El pasado 19 de octubre el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se entrevistó con el presidente cubano, Raúl Castro. Entre los asuntos que trataron estuvo el caso del empresario español Pedro Hermosilla, de 60 años, arrestado en la isla el 23 de septiembre en oscuras circunstancias e internado en el centro de detención de la Seguridad del Estado de Villa Marista. Hermosilla fue liberado horas después de la gestión de Moratinos, pero no puede salir de la isla hasta que termine una investigación por corrupción contra dos altos funcionarios cubanos. La entrevista tiene lugar en su casa de La Habana, donde los nervios están a flor de piel.
Pregunta. ¿De que le acusan?
Respuesta. Cuando me detuvieron me dijeron que me estaban investigando por un supuesto caso de cohecho. Pero en estos momentos no hay ninguna imputación... Al salir de Villa Marista me dijeron que me ponían en libertad para que siguiera colaborando con la investigación. Inclusive, nuestra compañía sigue trabajando y operando normalmente, pues hasta el momento no hay ninguna conclusión ni condena.
P. ¿En qué condiciones ha sido excarcelado?
R. Tengo total libertad de movimientos, pero no puedo salir del país hasta que termine el proceso de investigación. Puedo seguir teniendo relaciones de negocios con empresas cubanas y seguir firmando contratos.
P. ¿Desde hace cuanto tiempo está en Cuba?
R. Nuestro grupo, AGEM (Auxiliar General de Electro Medicina), está acreditado ante la cámara de comercio desde el año 1992.
P. ¿A qué se dedica la empresa?
R. A la venta de material científico para hospitales y laboratorios. También tenemos epígrafes más grandes, que incluyen, por ejemplo, la comercialización de neumáticos o materiales de aluminio.
P. ¿Tienen inversiones inmobiliarias?
R. No, aunque sí tenemos activos inmobiliarios propios: una casa y varios apartamentos. La casa creo que nos la permitieron comprar como reconocimiento a nuestra actitud durante la epidemia de la neuritis óptica, del año 1993, cuando pusimos un millón de dólares a disposición de las autoridades para ayudar a lo que hiciera falta.
P. ¿En qué países tiene negocios la empresa? ¿En que áreas trabajan en Cuba?
R. Tenemos negocios en India, Guinea Ecuatorial, Angola, República Checa, Eslovaquia, Cuba y España. En Cuba trabajamos con el Ministerio de Salud y también con el de Construcción o el de Transporte.
P. ¿Usted vive en Cuba?
R. No. Yo, mi mujer y mis dos hijos vivimos en España. Yo vengo cada dos meses a atender los negocios.
P. ¿Hay más gente de su empresa detenida?
R. Nuestro gerente, Carlos de Haz, que es ciudadano cubano. Fue detenido unos días después que yo.
P. ¿Qué otros detenidos hay?
R. Al parecer hay detenidos dos altos funcionarios del Ministerio de la Construcción, que son el foco principal de la investigación.
P. ¿Hacia donde iban dirigidas las preguntas en los interrogatorios?
R. Las preguntas iban dirigidas a si nuestra empresa había dado dinero en estos organismos [el Ministerio de la Construcción y el de Salud]. Eso es lo que se está investigando, y hemos contestado la verdad.
P. ¿AGEM ha dado en alguna ocasión comisiones o dinero para que les favorezcan en un contrato?
R. Jamás. Nunca he entregado un sobre a nadie, ni en ninguna negociación he puesto dinero encima de la mesa con ese fin. Es más, en el Ministerio de la Construcción, por ejemplo, el 98 % de los contratos por los que hemos optado nos han sido denegados.
P. ¿Durante la investigación le preguntaron, por ejemplo, por el ex vicepresidente cubano Carlos Lage?
R. Bueno, de refilón, eso fue el último día... Me preguntaron si lo conocía y respondí que sí. Pero en los 20 años que llevo en Cuba solo he estado con él dos veces: una durante una recepción en la embajada cubana en Madrid. La otra, aquí, cuando vino el ex ministro español de Economía, Rodrigo Rato.
P. ¿Pero usted tenía relación con él o con Felipe Pérez Roque?
R. Nada, ninguna... No tiene nada que ver.
P. Pero ¿Por qué fue a parar a Villa Marista, un centro de detención de la Seguridad del Estado, para los casos muy graves, no para los delitos comunes?
R. No lo sé. Creo que será porque estaban implicados dos funcionarios cubanos de alto nivel, pero a mi nadie me ha explicado nada.
P. En Cuba, todo el mundo que tiene empresas 'estimula' de alguna manera...
R. No entro en esos temas...
P.¿Cómo fue su detención?
R. A nuestro gerente lo habían citado en varias ocasiones para hablar sobre estos temas. Yo no lo quise dejar solo y, como no habíamos hecho ninguna cosa que consideráramos grave, pedí voluntariamente ir a declarar. Cuando fui, el 23 de septiembre, para mi sorpresa me dijeron que debía quedarme allí para ayudarles a esclarecer la situación.
P. ¿Cómo lo trataron?
R. Me han tratado correctamente. Hombre, uno está privado de libertad, dentro de eso...
P. ¿Estaba sólo en una celda? ¿Cómo eran las condiciones?
R. Bueno era una celda de tres metros por cuatro. Estábamos tres personas. Dos cubanos jóvenes y yo. La comida, bueno... arroz, frijoles... Los cubanos se quejaban de lo mala que era... Yo no me quejaba, yo me la comía.
P.En estos momentos unas 280 empresas españolas tienen, según cálculos empresariales, unos 300 millones de dólares inmovilizados en bancos cubanos. ¿Usted también está en esa situación?
R.Bueno, como todo el mundo.
P. ¿Es difícil trabajar en Cuba?
R. Yo siempre he estado en un sector priorizado, que es el de la salud. Claro: ha habido buenos y malos momentos, pero a mi, con retrasos, siempre han acabado pagándome. En Cuba el factor riesgo es elevado, pero siempre han honrado sus pagos.
P. ¿Por qué el ministro Miguel Ángel Moratinos o el presidente del Parlamento José Bono se han interesado por su caso?
R. Quiero aprovechar para agradecérselo mucho... Muchos empresarios y políticos se han interesado por nosotros estos días, y creo que eso se debe a nuestra honradez. Yo tengo 60 años y a mi no me han detenido ni en una estación de ferrocarril. No he tenido jamás un problema en ningún país del mundo.
P. ¿Seguiría en Cuba?
R. Yo espero que esto se aclare lo antes posible... Si he cometido algún error, desde luego no ha sido por tratar de obtener ningún beneficio para nuestros negocios. Yo acataré lo que diga la justicia cubana, pero mi deseo es que la empresa continúe en Cuba.