Nadie duda que debe ser efectivo y que seguramente cumplirá con sus funciones a la perfección, pero… ¡qué feo es! Se trata del nuevo vehículo lunar, sucesor de aquel viejo Rover que supo hacer de las suyas décadas atrás en el satélite natural de la Tierra, y que la gente de la NASA está testeando en el desierto de Arizona.
De manera oficial la NASA está probando nuevas soluciones con dos vehículos similares destinados a transitar la superficie de la Luna por tiempos prolongados. El nombre del vehículo es por el momento Small Pressurized Roved (Pequeño Vehículo Presurizado) y poco y nada tiene que ver con su antecesor.
Por lo que se ve el nuevo Rover tiene una especie de cabina extra adosada en la parte posterior del vehículo lo que permitirá la permanencia de los astronautas. Los primeros tests que se están realizando se completarán luego con experiencias de recorridos muy largos (en el mismo desierto de Arizona) para saber cómo responden tanto la máquina como sus ocupantes.
Esta es una de las principales diferencias con respecto al primer vehículo lunar, que no permitía largos recorridos ni la permanencia en el mismo por mucho tiempo (no tenía cabina cerrada).
Con un aspecto bastante similar a un carrito vendedor de helados el Small Pressurized Roved continúa su derrotero hacia la perfección que lo llevará en definitiva a ser un auto que podrá circular por la Luna, lo que no es poca cosa definitivamente.
Quedamos a la espera de más novedades… y no nos quedaremos en la Luna de Valencia. Prometido.