El hambre, el cansancio y la incertidumbre campean entre los seguidores del depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, que permanecen en precarias condiciones en albergues improvisados de la ciudad nicaragüense de Ocotal.
Son hombres y mujeres que llegaron al puesto fronterizo de Las Manos sin más que la ropa que llevan puesta, sandalias plásticas o zapatos desechos.
En dos albergues en Ocotal, El Paraíso y Los Quinchos, cerca de un centenar de personas no había comido hasta las 10 de la mañana del domingo. Tampoco tienen medios para asearse o cambiarse de ropa.
"No tenemos dónde dormir (...) estamos sin nada, ni siquiera un cartón para acostarnos', dijo Pablo Pérez, un agricultor de Colón que pasó la noche en el parque de Ocotal.
"Si pudiera regresar me iba, porque no le dejé comida a mi familia. Pero no podemos regresar porque nos van a acusar de traidores por cruzar la frontera', agregó el campesino hondureño.
Bueno realmente esos es lo que son unos traidores , y unos vendidos .