimiento Económico (Cedice) agradeció a las empresas -entre ellas El Universal de Caracas- que "se arriesgaron" a patrocinar el evento y por su lado, Rafael Alfonzo, presidente del organismo anfitrión, reconoció que el Gobierno, con “sus acciones de hostigamiento”, aumentó la demanda de asistencia. A sus 25 años, Cedice fue centro de amplias manifestaciones de solidaridad y compromiso de intelectuales, políticos y empresarios que asumen la defensa del liberalismo. Alejandro Chafuen (Atlas Economic Research Foundation) durante la instalación del evento "El desafío latinoamericano", lamentó que "A veinte años de la caída del Muro de Berlín, estemos aquí luchando contra la arbitrariedad judicial".
3. Los grandes empresarios y el imperio de EEUU cuentan con muchos millones de dólares para depositar en las cuentas bancarias de famosos intelectuales siempre dispuestos a venderse por “un plato de lentejas” y “algo más”. Estos exquisitos “intelectuales orgánicos”, hijos del sistema de explotación, subsidiados por empresarios y embajadas yanquis, se pasean por el mundo impartiendo conferencias, ocupando hoteles de lujo y bebiendo vinos de categoría. Se han pasado la vida criticando el “comunismo”, el “socialismo”, el “populismo”, el “totalitarismo” y porque los empresarios, según ellos, han estado perdiendo sus libertades democráticas, en Cuba y ahora en Venezuela, Bolivia, Ecuador.
4. Vargas Llosa quiso ser en 1990 presidente del Perú; pero por ubicarse en el campo de la derecha extrema fue derrotado por “El chino” Fijimori, un candidato “sorpresa” que salió de la nada. La personalidad de Vargas Llosa como novelista es apabullante en el mundo pero como político se ha caracterizado por defender a los sectores empresariales y a la derecha política, identificándose en México con la familia panista a la que sirven Krauze y Castañeda. Afirmó en su exposición que “todo lo bueno que le ha pasado a la humanidad se debe a la libertad”. Se refiere a la libertad de empresa, a la libertad para explotar el trabajo humano y para acumular capital en beneficio de unos cuantos. Dice que la democracia es imperfecta pero está por encima de “cualquier utopía”.
5. Según publica El Universal de Caracas –una de las empresas organizadoras del evento- Vargas arrancó los aplausos del auditorio cuando afirmó: "No queremos que Venezuela se convierta en una sociedad totalitaria comunista (...) No lo es todavía, no estaríamos aquí. Es verdad que quedan espacios de libertad (...) pero la deriva del gobierno lo acerca cada vez más a una dictadura comunista y lo aleja de una democracia liberal". Está desesperado Vargas porque Hugo Chávez cuenta con el apoyo de la población y gana elecciones. Por eso advirtió que “si ese camino no se interrumpe, Venezuela se convertirá en la segunda Cuba de América Latina”; dijo que los cinco millones de electores que han resistido al Gobierno "terminarán ganando esta terrible batalla".
6. El historiador y empresario Krauze, también acudió presuroso a Venezuela para repetir su viejo discurso de “la modernidad” y de las “sociedades civilizadas” donde no caben los regímenes “populistas y autoritarios”. Dice que “Chávez confunde su biografía con la historia de Venezuela” al decirse bolivariano cuando la historia de Venezuela ha sido la historia de la libertad. Krauze y el candidato Calderón del PAN hicieron una buena mancuerna en 2005/06 para combatir a López Obrador gritando a los cuatro vientos que era igual a Hugo Chávez, a quien calificaban de dictador y déspota. Lo que debe reconocerse de Krauze en que es un buen comerciante de la investigación histórica pues ha logrado decenas de ediciones de sus libros, escritos valiéndose de un centenar de personas investigadoras de datos.
7. El que no podría faltar en estas reuniones “anticomunistas”, es “el hijo de papi”, Jorge Castañeda, un personaje que saltó del PRI al PRD y luego al PAN poniéndose al servicio de la candidatura y luego del gobierno de Fox en el que logró el alto cargo de Relaciones Exteriores. Es un personaje muy hábil porque siendo hijo de quien también fuera secretario de Relaciones Exteriores, aprendió a moverse en círculos de la ciudad de Washington y en los medios de información. ¿Qué puede decir Castañeda que no hayamos escuchado en sus permanentes comentarios condenatorios contra los regímenes de izquierda? Antes que Fox lo obligara a renunciar por su mal desempeño en la secretaría, el presidente y Castañeda fueron ridiculizados por Fidel Castro al denunciar éste que fue obligado a retirarse de la cumbre de Monterrey.
8. Vargas Llosa y Krauze son intelectuales notables en sus respectivos campos, pero en política pertenecen al gran sector de la derecha y la ideología empresarial desde hace por lo menos 30 años, desde que Octavio Paz –amigo íntimo de ambos- vivía. En México fueron impulsados siempre por la empresa monopólica Televisa y, a través de ella, llegaron a ser muy conocidos. Castañeda ha escrito varios libros sobre política que no han tenido la mayor trascendencia. El pueblo venezolano sabe quiénes son esos personajes o se lo imagina a través de los convocantes y asistentes a tan elevada y exquisita reunión que me recuerda las que las revistas Vuelta y Nexos organizaron separadamente hace varios años demostrando algunos choques entre los intereses de sectores empresariales y del gobierno. La venezolana es solamente una reunión más.