Cuba es un país tan paradójico que la publicación de "malas noticias" resulta ser una "buena nueva". Es que después de tantas loas a los logros de la Revolución, las críticas a lo mal hecho empiezan por fin a mostrar un país de carne y hueso.
No se trata de que los medios lograsen engañar a los ciudadanos, realmente nadie en Cuba cree en ese "país maravilloso" creado por la prensa oficial. La gente aprendió a leer entre líneas y a buscar fuentes de información alternativas.
Incluso los humoristas se burlan de la prensa. "Noticias internacionales: hambre en África, guerra en Afganistán, desocupación en EE.UU.", dicen y agregan "noticias nacionales: inauguran consultorio médico, reparan escuelita rural, record de producción de malanga".
Pero eso parece estar cambiando, incluso algunos de los participantes de este blog lo han mencionado sorprendidos. Desde hace meses el periódico Juventud Rebelde comenzó a lanzar reportajes críticos que afectan a diferentes instancias de poder.
Sin embargo, este domingo el periódico de la Unión de Jóvenes Comunistas definió con toda claridad el rumbo que pretende seguir. Uno de sus periodistas lanzó un durísimo ataque contra la burocracia censuradora que les prohíbe escribir de los problemas de Cuba.
Afirma en el artículo que estos "censores", lejos de pretender salvar la imagen del país, en realidad protegen sus propios cargos. Y yo agrego que muchos de ellos temen que en la isla se desarrolle un periodismo sin ataduras que "los descubra".
Arremete el periodista contra quienes dicen que hablar de los problemas es "darle armas al enemigo". Sentencia que el peor favor que se le puede hacer a la Revolución "es el silencio, la simulación, la doble moral, la conformidad (...) ante los males que se incuban y desarrollan ante nuestros ojos".
Pero no se trata sólo de este periódico juvenil. El mismísimo Granma, que ostenta el título de órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista Cubano, lanzó un artículo en el que se critica muchas de las chapucerías que se hacen en el país.
Es verdad que se protege con discursos de Fidel Castro de hace 45 años, pero de todas formas el diario tiene el mérito de denunciar a "quienes se escudan en las carencias y la estrechez económica" y también a los que "invocan el bloqueo y la crisis" para esconder sus chapuzas.
Pero mi sorpresa es total cuando veo en el noticiero de la TV cubana un reportaje sobre la corrupción en la empresa de autobuses interprovinciales. Cierto es que al final lo edulcoran pero aun así son cosas a las que uno no está acostumbrado.
¡Es que se trata del noticiero de TV!, el mismo que en los años 90 presentaba imágenes y cifras de las enormes producciones agropecuarias, mientras que en la realidad los ciudadanos no tenían prácticamente nada que comer.
En aquellos tiempos de durísima escasez de alimentos, los cubanos se burlaban de los periodistas del noticiero. Decían que para comprar plátanos y malangas había que encender la TV, porque allí era el único lugar donde aparecía comida en abundancia.
Sin duda, es un signo positivo que los medios de prensa nacionales -estrechamente controlados por el todopoderoso Departamento Ideológico del Comité Central del Partido- empiecen a mostrar el país real y lleguen incluso a rebelarse contra los censores.
Me pregunto si se habrán decidido a seguir el ejemplo de los intelectuales cubanos que en el último Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) expresaron: "Habremos de ser implacables en el ejercicio permanente de la crítica".
Esa actitud de los intelectuales no es nueva y ya ha provocado no pocas transformaciones en el país. Basta recordar que la crítica contenida en la película "Fresa y Chocolate" fue punto de partida para una mejor integración de los homosexuales en la sociedad.
Es verdad que mis colegas van mucho más atrás en el "ejercicio permanente de la crítica", pero romper moldes no es fácil. Ellos fueron formados como "educadores ideológicos" y se les inculcó que su primer deber es "defender la Revolución".
Podremos decir que son avances pequeños o movimientos demasiado lentos pero es innegable que algo está cambiando. Yo soy de los optimistas, de los que creen que un largo camino se inicia con el primer paso, si éste se da en la dirección correcta.
http://www.bbc.co.uk/blogs/mundo/cartas_desde_cuba/2009/09/los_primeros_pasos.html#more