Por: managua. ap, dpa, efe y afp
El presidente de Honduras, Manuel Zelaya anunció anoche que, luego de viajar a Estados Unidos, regresará a Honduras el jueves para retomar el poder que le fue arrebatado el domingo en un golpe cívico-militar.
El mandatario, quien hoy hablará ante la asamblea de la ONU, dijo que "voy para Tegucigalpa el próximo jueves. Voy como presidente electo, voy a cumplir con mi mandato de cuatro años".
El regreso lo hará acompañado del titular de la OEA, José Miguel Insulza, y prometió invitar a otros colegas presidentes que deseen sumarse. "Voy a regresar por voluntad propia con la protección de la Sangre de Cristo, por Dios y por mi pueblo", dijo.
Zelaya hizo su anuncio en medio de un repudio universal al golpe que lo derrocó. Ayer el presidente Barack Obama y su canciller Hillary Clinton condenaron severamente lo que llamaron "golpe de Estado" en Honduras. Zelaya elogió la actitud de Washington.
Como parte del repudio regional, los 9 países de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) acordaron retirar a sus embajadores en Tegucigalpa. Brasil se sumó a la medida y no se descarta que otras naciones lo sigan.
Además de los representantes del ALBA -integrado por Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, y San Vicente y Las Granadinas- se reunieron en la capital de Nicaragua los presidentes del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y del Grupo de Río. La declaración señala que los países del ALBA no aceptarán a ningún diplomático de Honduras nombrado por el presidente de facto, el conservador Roberto Micheletti.
En la reunión estuvieron los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; de Nicaragua, Daniel Ortega; de Bolivia, Evo Morales; y de Ecuador, Rafael Correa, y el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez. A la tarde, en forma sorpresiva, llegó el presidente cubano Raúl Castro. Además, claro, estuvo Zelaya, quien viajó desde Costa Rica en un avión enviado por Venezuela.
El presidente brasileño, Lula da Silva, volvió a condenar el golpe, y luego dispuso que su embajador en Honduras, Bryan Michael Fraser Neele, "permanezca en Brasil".
La Argentina no tiene embajador designado en Honduras, sólo un encargado de negocios, y por ende no se analiza ningún cambio.
Los 15 mandatarios reunidos en Managua como parte del Grupo de Río, centroamericanos y del ALBA, dieron un ultimátum de 24 horas a los golpistas hondureños para que restituyan al presidente Zelaya. Correa, citado por el diario mexicano El Universal, afirmó que en caso contrario los países de América Latina amenazaron con "bloqueos" y la posible expulsión de Honduras de la OEA.
En la reunión del SICA, en tanto, se acordó aislar política, económica y comercialmente a Honduras hasta que los golpistas restituyan en sus funciones a Zelaya. Se instruyó a los representantes del SICA -Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Belice y República Dominicana- "suspender de forma inmediata todos los préstamos y desembolsos a Honduras".
Además, los presidentes de Guatemala, El Salvador y Nicaragua, que con Honduras integran el llamado CA-4, anunciaron el cierre del comercio terrestre con el gobierno golpista por 48 horas.
Mientras en Honduras juraba el gabinete de facto, en Nueva York una sesión de urgencia de la Asamblea General de la ONU condenó en forma unánime el golpe. Zelaya fue invitado a participar hoy en la sesión de urgencia de la Asamblea, en la que se adoptará un borrador de resolución.
EE.UU. reiteró ayer su enérgica condena a la destitución de Zelaya, y remarcó que sólo lo reconoce a él como presidente de Honduras.
"Sería un terrible precedente si empezamos a retroceder otra vez hacia una era en la que hemos visto golpes militares como transición política en vez de elecciones democráticas", declaró el presidente Barack Obama.
"La región ha hecho enormes progresos en los últimos 20 años al establecer tradiciones democráticas en Centroamérica y el resto de Latinoamérica", agregó.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, también dijo que lo que ocurrió en Honduras fue un golpe de Estado, y pidió la "restauración del orden democrático pleno", aunque aclaró que por ahora Washington no suspenderá la ayuda económica a ese país