Al margen de cualquier comentario que pueda hacerse sobre el concierto de Juanes en La Habana es preciso desenmascarar el mito acerca del número de asistentes, cifra que se infla impúdicamente casi siempre que se presentan concentraciones de este tipo.
Según algunos datos hallados en Internet, la Plaza de la Revolución de La Habana mide lo mismo que cinco campos de fútbol de tamaño reglamentario. La mayoría de canchas del mundo —como la del Camp Nou de Barcelona—, miden 105 metros x 68, para un total de 7.140 metros cuadrados, por lo que la plaza de La Habana mediría un total aproximado de 35 mil metros cuadrados.
En algún sitio de internet se dice concretamente que la Plaza tiene 4,5 hectáreas; pero usando la herramienta Google Planimeter, encuentro que esta mide poco más de tres hectáreas. Mi medición alcanzó las 3,26; o sea 32.600 metros cuadrados. Digamos que son 40.000 sumando las amplias avenidas de los costados.
Ahora, ¿cuántas personas caben en un metro cuadrado? Todas las fuentes objetivas coinciden en que, en estas concentraciones, hay una densidad de cuatro personas por metro cuadrado. Eso ofrece un mínimo de comodidad para cambiar de pie, bailar, brincar, medio moverse… Apretujados en un ascensor, un vagón de metro, un bus de Transmilenio o un famoso y atestado ‘camello’ habanero, cabrían ocho personas. Más de eso, sólo en la mente efervescente de Miguel Bosé y las presentadoras de farándula.
Es decir, en la Plaza de la Revolución sólo caben (de pie) 160.000 personas, o 320.000 haciendo un acto de fe; pero ni Fidel, ni el Papa, ni Juanes pueden meter un millón de personas ahí.
Hay un caso paradigmático que ocurrió en México en 2006. Los organizadores de una manifestación a favor de López Obrador en el Zócalo, la plaza mayor del Distrito Federal, hablaban de dos millones de asistentes mientras la Policía reportaba 200.000. El periódico Reforma decidió contarlos uno por uno tomando una muestra de 1.600 metros cuadrados en la que contabilizaron un total de 5.187 personas, para una densidad de 3,24 personas por metro cuadrado. El área ocupada era de algo más de 41.000 metros cuadrados, lo que arrojó un total de apenas 135.000 asistentes con plaza llena.
En consecuencia, para tener 1.150.000 asistentes en la Plaza de la Revolución de La Habana, habría que amontonar 28 personas en cada metro cuadrado, unos encima de otros y entrelazados como jugando Twister. Cualquier organizador de conciertos sabe cuánta gente cabe en un lugar de acuerdo con su tamaño, y ellos sabían el tamaño de la plaza habanera. ¿Con qué intención inventan esa cifra fabulosa?, ¿será cuestión de política o de merchandising? En el concierto de Paz sin Fronteras en Cuba difícilmente habían más de 300.000 personas. Al que diga otra cosa, hay que cantarle la canción de Olga Tañón: “es mentiroso ese hombre, un mentiroso”.