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General: Los mejores chistes sobre Fidel
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: residente  (Mensaje original) Enviado: 12/10/2009 03:42
Los mejores chistes sobre Fidel
Los cubanos tienen su versión de los eslóganes revolucionarios: «Patria o Muerte... Valga la redundancia»

HUMOR CUBANO. Una de las características de los regímenes que no gozan de libertad de expresión es que el pueblo da rienda suelta a su sentido del humor. Los cubanos han convertido a los chistes en la medicina preferida contra las carencias. La ley Helms Burton, el embargo económico, la falta de productos de primera necesidad, son el tema central de los chistes. Pero sobre todo, la figura del carismático comandante Fidel Castro, es el «leit motiv» preferido por los cubanos para criticar con risas lo que no pueden denunciar en serio.

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FERNANDO QUINTELA

ESPECIAL PARA EL MUNDO

LA HABANA Si la ONU fuera una organización formada por los países más chistosos del mundo, Cuba sería el líder indiscutible. El temple tropical, la mezcla de lo latino con lo aborigen y las penurias han convertido a los cubanos en campeones del humor.

Acostumbrados a años de carencias, los isleños saben reírse de sí mismos, del embargo norteamericano, de la ley Helms Burton y de su propio Comandante, sobre quien corren los «didarachos» (chistes) más jugosos de la isla.

«Gracia o Muerte. Reiremos», decía la joven Daniela, replicando el famoso eslogan revolucionario que dice «Patria o Muerte. Venceremos». Existe otra versión, quizá un poco menos agradecida y optimista, que dice «Patria o muerte. Valga la redundancia».

Cuentan que Fidel Castro llega a Moscú en visita de trabajo. Durante una reunión con Boris Yeltsin, éste le comenta que se puede hacer comunismo sin someter al pueblo a las penurias, vistiendo y dando de comer a todo el mundo. Yeltsin, en un arrebato de confianza, entrega a Fidel una pistola y le autoriza a matar al primero que vea con un agujero en un zapato «si es que lo encuentras», le dice el ruso. Castro se pasa el día entero revisando las suelas de los moscovitas hasta que, por fin, subiendo las escaleras del Metro, ve un agujero en el zapato del tipo que sube delante de él. Sin pensárselo, le pega un tiro en la nuca y se va sin que nadie diga nada. Al día siguiente, los titulares de la prensa decían: «Misterioso loco barbudo mata a embajador cubano».

En cierta ocasión un perro cubano desembarca en Maracaibo, puerto de la rica Venezuela. Se le acercan varios perros pulgosos y le preguntan: «¿Hay garrapatas en Cuba?». «No», responde el can cubano, «Fidel ha creado un sistema sanitario y no tenemos ni pulgas». «¿Y sabes leer?», preguntan los perros venezolanos. «Todos los perros cubanos aprendemos a leer desde que somos cachorros», responde el chucho cubano. «¿Y comes bien», vuelven a preguntarle. «Bueno, no hay muchos huesos, pero tampoco morimos de hambre», responde el cubano. Y por último dicen: «Y si vives tan bien, ¿por qué has salido de Cuba?». Y responde el perro cubano: «Es que tenía ganas de ladrar».

También se hacen chistes sobre el carácter comunista del país. Uno de ellos habla de dos tipos cubanos que al morir van al infierno. Uno al infierno capitalista y el otro al comunista. Al cabo de un tiempo se juntan y el primero dice: «Fíjate que en el infierno capitalista me clavaban las manos, me ataban los pies y me cocían en una caldera todos los días. Supongo que en el comunista lo habrás pasado mucho peor», a lo que éste le responde con tranquilidad: «Ya ves, yo muy bien, porque cuando no faltaban los clavos, nadie encontraba la cuerda o no venía el tipo de la caldera».

En una concentración pública, miles de personas gritan «Pa lo que sea Fidel». Castro, satisfecho, agarra el micrófono para agradecer la confianza del pueblo, cuando uno de sus hombres le advierte: «¡Cuidado, comandante!, lo que en realidad gritan es ¡pan, aunque sea, Fidel!».

Y el famoso Jaimito -Pepito en Cuba-, que está empeñado en trabajar. Para quitárselo de encima, le nombran jefe de un Círculo Infantil. Se entera Fidel y, alarmado, decide llegar hasta la escuela «porque puede volverme en contra a todos los niños». Ya cerca del colegio se escuchaban gritos de «¡Fidel, Fidel!». Castro, satisfecho, decide felicitar a Pepito. Pero llega a la escuela y se lo encuentra gritando «¿Quién le quita la leche a los niños?» ,«¡FIDEL!», respondían, «¿Quién nos quita los zapatos?», «¡FIDEL!» continuaban gritando los niños.

En los chistes mezclan a todas las figuras del socialismo y a todos los héroes revolucionarios existentes con tal de desvirtuar el sentido que en la actualidad se le ha imprimido al comunismo. José Martí, héroe número uno, fijaba como misión principal del socialismo «ante todo mantener la dignidad del hombre como persona». Y mira por donde, uno de los chistes de moda cuenta el caso de un revolucionario que va a la cola del pan cargando con un pesado busto de plomo de José Martí, a la cola del autobús con el mismo busto, y camina con su bicicleta con el busto a cuestas. Cuando Castro se entera de la existencia de este personaje, pide que lo lleven ante su presencia.

«Pero compañero, ¿cómo es usted tan revolucionario que va cargando siempre con un busto tan pesado?», pregunta el Comandante. «¿No dice siempre usted que Cuba es como nos enseñó Martí? Pues que se ponga a la cola del pan, que se espere al autobús y que camine en bicicleta, que no hay gasolina», respondió el heroico revolucionario.

Y este otro en que Castro, Clinton y Yeltsin mueren y llegan al cielo. Se reúnen con Dios. El ruso le pregunta si su país rebasará las guerras nacionalistas. «Hijo mío, eso sólo lo veré yo», responde el Altísimo. Clinton se interesa por si su país se consolidará como potencia, a lo que el Señor le contesta: «Hijo mío, eso sólo lo veré yo». Finalmente, Fidel Castro pregunta: «¿Se acabará el hambre en mi país, las cartillas de racionamiento, el bloqueo...?». Dios se pone nervioso y responde: «¡Ay, hijo mío!, eso no lo veremos ni tu ni yo».

Y aquel en que Dios reúne a Fidel, Clinton y Yeltsin y les dice que está harto y que dentro de un mes va a acabar con el mundo. Yeltsin se dirige entonces a los rusos y les dice: «Amigos, tengo dos noticias malas. La primera es que, en contra de lo que pensábamos, Dios existe, y la segunda, que va a desintegrar el mundo dentro de 30 días».

A continuación, Clinton, se dirige a los estadounidenses: «Tengo dos noticias, una buena y otra mala. La primera es que, tal y como pensábamos, Dios sí existe; y la segunda, que el mundo se acabará dentro de un mes».

Y, por último, Fidel llega a Cuba y dice: «Compañeros, tengo dos noticias buenas: la primera es que Dios existe, y la segunda, que dentro de un mes nadie va a pasar más hambre».

En otra ocasión, estaba Fidel largando uno de sus interminables discursos en la Plaza de la Revolución. «Porque yo os he dado de comer, os he quitado el hambre, he conseguido pan para vuestros estómagos...». A cada una de estas frases, una persona de la primera fila respondía gritando «¡Mentira!». Fidel, cansado, disuelve la concentración y se lleva al respondón al Comite Central donde le interroga. «Digo que todo es mentira porque tengo hambre, comandante».

Entonces, Fidel le mete un embudo en la boca y le hace tragar cuatro litros de agua. «¿Tienes hambre todavía, compañero?», pregunta Castro. El hombre, medio ahogado, responde que no. Fidel, satisfecho, le dice entonces: «Ves como tú tenías sed y no hambre».

Uno de los más socarrones es aquel tipo que va y pregunta a un ideólogo cubano la diferencia entre socialismo y democracia. «La democracia significa que usted va al despacho de Bill Clinton y le puede preguntar lo que quiera sobre el tema que le apetezca de Estados Unidos», le responde. «¿Y el socialismo?». Y el revolucionario contesta: «El socialismo significa que usted va al despacho del comandante Castro y puede preguntarle lo que quiera sobre... Bill Clinton».

http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1996/03/17/mundo/95678.html


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Rene Gomes Enviado: 14/10/2009 13:56
De: Rene Gomes  (Mensaje original) Enviado: 14/10/2009 08:52
encubaxb7.jpg picture by lavastida
LA APESTOSA MADRE HIJA DE PUTA DE LA NEGRA DE MIERDA KUKUZA,.



 
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