Alan García ya tiene culpable del genocido en el Amazonas peruano: Evo Morales
InSurGente.-El presidente de Perú, Alan García, afirmó ayer que los “mensajes incandescentes” de Evo Morales que llamaban a la revolución influyeron en las movilizaciones de los indígenas de la amazonia que dejaron, el viernes, al menos 33 muertos. Bolivia rechazó la acusación y anunció que el Jefe de Estado escribirá más cartas a los nativos de América Latina.
Agencias/insurgente.-
El Mandatario peruano indicó que “un gobernante de un país cercano y vecino enviaba mensajes incandescentes” dirigidos a las etnias indígenas y aborígenes diciéndoles “que eran víctimas de una explotación tremenda y un olvido absoluto”.
Dijo que ello ocurrió cuando, antes del sangriento enfrentamiento del viernes, se celebró un congreso indígena en la ciudad de Puno, ribereña del lago Titicaca, donde “nació la decisión de hacer estas movilizaciones”.
“Allí se dijo que iba a haber un levantamiento indígena y se habló de insurgencia”.
El 29 de mayo, el presidente Morales envió una carta a los participantes en la IV Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abya Yala (nombre originario de América Latina), donde llamó a construir la “segunda y definitiva independencia” de Latinoamérica.
Un párrafo de la misiva señalaba: “Éste es el momento para que todos sepan que nuestra lucha no termina, que de la resistencia pasamos a la rebelión y de la rebelión a la revolución. Éste es el momento de la segunda y definitiva independencia”.
En ese encuentro internacional participaron dirigentes de organizaciones sociales afines al Gobierno, como Leonilda Zurita, líder de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa (FNMC-BS), e Isaac Ávalos, de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB).
El Gobierno boliviano aclaró que el mensaje enviado por el presidente Morales no estaba dirigido a los indígenas peruanos específicamente, sino a todos los participantes del encuentro y que “convoca a la vida”.
García, el fin de semana, denunció que la protesta nativa fue manipulada por intereses extranjeros y por “competidores” que no quieren que Perú progrese a través de la explotación de sus recursos naturales.
Los indígenas de la amazonia peruana exigen al Gobierno de Alan García la derogatoria de decretos supremos que consideran que vulneran sus derechos de propiedad sobre sus tierras comunales, y denuncian que se pretende vender sus territorios a empresas transnacionales.
García, en un mensaje indirecto a su homólogo boliviano, indicó que “lo mejor es no meterse en política de otro lugar” y comentó que “parece que algunos entienden la globalización como el derecho de opinar, de meterse en la política de países vecinos y eso es muy lamentable (…) Si quieren, yo me meto también (en asuntos de Bolivia) y sé cómo hacerlo. No me parece democrático ni legal ni positivo para las relaciones entre países”.
La respuesta del Gobierno boliviano no se dejó esperar. El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, ratificó la posición expresada el martes por el vicepresidente Álvaro García Linera, quien criticó que se use la misiva del Jefe de Estado para justificar un conflicto interno.
Llorenti dijo que Morales puede enviar “cinco, diez o veinte cartas si se trata de defender” a los indígenas de América Latina, pero aclaró que esas ideas “no matan”.
Perú y Bolivia mantienen tensas relaciones tras la decisión de Lima de conceder asilo político a un ex ministro y refugio a otros dos de la última gestión de Gonzalo Sánchez de Lozada.
El Gobierno de Morales protestó por la decisión de Perú y amenazó con presentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CJI) de La Haya e incluso amenazó con romper relaciones bilaterales.