Recuérdese
que Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y Ramón Labañino fueron
condenados a prisión perpetua y Fernando González y René González a 19
y 15 años respectivamente. A todos se les imputó ser integrantes de una
“conspiración” que en términos jurídicos significaría ponerse de
acuerdo para cometer un delito, pero al efecto no se presentaron
pruebas, carencia que dejó claro en los hechos que el enjuiciamiento y
sus fallos son de tónica política.
¿Cuál es el
meollo del asunto? Tanto el gobierno cubano como los propios procesados
han aceptado que ellos buscaban informaciones acerca de preparativos de
actos terroristas que grupos criminales de exiliados prepararon y
ejecutaron en Cuba durante décadas, en veces con la colaboración
estadounidense, singularmente de la Central Intelligence Agency
(CIA).El primer atentado se registró el cuatro de marzo de 1960
mediante una explosión en el vapor “La Coubre” que había arribado a
Cuba con un cargamento de granadas para fúsiles. Murieron 101 personas,
entre ellas seis marinos franceses y hubo más de 200 heridos graves.
Ese
fue el inicio de constantes sabotajes criminales en todo el territorio
de la isla que ocasionaron centenares de fallecidos, acción que
permaneció hasta los años noventa y entre las cuales está el
derribamiento el seis de julio de l976 de un avión que provocó la
muerte de 57 cubanos, 11 guayaneses y cinco coreanos. Los autores de
tal asesinato en masa se jactaron de ello y encontraron pronto refugio
en Estados Unidos.
Los actos vandálicos han sido de variadas índole, por ejemplo:
- Incendios de de ingenios azucareros con bombas lanzadas desde aviones piratas;
- Ataques piratas en contra de barcos mercantes con destino a Cuba y asimismo contra naves pesqueras quemadas y hundidas;
- Introducción de gérmenes que crearon epidemias como la del dengue;
-
Operaciones homicidas en contra de diplomáticos cubanos: Félix García
Rodríguez, funcionario de la misión cubana en Naciones Unidas fue
muertos por disparos en Nueva Cork el 22/4/1980. El 22/4/76 mataron en
Lisboa a los diplomáticos Adriana Corcho Callejas y Efrén Monteagudo
Rodríguez.
En breve, se ha tratado de una
maquinaria terrorista durante medio siglo y cuyo saldo trágico, anota
un documento cubano, es de 3.480 personas muertas y asesinadas, varios
miles mutilados y con secuelas físicas y daños materiales
incalculables.
En ese marco debe incluirse
asimismo la creación de bandas armadas en Sierra Maestra, para todo lo
cual los criminales recibieron el respaldo estadounidense. El uno de
marzo de 1998 se pudo leer en el diario “Miami Herald” un extracto de
un informe desclasificado que apuntaba: “En febrero de l961 se
realizaron seis exitosas operaciones anfibias llevando armas y
materiales, así como también dos exitosos lanzamientos en paracaídas
también en marzo”. Lo firmaba Lyman Kirpatrick, inspector general de la
CIA. (1)
¿Qué otra cosa podía hacer Cuba sino tratar de conocer aquellos planes delictivos?
¿Roma locuta, causa finita?
Este
aforismo creado en la época de oro del imperio romano lo dice todo en
cuanto a su poderío (Habló Roma, la causa o juicio terminan) pero en
los tiempos que corren, aunque Estados Unidos sea un imperio comparable
con los de antaño, son también notorios los signos de su decadencia.
Una señal de ello es, en el marco ético, porque la solidaridad con Los
Cinco es inmensa y en ella se insertan 10 Premios Nobel, centenares de
parlamentarios de Europa, América y Asia; juristas, organizaciones de
índole diversa del orbe y la propia Naciones Unidas.
Simultáneamente,
no hay ahora causa finita, sino al contrario, los defensores han
recurrido al ámbito legal con la presentación de todos los recursos
posibles ante los organismos del caso, incluida la Corte Suprema de
EE.UU. Es verdad, empero, que los mecanismos defensivos se han
estrellado con el sistema judicial del imperio que, en muchas
disposiciones, es contrario a la Declaración Universal de los Derechos
Humanos. En efecto el artículo 2, numeral uno de dicho documento
expresa que “Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados
en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo,
idioma, opinión política o de cualquiera otra
Índole”.
El numeral 2* puntualiza: “Además, no se hará distinción alguna fundada
en la condición política, jurídica o internacional del país o
territorio de cuya jurisdicción dependa esa persona”.
El
artículo 10 enfatiza que “Toda persona tiene derecho, en condiciones de
plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal
independiente e imparcial….”.La violación de todos esos preceptos es
suficiente para calificar al proceso en contra de los cubanos como
netamente político desde que comenzó en Miami con un jurado claramente
anti cubano. Por ende, se visualiza que la salida del problema puede
realizarse asimismo en el área política. Por ejemplo, la Constitución
estadounidense faculta al Presidente para eliminar una acusación o
perdonar, cuando exista una violación o convengan al país. Si de ese
modo actuará el presidente Obama, podría así justificar en parte su
discutido Premio Nobel de la Paz.
Una
iniciativa de esa índole podría mitigar el desprestigio moral de
Estados Unidos provocado por sus antecesores, singularmente George W.
Bush y sus ministros, todos los cuales y según lo han reconocido,
autorizaron las torturas como método de interrogación a encarcelados
que ellos calificaron como presos de guerra. En febrero de 2008, Bush
justificó el uso de la denominada “asfixia simulada” que consiste en
introducir la cabeza de las personas en el agua hasta el límite de la
muerte. “Es una práctica legal dijo el entonces presidente y agregó que
si el parlamento aprobase una legislación derogatoria de ese sistema,
él la vetaría.(2)
Un informe de la propia CIA
elaborado en 2004, aunque revelado sólo en agosto de 2008 afirmó que en
las prisiones de Guantánamo e Irak se valen de armas de fuego, disparos
y ejecuciones fingidas para los interrogatorios, aparte de la antes
mencionada asfixia simulada (water boarding).
En
diciembre de 2008, el vicepresidente Dick Cheney destacó las “bondades”
del submarino (otro nombre de la asfixia). Entrevistado por el canal
televisivo ABC subrayó que dicho mecanismo de tortura “ha sido
notablemente exitoso para obtener información.” Los resultados hablan
por si solos, enfatizó. En octubre en curso (2009) Manfred Nowak,
Relator de la ONU sobre Torturas, declaró que la justicia internacional
debería juzgar a Donald Rumsfeld, ex Secretario de Defensa quien fue el
primero en autorizar las torturas como sistema interrogatorio (3)
En
rigor, Obama no es el culpable de tal situación, sino que por el
contrario prometió eliminar las cárceles “extra territoriales” de
Guantánamo y los métodos allí empleados, pro es sabido que no ha podido
concretar esos publicitados deseos.
Notas:
1) Cuba, la historia no contada, Editorial Capitán San Luis, La Habana, 2003.
2) Diario “El Mercurio”(Santiago de Chile), 16/2/08
3) Diario “La Nación” (Santiago) 12/10/09