El 6 de octubre de 1976, Latinoamérica y el mundo fueron sacudidos por un terrible acto terrorista: un DC-8 de cubana de aviación, partió de Caracas, hacia Trinidad-Tobago y luego a Barbados. En dicho avión viajaban 73 personas, entre ellos los 23 integrantes del equipo de esgrima de Cuba. Tambien viajaban 11 jóvenes guyaneses que iban a cursar estudios en la isla caribeña, 5 coreanos más la tripulación. El avión fue volado de manera inmisericorde por un grupo de hombres anticomunistas, terroristas, sin escrúpulos, entre ellos dos venezolanos: Hernán Ricardo y Freddy Lugo, los jefes del acto terrorista fueron Luis Posada Carriles y Orlando Bosch. Éstos últimos confesaron con orgullo haber participado en el atentado y, es más, que si podìan hacerlo de nuevo, no tendrían ningún empacho de cometer otra "niñada" como esa.
Hoy el desgraciado de Posada Carriles anda muy fresquito en USA. No hay manera que lo extraditen a Venezuela. Pero a los 5 héroes cubanos, luchadores contra el terrorismo sí que los tienen condenados no sé a cuántas cadenas perpetuas.
¡Ojalá algún día se haga justicia!
¡No a la impunidad!