Un nombramiento delicado
Las redes que apoyan a Otto Reich son ciertamente poderosas, pero no populares. En marzo de 2001, el flamante presidente de Estados Unidos George W. Bush anuncia su deseo de nombrarlo secretario de Estado adjunto encargado del «hemisferio occidental», puesto desde donde supervisaría la política extranjera de Washington hacia la región. La elección es inmediatamente calificada de «verdaderamente increíble» por el jefe de la diplomacia cubana, Felipe Pérez Roque [15].
El Congreso estadounidense se opone también a esta nominación, que será rechazada por primera vez después del regreso de una mayoría demócrata al Senado en junio de 2001. En octubre de 2001, es por consiguiente el secretario de Estado en persona, Colin Powell, quien intenta convencer a los senadores para que aprueben el regreso de Otto Reich à Washington. En noviembre, recibe el apoyo de tres antiguos secretarios de Estado: James Baker, George Schultz y Lawrence Eagleburger[El texto de la carta abierta enviada al Washington Post, acompañado con un texto apoyo al Center for Security Policy, puede ser consultado en el sitio web.
La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado se resiste y rehúsa recibirlo siquiera para una audiencia a mediados de diciembre. El presidente Bush aprovechará finalmente las vacaciones parlamentarias para ratificar su nombramiento, en enero de 2002. Su primera misión oficial lo conduce a Colombia donde, acompañado por el subsecretario de Estado para los Asuntos Políticos, se reúne con el general estadounidense del US Southern Command para abordar con él, y con el presidente colombiano Andrés Pastrana, las modalidades de aplicación del plan Colombia [16].
Su principal preocupación es entonces la defensa del principal oleoducto colombiano, que los guerrilleros de las FARC atacan periódicamente. El tono de Reich corresponde a la política que la administración Bush preconiza en América Latina: el de la fuerza. En marzo de 2002, anuncia que el Departamento de Estado «anulará las visas» de los dirigentes latinoamericanos que haya identificado como participantes «en los casos comprobados de corrupción y de lavado de dinero en las altas esferas del poder» [17].
Otto Reich dirige por control remoto el derrocamiento abortado de Chávez en abril de 2002
En abril de 2002, después del fracaso del golpe de Estado contra Hugo Chávez en Venezuela, una fuente anónima del Departamento de Estado asegura que Otto Reich advirtió al líder de los golpistas, Pedro Carmona, que no disolviera la Asamblea Nacional, cosa que este se apresurará a hacer sin embargo en el momento mismo en que se autoproclama presidente. Esta confesión, según la AFP, «deja entender que Washington estaba plenamente informado el viernes sobre los propósitos de los sediciosos antes de que estos fuesen hechos públicos» [18]. La información será por consiguiente inmediatamente desmentida por el interesado. Poco después, mientras que la prensa comienza a interesarse por el papel de Washington en la tentativa abortada de derrocamiento del régimen chavista, Otto Reich afirma que cuatro aviones cubanos se encontraban en las pistas del aeropuerto de Caracas durante los acontecimientos. En nuestra propia investigación sobre el golpe de Estado, nosotros revelábamos que: «(Elliot) Abrams y [Otto] Reich [habían] recibido juntos a numerosas personalidades venezolanas en Washington en las semanas anteriores al golpe de Estado, entre ellas a Elías Santana (Queremos Elegir) y al sindicalista Carlos Ortega (CTV). Los viajes (eran) financiados por el IRI (International Republican Institute, que depende del National Endowment for Democracy [19]. Se entregaron fondos por el ACILS-Solidarity Center al sindicato obrero venezolano CTV, mientras que el CIPE financiaba el sindicato patronal Fedecamaras» [20].
Valiéndose nuevamente de sus competencias en materia de propaganda, Otto Reich participó también, durante todo el periodo, en la manipulación de los medios, gracias a la inestimable ayuda del magnate Gustavo Cisneros «quien posee sobre todo AOL Latin America, DIRECT TV Latin America (trescientas cadenas de radio y televisión en 28 países) y Univisión (la cadena estadounidense de lengua hispana)». Fue a través de esos medios que se transmitieron las mentiras que afirmaban que Hugo Chávez había ordenado disparar contre sus opositores. Otto Reich no negó, por cierto, que estuvo en contacto con Gustavo Cisneros durante aquellos días.
Según nuestras informaciones, incluso habría seleccionado él mismo a los oficiales golpistas, en su calidad de administrador del Western Hemisphere Institute for Security Cooperation (WHISC) de Fort Benning, antes conocido bajo el nombre de Escuela de las Américas [21]. Esta escuela ofrece formación a militares latinoamericanos y sirve para reclutar agentes en la región.
Otto Reich, emisario especial
En enero de 2003, para evitar otra prueba de fuerza con el Senado, el presidente Bush lo reemplaza por Roger F. Noriega, embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y principal consejero del ex-senador Jesse Helms. Reich es nombrado entonces «emisario especial para las iniciativas del hemisferio occidental», cargo que no requiere la aprobación del Senado [22].
En su nuevo puesto. Otto Reich continúa la misma política. En diciembre de 2003, declara que Venezuela atraviesa, bajo la presidencia de Hugo Chávez, «la peor crisis de toda América Latina», que «dos tercios de los venezolanos rechazan» a su presidente y que la oposición ha logrado reunir «hasta cuatro millones de firmas» con vistas a organizar un referéndum para destituirlo. Afirmaciones que son rápidamente desmentidas por el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, quien reafirma, el 20 de diciembre, que «los caminos de comunicación y de comprensión entre Venezuela y Estados Unidos están abiertos permanentemente» [23].
Reich interviene también en Haití. Ya en marzo de 2002, Reich declaraba al Wall Street Journal que los pasos dados para colaborar con el presidente Jean-Bertrand Aristide no ofrecen resultado alguno: «No hay democracia, no hay desarrollo económico, hay mucha criminalidad, mucha corrupción y denuncias de tráfico de estupefacientes» [24].
En marzo de 2003, llega a la isla para supervisar las negociaciones entre el presidente haitiano y la oposición, apoyada por Washington. Allí participa de nuevo en operaciones de propaganda destinadas a crear la imagen de un régimen haitiano en total decadencia, ignorando deliberadamente las manifestaciones de apoyo a Aristide para reflejar solamente las que piden su renuncia, organizadas bajo la égida de la Convergencia Democrática, ligada esta a su vez al programa estadounidense de la USAID intitulado Democracy Enhancement [25].
El 4 de mayo de 2004, Otto Reich anunció que presentaba su renuncia para crear su propia sociedad de consultoría, pero también para poder dedicarse a la campaña presidencial de George W. Bush. El balance que hace de su propia acción a la cabeza de la diplomacia estadounidense en América Latina lo deja insatisfecho: le «habría gustado haber acelerado el fin de la dictadura cubana y ayudar al pueblo venezolano a protegerse de la dictadura»[[«Bush Latin America Adviser to Leave», AP, 4 de mayo de 2004.]. Sin embargo, la voluntad política existe: el 10 de octubre de 2003, el presidente George W. Bush pronunció un discurso ante la elite del anticastrismo floridano, en presencia de Colin Powell y de Otto Reich.
Allí anunciaba la creación de una «Comisión de Asistencia a una Cuba Libre, previendo los días felices en que el régimen de Castro no existirá y la democracia será instaurada en la isla. Esta comisión será dirigida conjuntamente por el Secretario de Estado, Colin Powell, y el Secretario de Alojamiento y Desarrollo Urbano, Mel Martínez. Ellos recurrirán a expertos de nuestro gobierno para planificar la transición en Cuba de un régimen estalinista hacia una sociedad libre y tolerante, y encontrar los medios para acelerar esta transición».
Esta comisión, que funciona desde hace más de seis meses según los consejos del clarividente Otto Reich, planifica en efecto las formas de derrocar a Fidel Castro. Por consiguiente, las elecciones de noviembre 2004 ofrecerán quizás una segunda oportunidad al señor Reich.
[1] Biography of Otto Reich, sitio web de la embajada de Estados Unidos en Uruguay, 16 de enero de 2002..
[2] «Friends of terrorism», por Duncan Campbell, The Guardian, 8 de febrero de 2002.
[3] «The President’s Favourite Terrorists», por Jim Carey, Red Pepper Investigations, marzo de 2002.
[4] El Contralor General preside la General Accounting Office (GAO), equivalente estadounidense de la Cour des comptes, organismo francés encargado de examinar los gastos y confirmar su legalidad.
[5] Correspondencia del Contralor General Jack Brooks al presidente de la Comisión parlamentaria para las Relaciones Exteriores, Dante B. Fascell, 30 de septiembre de 1987.
[6] Cuba Confidential, de Ann Louise Bardach, Vintage Books, 2002.
[7] «Friends of Terrorism», por Duncan Campbell, The Guardian, 8 de febrero de 2002.
[8] Radio y Televisión Martí fueron creadas con la aprobación de Ronald Reagan en 1983, al mismo tiempo que el Proyecto Democracia, y comenzaron a transmitir hacia Cuba en mayo de 1985. Su lanzamiento fue confiado a Richard Dulles, entonces miembro del Consejo de Seguridad Nacional, con el apoyo de la Fundación Nacional Cubano-Americana, de Richard Stone, Dante Fascell, Robert McFarlane et Jeanne Kirkpatrick, entre otros.
[9] Rhum Bacardi - CIA, Cuba et mondialisation, de Hernando Calvo Ospina, Editions EPO, 2000.
[10] Ibid.
[11] Ibid.
[12] Ibid.
[13] «Jets for Chile-A Risk Worth Taking?», in Case Studies in Policy Making & Implementation, Naval War College, 2002.
[14] «Otto Reich’s Dirty Laundry», Foreign Policy in Focus, abril 2001.
[15] «Cuba "préoccupé" par la nomination de Otto Reich» (Cuba “preocupada” por la nominación de Otto Reich), AFP Agencia France Presse, 26 de marzo de 2001.
[16] Ver «Cocaïne, pétrole et mercenaires» (Cocaína, petróleo y mercenarios), Voltaire, 25 de febrero de 2004.
[17] «Washington refusera l’entrée aux dirigeants corrompus d’Amérique latine (presse)» (Washington negará la entrada a dirigentes corruptos de América Latina (prensa), AFP, Agencia France Presse 11 de marzo 2002.
[18] «Le régime d’Hugo Chavez évite de meter de l’huille sur le feu avec Washington» (El régimen de Hugo Chávez evita echar leña al fuego con Washington), por Jacques Thomet, AFP, 17 de abril de 2002.
[19] Ver: «NED: la Fundación estadounidense para la democracia. Las redes de la injerencia "democrática"», Red Voltaire, 21 de noviembre 2004.
[20] Ver: «Implicación de las redes secretas de la CIA para derribar a Chávez» Red Voltaire 18 de mayo de 2002.
[21] «The Coup Master: Otto Reich Named to Board for US Army’s School of the America’s», CounterPunch Wire, 3 de mayo de 2002.
[22] «Bush Sidesteps Controversy Naming Top Diplomat», por Paul Richter, Los Angeles Times, 10 de enero de 2003.«Bush Sidesteps Controversy Naming Top Diplomat», por Paul Richter, Los Angeles Times, 10 de enero de 2003.
[23] «Venezuela-US Relations Will Not be Affected by Otto Reich’s Statements», VenzuelaAnalysis, 22 de diciembre de 2003.
[24] «Otto Reich Takes a Big Repair Job, Hemisphere Policy», por Mary Anastasia O’Grady, Wall Street Journal, 1ero de marzo de 2002.
[25] «Otto Reich in Haiti», por Kevin Pina, Indymedia UK, 6 de marzo de 2004.