Miami y "El Sueño Americano" (2)

La frase de Plauto que ha llegado a nosotros como "el hombre es el lobo del hombre" --homo homini lupus-- pronosticó el capitalismo salvaje en Estados Unidos, sobre todo en Miami

Carlos Rivero Collado

La comedia de Plauto que anticipó una tragedia

La frase de Tito Maccio Plauto en su comedia Asinaria fue: “lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novis” –lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quien es el otro--. La frase ha llegado hasta nosotros un poco cambiada.

Sin saberlo, por supuesto, el prolífico Plauto anticipó con esas palabras, dos siglos antes de nuestra era, el nacimiento del capitalismo en Florencia, a fines de la Edad Media, y, sobre todo, del capitalismo salvaje en Estados Unidos, en los Siglos XIX y XX.

Por esa frase plausible, aplaudamos a Plauto.

1-. Las cosas y las causas

Los voceros de la derecha de Miami afirman que el llamado “exilio cubano” está integrado por casi todas las personas que emigraron de Cuba y se han radicado en Miami y otras ciudades.

Eso es falso, ya que un exilio entraña un propósito común, una causa, una lucha, un sacrificio, un objetivo, una integridad, en todo caso una temporalidad, y nada de eso existe en el 99% de los cubanos emigrados.

Hay, eso sí, un activo grupo, en su gran mayoría de la tercera edad, y de la cuarta y la quinta, que se llama a sí mismo “exilio cubano” y sus miembros integran cientos de organizaciones, que a veces están formadas sólo por el que la forma, y escriben y hablan y hacen mitines y están “en sesión permanente” y se halan los cabellos cada vez que sucede algo que ellos creen que los perjudica, como, por ejemplo, que Obama diga que su gobierno sigue reconociendo a Zelaya como presidente de Honduras y acusan de comunista nada menos que al jefe del imperio que lo derrocó, y se enfurecen con quienes mencionan a Hiroshima, Nagasaki y Abú Ghraib porque para ellos los bombardeos atómicos eran necesarios y la tortura, un método excelente.

Después de observar por muchos años el escenario político del llamado “exilio”, no creo que el mismo esté integrado hoy por más de diez mil emigrados, o sea menos del 1% de la emigración. Cada día son menos no porque renuncien a sus ideas, sino porque como muchos de ellos tienen más de 80 ó 90 años, la ingrata biología suele poner fin abrupto a su militancia, a no ser que le pidan permiso a San Pedro o a Satanás para formar sus grupúsculos en las frescas delicias del paraíso o entre los calores del infierno, que se parecen mucho a los de Miami.

Es notable la total indiferencia que sobre la cuestión política tiene el 99% de todos los cubanos que viven en el exterior. Desde hace más de treinta años no se celebra en Miami “un acto del exilio” al que haya asistido más de cuatro o cinco mil personas, y eso es después de tener el mayor depliegue publicitario por todos los medios de difusión masiva; pero si se celebra, por ejemplo, un buen juego de béisbol o fútbol --no el civilizado fútbol nuestro, sino el de los cascos guerreros … guerreros como el imperio-- o un acto artístico en que se presente un cantante famoso, entonces pudieran asistir varias decenas de miles de cubanos. Ya ése no es, por supuesto, “el exilio”, sino la emigración y ésta no mantiene una hostilidad real hacia el gobierno o el sistema económico que, según los voceros de la derecha, motivó su salida de Cuba. Y muchos de los ‘exilados’ que dicen que son “enemigos a muerte” del gobierno de Cuba, nunca materializan tan terrible enemistad porque tienen un formidable apego a la vida.

Hay, por otra parte, decenas de miles de emigrados, sobre todo en Miami, que manifiestan su apoyo a la Revolución.

La emigración cubana está formada por personas que salieron del país por razones económicas, familiares o personales o, muchas veces, por el inquieto afán de rebasar los estrechos límites geográficos del pequeño archipiélago y vivir en otros países para ampliar el escenario, ver otros mundos, asimilar otras formas de vida, andar, simplemente andar. No hay nada de extraño en eso. El ser humano emigra desde que era sólo un proyecto de ser humano, desde el neanderthalense, el hombre de Java, el homínido. La australopiteca Lucy, aquella tierna abuelita nuestra que medía tres pies, caminaba casi erecta y vivió hace más de tres millones de años, no conoció nada más allá de su desarbolada selva porque murió joven; pero todos sus descendientes hemos sido nómadas. La vida sedentaria comenzó hace sólo unos diez o doce mil años y nunca ha sido muy asentada del todo. La humana es, por naturaleza, una especie movible, aunque no tanto como los leones de Africa ni las ballenas del Pacífico.

El proceso revolucionario cubano ha sido glorioso, pero muy severo, y no todos los seres humanos tienen el coraje ni el ideal ni la cultura ni la sensibilidad para sacrificar las cosas por las causas. Es el eterno conflicto entre la conciencia y la piel. No se debe condenar a quienes anteponen la piel –el deseo—a la conciencia –el ideal--. Ellos, al hacerlo, se condenan a sí mismos, a una vida de falsos valores, alegre por fuera, triste y vacía por dentro. Sufren por lo que son aunque no lo parezca. Sufren su vacuidad, su incultura, su simpleza, su mediocridad, su egoísmo. Lo único que le da al ser humano orgullo y felicidad permanentes es la conciencia. La piel es una corteza desleal.

No hay nada más aburrido ni deprimente que hablar con quien haya entregado su vida sólo a los placeres del dinero. Uno expone ideas, sentimientos, cultura, anhelos, temores, alegrías, dudas; quien escucha no dice una sola palabra porque es un tema que no le aporta ganancia. Es más ameno hablar con un ladrillo.

2) Empleo, desempleo y explotación

La explotación del hombre por el hombre a la que Plauto se refirió usando la metáfora del lobo, es más feroz en Miami que en cualquier otra ciudad de este país. Ahora se informa que más de la mitad de los trabajadores de esta ciudad –y un 35% a nivel nacional-- no tiene vacaciones este año, en unos casos porque los dueños de los negocios no las pagan; en otros, porque los trabajadores tienen miedo que si las toman, cuando regresen a su empleo ya éste no exista.

Estados Unidos es, quizás, el único país del mundo en que sólo se les da a los trabajadores una sola semana de vacaciones al año, aunque ésta aumenta a dos después de cinco años de empleo y a tres después de diez años, siempre que mantengan el empleo en el mismo lugar.

Como señalamos en el primero de esta serie de artículos sobre Miami, los salarios de esta ciudad están entre los más bajos del país y las condiciones de trabajo son más duras, sobre todo para los que trabajan a la intemperie, por el extremo calor y la altísima humedad del área cenagosa en que se han construido estas ciudades del sureste floridano.

El Grupo Económico del Banco Wachovia informa que el aumento del desempleo y, en general, el agravamiento de los problemas económicos, comenzaron en el sureste de la Florida nueve meses antes que en el resto del Estado y el país. El desempleo en la Florida es de un 11% y se cree que el de Miami pueda llegar de un 13 a un 15%. El precio de las viviendas descendió un 45%. Decenas de miles de trabajadores se han ido de la Florida en los últimos meses. Las industrias de la manufactura y la construcción han perdido 720,000 empleos desde septiembre del 2008.

Una de las peores infamias que cometen los capitalistas en esta ciudad es la de emplear a indocumentados por menos del salario mínimo que ya de por sí es el más bajo del país en relación al costo local de la vida. Mientras esos empleadores se enriquecen aun más, esos trabajadores tienen que vivir 10 ó 15 de ellos en efficiencies, o sea microapartamentos, hechos para que vivan una o dos personas, con baños tan estrechos en los que no cabe una pastilla entera de jabón y cocinitas tan pequeñas en las que si se fríe una frita no se puede freír al mismo tiempo una cebolla.

Esos empresarios estafan al trabajador porque le pagande menos, estafan al cliente porque le cobran de más, y estafan al Estado porque en sus planillas de impuestos reportan que venden mucho menos y que no tienen tantos empleados, ya que no pueden decir que emplean a los ilegales. Algo similar sucede en las fábricas. De esta forma, a base de estos robos múltiples, se han hecho grandes fortunas.

Si en Miami fuese a la cárcel todo el que rompe la ley, esta ciudad sequedaría vacía. La corrupción en el gobierno local es famosa en todo el país, pero de esto hablaremos en un artículo posterior.

Como hemos señalado otras veces, de la fuerza laboral de casi 160 millones de trabajadores que hay en Estados Unidos, sólo 15 millones pertenecen a la única ‘central’ sindical del país, la AFL-CIO (American Federation of Labor—Congress of Industrial Organizations) y dos millones a sindicatos independientes, o sea 17 millones en total, que viene a ser el 10.4% de la fuerza laboral del país. 143 millones de trabajadores no están protegidos por leyes laborales, el 89.4% de todos los que trabajan en este país. Eso demuestra que el gobierno de Estados Unidos es el mayor violador de los derechos laborales de la historia contemporánea. Se proclama, sin embargo, defensor mundial de los “derechos humanos” … debe ser de los derechos de los que no trabajan porque viven del trabajo ajeno, de los que practican la explotación del hombre por el hombre, de los del hombre como lobo del hombre.

3) Hambre en Miami

En diciembre del año pasado se celebró aquí en Miami la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos (The US Conference of Mayors). Su informe final, conocido como 2008 Hunger and Homlessness Survey Results (Resultados sobre el Hambre y el Desamparo en el 2008) revela que, del 2007 al 2008, creció en un 12%el número de familias sin vivienda y con hambre en las 63 ciudades más pobladas del país. En el propio informe se revela que el 59% de los nuevos reclamos de alimentos proviene de familias con hijos. Se cree que en Miami el número de personas desamparadas y con hambre aumentó en un 15%, del 2007 al 2008, o sea un 3% más que el promedio nacional.

Circle of Life Resource Center (Centro de Recursos ‘Círculo de Vida’), una organización no-lucrativa –non-profit organization—informa que en el condado Miami-Dade unas 400,000 personas viven en la miseria, entre ellas 140,000 niños, o sea la cuarta parte de la población.

Veamos lo que sobre el hambre en Miami dice un sensible periodista de El Nuevo Herald. (Hace diez o doce años, El Nuevo Herald era un periódico razonable que daba cabida a columnistas de ideas relativamente distintas, desde la izquierda moderada a la extrema derecha. David Lawrence era el director y Ramón Mestre, el responsable de las páginas de Opiniones, la sección editorial. Después que ellos se fueron, el periódico se convirtió, casi íntegramente, en un boletín informativo de la derecha ultracapitalista. Y no lo ha hecho por convicción ideológica, sino por un miedo insuperable a la reacción de los elementos fanáticos de esta ciudad que dominan el llamado “exilio”. Hay dos o tres columnistas, sin embargo, que se les puede leer porque son la excepción. Uno de ellos es Daniel Shoer Roth)

A fines de mayo, Roth –un judío del que imagino que no debe tener nada de sionista, como muchos otros-- escribió un artículo que merece un aplauso, “Los príncipes de Miami” en el que comenzaba diciendo:

--El Condado Miami-Dade está gobernado por 13 comisionados. Sin embargo, a veces da la impresión de que en vez de servidores públicos, son miembros de una monarquía absolutista. No importa cuán hambriento esté el pueblo, en la Casa Real --la Comisión--, el caudal de fortunas para derrochar es inagotable.

El 23 de julio del 2008, Roth escribió “Hambre en Miami”, un artículo que tiene ahora más actualidad que hace un año porque los hambrientos son ahora muchos más, ya que el agravamiento de la crisis económica y el aumento del desempleo comenzó dos meses después del artículo. Este escrito, naturalmente, fue muy criticado por la extrema derecha que conforma el 100% de la dirigencia “exiliada”. Aunque ya ha sido divulgado ampliamente en numerosos sitios de la red, vale la pena ahora repetir algunos de sus párrafos que parecen escritos hoy mismo, no hace un año:

--Es absurdo que haya tanta miseria en el sur de la Florida, donde se gastan millones de dólares para promover la imagen cosmopolita ante el mundo, radica el código postal con la mayor concentración de riqueza del país y hay fondos para centro de arte y obras capitales.

--El banco de comida “Daily Bread” estima que hay unas 800,000 personas con necesidades de alimentos en los cuatro condados (del sureste de la Florida, desde West Palm Beach a Key West)

--Cuando hay hambre, baja la productividad, porque las personas dejan de ir al trabajo y se enfermán más.

--A diferencia de algunos lugares, como Africa, donde vemos niños con barrigas infladas por parásitos y adultos raquíticos, aquí las personas más hambrientas no se muestran públicamente por su orgullo, ya que el individualismo estadounidense ha exaltado la idea de la autosuficiencia económica.

--“En 17 años, jamás había visto una escasez de comida como ésta”, señaló Patricia Robbins, la fundadora de Farm Share, en Homestead.

--Todos los sábados, durante los dos últimos años, Amparo Valencia, madre soltera de dos, va a la iglesia “Amor y Fe” en West Miami, adonde hay un almacen de autoservicio de alimentos básicos. Antes acostumbraba a salir con varias bolsas, la semana pasada salió sólo con una. “Ahora uno va y si hay una cosa no hay la otra”, expresó Valencia, de 43 años, quien emigró de Colombia hace doce años pensando que en Miami no pasaría hambre.

--“Ojalá que la gente que tiene se acuerde de las personas que necesitamos” –exhorto Valencia--. “Estamos carentes de todo”.

(Hasta aquí algunos párrafos del artículo de Roth)

4) Un sueño bajo las estrellas y, muchas veces, bajo la intensa lluvia

Entretanto, sigue aumentando el desempleo en Miami y el resto del país, y su secuela directa, el hambre; y un mayor número de personas está viviendo en la calle.

En Miami hay decenas de miles de casas, en cada una de las cuales pudieran vivir, con holgura, 15 o 20 personas, que sólo están habitadas por dos o tres, o sea un matrimonio y un hijo único. Y las amplias iglesias de púlpito de mármol y oro sólo están abiertas para quienes aspiran a vivir eternamente al abrigo del paraíso no para los que en esta vida viven en el infierno de la intemperie y duermen, a menudo, bajo la copiosa lluvia, tan común en Miami, sobre todo por las madrugadas, en los meses de agosto, septiembre y octubre.

Sobre esta cuestión de la gente que no tiene adonde vivir en Miami, sería útil destacar que, en Cuba, cientos de miles de personas abrieron de par en par las puertas de sus casas para dar albergue gratuito a quienes perdieron su vivienda debido a los tres poderosos huracanes que asolaron casi todo nuestro país el año pasado. Nadie tuvo que dormir en la calle. El profundo sentimiento de solidaridad que ha adquirido el pueblo cubano en 50 años de socialismo no lo hubiera permitido.

Después del huracán Andrew, que destruyó miles de viviendas, sobre todo en Homestead, al sur de Miami, a fines de agosto de 1992, decenas de miles de personas tuvieron que dormir a la intemperie o en carpas de lona porque nadie, literalmente nadie, ni siquiera las iglesias, les brindó techo.

Más de cien mil cubanos llegaron a este país por el éxodo del Mariel, en el año 1980. Los que no tenían familiares cercanos --la gran mayoría--, tuvieron que dormir bajo los puentes de la autopista I-95, cerca de la Calle Ocho, y bajo otros muchos puentes, porque nadie les brindó su casa.

El área del sur de la Florida ocupa el primer lugar en Estados Unidos en crímenes de odio contra los desamparados. Los dejan sin trabajo sin comida sin ropa sin médico y sin techo y encima de eso los muelen a golpes o los asesinan, y sólo porque son desamparados, o sea porque están indefensos.

En artículos posteriores ampliaré este tema del hambre y la falta de vivienda en Miami, así como de las drogas, el crimen, la corrupción política y otros grandes logros de esta ciudad.

Esto del “sueño ‘americano’ en Miami”pica y se extiende, pero esta vez la pelota va a llegar al jardín central, entre segunda y tercera, porque el short-stop estaba medio entretenido.

5) EN POCAS PALABRAS (comentando las últimas noticias)

*** Obama tiene la mejor atención médica del mundo

--Pero 50 millones de personas en este país no tienen ninguna.

*** 200 millones de latinoamericanos carecen de vivienda

--El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) informa, además, que ese número crece a razón de un millón al año y que el 25% de todos los latinoamericanos sobreviven con menos de dos dólares al día.

*** El Jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa critica el excesivo consumismo

… usando un reloj de 40,000 dólares –dice un cable de EFE--.

--El patriarca Kiril dijo: “La Tierra no aguantará si toda la sociedad se lanza por el camino del consumismo insaciable”. Al levantar un brazo para darle énfasis a esta frase, se le vio en su muñeca izquierda un reloj de oro blanco marca Breguet cuyo precio oscila entre 28 y 36 mil euros. Otro cable de EFE dice: “El cardenal primado de Argentina, Jorge Bergoglio, declaró que “se vive una situación de pobreza escandalosa” en su país, un día después que el Papa hablara también del “escándalo de la extrema desigualdad social en América Latina”. El cable de EFE no menciona, sin embargo, el valor de las carísimas joyas que, por lo regular, usan el papa Benedicto XVI y el cardenal Bergoglio, ni si tienen algunos planes para vender el oro, la plata, los diamantes, el marfil, el mármol y las billonarias obras de arte del Vaticano y las iglesias argentinas para mitigar en algo el hambre y la miseria de tantos millones de seres humanos que todavía creen en la Iglesia, a pesar de las evidencias.

*** Dice Chávez que puede haber guerra en América del Sur

--Mientras exista el imperio, habrá guerra. La paz sólo se alcanzará cuando no exista el imperio.

6-. Sobre la sección de comentarios de Kaos

Mucho les agradezco sus palabras a los amigos y compañeros queapoyan mis artículos: Antolín Hidalgo, Conrado M. Rangel, Luis Lamela, Juan, Apolonio, Héctor el de Güines, Santiago Maceiras, Chileno de corazón, Mambiamericano, El Pensador, Orlando Castro, Juan Leivas, Simone, Alicia, Pomponio, El Toledano y muchos otros, algunos de los cuales no ponen nombre ni seudónimo, como si fuesen sombras de luz, pero insisto en que si bien es útil y bienvenido el debate con quienes se expresen con decencia, por muy duro que sea el ataque a mís articulos o a lo que digan algunos comentaristas, no se debe polemizar con la escoria que se expresa con tanta vulgaridad. Ellos, los que pertenecen a esa crápula, se atacan a sí mismos al escribir de esa forma. Yo no borraría ni un solo comentario para que el lector pueda apreciar la altura o bajeza de quienes escriben; pero los camaradas de Kaos tienen otros puntos de vista sobre eso y yo respeto sus razones. Estos camaradas realizan una formidable labor en todos los órdenes en este digno órgano de expresión. Un fuerte abrazo a los amigos que me apoyan y todo mi respeto a quienes critican mis trabajos, siempre que lo hagan como personas razonables, no como sabandijas ?

Miami y "El Sueño Americano" (3)

Después de entristecer a mis lectores con tantas tragedias, quiero alegrarlos con un poco de comedia. Que la gozosa desnudez de Talía sustituya, al menos por hoy, el grave ropaje de Melpómene.

Carlos Rivero Collado |

El comité central de la Unión de Jóvenes Anticomunistas de MIami -UJAM-, que mañana irá a los Everglades a entrenarse con armas de grueso calibre

(Aclaro que esto está escrito para personas que tengan sentido del humor, no para los pesa’os, sobre todo los insolentes fanáticos del imperio que aquí en Miami se molestan por todo, hasta de ellos mismos. Aquí no hay ofensas, lo que hay es humor, aunque humor negro, con algunos párrafos serios. La semana que viene todos serán serios)

1-. La Ciudad de los Niños (Boys Town)

Lo mejor que tiene Miami es que aquí me siento como si fuera un niño pequeño, a pesar de que ya cumplí los setenta. Aquí todo el mundo es viejo, vieeeeejo viejo, no chavalillo como yo; lo único que no es viejo es la ciudad, que no hace mucho era sólo un pantano. Tal parece como si todos hubiesen llegado a la vejez de pronto sin antes haber pasado por las distintas etapas del envejecimiento. Santovenia se hubiera hecho aquí más rico que Rockefeller. Los barberos cortan el cabello con espejuelos oscuros para que el blancor de las canas y el brillo de las calvicies no refleje la luz solar y no le corten a alguien la punta de una oreja.

Así como aquí se ve primero a Atila montando a caballo que a alguien leyendo un libro, asimismo es más fácil ver a Leonardo da Vinci bailando una rumba frente al Versailles que a un niño pequeño. Y cuando se le ve, de puro milagro, es hijo de una indocumentada que trata de quedarse en el país porque en el suyo pasaría aun más hambre. Los fabricantes y vendedores locales de muñecas, soldaditos, teteras y azabaches se han arruinado mucho antes de esta ruina.

2-. Panzas macabras

Los funerarios se enriquecen y los ginecólogos andan por ahí manejando taxis los fines de semana para pagar la renta.

En todos los países del mundo los velorios son de noche. Aquí no. Aquí hay cinco tandas de velorio, las veinticuatro horas del día, y en una de ellas estaré sin que pase mucho tiempo, y no para velar a nadie. Los velorios son los lugares más alegres de la ciudad, a los que asisten todos los viejos para enterarse que son ellos los que velan no a los que velan. Observen que cuando un viejo llega a un velorio lo primero que hace es ir, directamente, al muerto para cerciorarse de que esa noche va a dormir en cama, no en ataúd. Y las carrozas andan por la calle unas detrás de otras como si hubiese habido una masacre.

Los funerarios son viejos de panzas gigantescas que no pueden abrocharse los cordones de los zapatos y por eso siempre andan por ahí con mocasines. Tampoco pueden abrirse la portañuela cuando van a mear y tienen que hacerlo sólo cuando se están bañando.

A veces, cuando caminan entre los muertos que los maquillistaspreparan para presentar en el velorio, chocan con las mesas y algún muerto cae al suelo, pero ninguno, hasta ahora, se ha quejado. Cuando uno los ve caminar por ahí como si estuviesen a punto de dar a luz quintillizos, no puede menos que sentir cierta pena por los seis o siete infelices que dejaron de comer ese día por culpa de ellos. En el cine tienen que pagar también por el asiento de alante y cuando regresan a sus hogares, el ombligo les llega cuatro minutos antes.

Las calles están llenas, sin embargo, de gente más que canija esmirriada, que carga unas maleticas todas rotas. Son los desamparados que parecen que llevan el esqueleto por fuera porque otros comieron lo que ellos debieron haber comido y no le dejaron ni la raspita.

3-. El Museo de El Cairo

Cuando veo las fotos de las crónicas sociales de Miami compadezco a los antropólogos que se han pasado toda una vida en el Valle del Nilo para encontrar una sola momia. Aquí hubiesen encontrado la mayor colección de momias de la historia. Algunas son de la primera dinastía, como Menes, otras son ‘jóvenes’, ya de la época romana, como los últimos Ptolomeos.

Todas se exhiben en esas crónicas, casi a diario, y no en féretros ni envueltas en lienzos todos cubiertos de polvo, sino con tragos en las manos y hasta con sombrero y muertas también, de risa. Siempre se ven los mismos rostros surcados por zanjas milenarias.

El monstruo creado por el doctor Frankenstein aprendió a hablar un poco en la segunda película, la de su novia, pero no a leer periódicos. Si ve esas fotos, se desmaya.

A cada rato aparece en ellas un viejo dirigente estudiantil que fue a Hollywood hace años a servirle de modelo a los maquillistas de Spencer Tracy en la película del hombre-lobo. Se ve, además, aunque con rareza, por razones obvias, la foto de un locutor que también fue a Hollywood, pero para trabajar en las películas de Tarzán. Cuando Lex Barker sustituyó a Johnny Weismuller, él vino a vivir a Miami. Es el único chimpancé de la historia que habla por radio las veinticuatro horas del día.

Hay una señora que sale casi todos los días en la crónica que se parece mucho más a Drácula que Drácula. Si la hubieran visto a tiempo no habrían traído a Bela Lugozi de Transilvania y se hubiesen ahorrado el maquillaje. Quizás ya la conocían y prefirieron contratar a Lugozi por miedo a que en los cines pudiera producirse una estampida hacia la calle en que pudiese haber muertos y heridos.

Los cronistas sociales siguen las costumbres que ya tenían en la Cuba de ayer. A la que le paga más le dirán “la bellísima dama Anacleta Cantimplora, esposa del exitoso empresario don Floripondio Tentenpie”, y pasan por alto el hecho curioso de que, tal vez, la buena señora tenga una sola oreja y un racimo de forúnculos verdes en la punta de la nariz.

Si la fealdad es aun más escandalosa, entonces la llaman “la cultísima dama Apolodora Juncadella, feliz esposa del gran empresario y antiguo vicepresidente del Havana Yacht Club, Joseph McClellan. Este Joseph se llamaba en Cuba José Pérez García y le decían Pepitopé; pero, como al hacerse ciudadano de Estados Unidos la persona puede ponerse el nombre que le dé la gana, se puso así.

4-. Noche de farra

Una noche que me dejé vencer por el masoquista impulso de ver todas esas fotos de la crónica social, me fui a beber después unas copas a un centro nocturno para calmar los nervios. Me senté en una de sus barras y pedí un trago. Estaba solo. En las discotecas de South Beach hay alegría porque hay juventud y, sobre todo, mucho perico (los cubanos le decimos perico a la cocaína porque quien la usa habla mucho, como un perico), pero en los clubs de Miami sólo hay tristeza, o sea vejez. Hace 40 años en estos lugares las mujeres se parecían a Cleopatra, hoy se parecen a los restos de Cleopatra. Las barras complementan la crónica social porque en ellas las fotos toman vida.

Al poco rato se me acercó una vieja que tenía un párpado caído, y me invitó a bailar. Tuve que decirle que en la planta del pie izquierdo tengo un callo más grande que el dedo gordo y que cada vez que bailo lo hago no como si bailase sino como si cantase un cante jondo.

Me da la impresión de que estas personas que tienen un párpado caído no lo tienen de nacimiento, sino que durmieron muchas horas y después se les despertó un solo ojo porque tomaron dos pastillas de dormir en vez de una. La amable señora sonrió, triste el párpado, y se me alejó. Así como en las barras de South Beach no permiten que los jóvenes entren con los pantalones por la mitad de las nalgas, debían exigir en las de Miami que nadie entre con los párpados en la mitad de los ojos.

Unos minutos después, la señora de la media mirada estaba bailando con un joven que podía ser su biznieto. En la población menor de 60 años, Miami tiene la mayor proporción de hombres por mujeres de Estados Unidos, quizás del mundo; aunque en la población mayor de esa edad las mujeres son mayoría porque viven más.

Por supuesto que en Miami hay muchas mujeres bellas y jóvenes, pero todas van a las discotecas de South Beach adonde los viejos no se atreven a ir porque la música tan estruendosa les afloja los dientes postizos. Y si están casadas y viven en Miami y no en la playa, parece que los maridos las mantienen en bóvedas bancarias, como si fueran diamantes, porque casi no se les ve.

Todo lo contrario sucede en la América Latina en que lo que predomina son las parejas de la mujer joven y bella y el viejo feo. Miami ha sido siempre todo lo opuesto a América Latina, y hoy mucho más.

Un rato después, cuando ya la señora y el joven de la cara huesuda se andaban besuqueando sin el menor recato, corriendo el riesgo de que se le fuera a caer a la vieja el otro párpado y le diera una terrible punzada en el cuello, se me quedó mirando, fijamente, del otro lado de la barra, una señora que tenía más arrugas que la momia de Tutankamen. Tenía un sombrero como el que usan las puertorriqueñas de Nueva York cuando van a misa, y fumaba.

Como la lectura del Egipto antiguo ha sido siempre una de mis preferidas, decidí ir hasta ella con el sano propósito de que me revelara algunos secretos del proceso de momificación que se han mantenido ocultos por más de cinco mil años.

Cuando ya me le acercaba pensé, de repente, que como la Naturaleza no ha sido nunca tan injusta, la buena señora debía tener al menos la cultura suficiente para conocer de historia antigua, y que podía enfurecerse con mis preguntas, y decidí regresar a mi asiento, porque eso de que una momia con ese tipo de sombrero y un cigarro en la boca me diese una bofetada no estaba en mis planes, por lo menos esa noche.

Siento el mayor respeto por toda persona que tenga un defecto físico o sea mucho mayor que yo; pero no puedo respetar a estas ancianitas que, en vez de quedarse en su hogar leyendo un libro o cuidando a sus biznietos, andan por ahí emborrachándose solas en las barras y restregándose con quienes son medio siglo más jóvenes que ellas, ni a las momias que hieren nuestra sensibilidad visual retratándose casi a diario en la crónica social como si la vida fuese no un deber ni una misión, sino una perenne fiesta. Todo en la vida tiene sus etapas. La pachanga es para la juventud y para los de la segunda edad, o sea para los hombres menores de 60 años y las mujeres menores de 50. La vejez es la etapa de la reflexión, la serenidad y el repaso de lo que hicimos y leímos cuando no éramos viejos. No soy moralista ni religioso ni nada de eso, pero no puedo evitar que se me salga la vena humorística cuando veo todas esas ridiculeces, sobre todo en Miami.

5-. Cambian no sólo de patria, sino hasta de nombre

Al igual que Pepitopé se puso McClellan, aquí hay muchos que se cambian de nombre como si se estuvieran cambiando de zapatos cuando obtienen la ciudadanía de EU. Una locutora de televisión se llama Edna Schmidt, pero se parece mucho a Jerónimo cuando era joven. Quizás estaba leyendo un libro sobre Alemania cuando “se hizo ciudadana”.

Hay en una emisora de Miami un locutor que antes se llamaba Jorge Enrique Pérez. Un buen día se le ocurrió hacerse ciudadano de este país. Parece que creyó, entonces, que ese apellido Pérez era demasiado cubano, y que él era ya ciudadano del grandioso imperio que ha salvado a todos los pueblos del mundo con su cultura y su ingenio y que jamás ha matado a nadie, ni siquiera a una bibijagua. Entonces se puso Jorge Martin, así sin acento en la i, para que el apellido sonara a “americano” o sea a algo honorable y grande. Nadie se explica aún por qué no se puso George Henry Martin. Parece que su “americanismo” no era full-time, sino sólo part-time. El hombre ni siquiera se acordó, al jurar la bandera de las 15 estrellas autóctonas y las 35 foráneas, que Pérez es el apellido materno nada menos que de José Martí. No tengo nada en contra del señor Pérez, es más lo considero el mejor locutor de esa emisora por su clara dicción y su seriedad. Si hablo de él es para destacar el curioso proceso de desnacionalización que sufren muchas personas en esta ciudad, porque como él hay aquí muchos mártines.

Aquí quisieron cambiarle el nombre al niño Elián González, hace nueve años y medio, y le llamaban Ilián, ya que en la mayoría de los casos la e se pronuncia i en inglés. No pudieron. Elián sigue siendo Elián. Si se hubiera quedado aquí, quizás hoy estaría arrebata’o en una esquina de South Beach y al lado de él otro adolescente con un arito en un labio y un pela’o como el del Pájaro Loco le estaría diciendo: “Hey, come o­n, Ilian, gimmie some of that coke, willya!” (¡Oye, Elián, dame un poco de ese perico, no!)

Un cable de EFE acaba de informar que un grupo de científicos de la Universidad de Massachusets ha presentado un informe a la asamblea anual de la ‘American’ Chemistry Society –Sociedad Química de Estados Unidos--, que se celebra en Washington DC, en que revelan que el 90% de los billetes de Estados Unidos y Canadá contienen rastros de cocaína. Si es cierto el informe de ese grupo investigador, que siempre ha sido tan serio y comedido, se trata de un escándalo de inmensas proporciones, pues significa que la inmensa mayoría de las personas en ambos países es adicta a esa droga. “En Washington DC se han encontrado restos en el 95% de los billetes en circulación” –añade el grupo de científicos, en su informe--. O sea que la casi totalidad de los dirigentes del gobierno serían adictos a la cocaína y esto es en extremo alarmante, pues entre ellos están quienes tienen el control del inmenso arsenal nuclear de este país. Según el científico Yuegang Zuo, quien dirigió el estudio, el alto porcentaje de dinero con rastros de cocaína en EU representa un aumento de casi un 20%, comparado con una investigación similar realizada hace dos años.

6-. Los profesionales de la voz

Miami es la única ciudad del mundo en que hay locutores que comentan las noticias y hasta llegan a burlarse de ellas mientras las dicen ante el micrófono. En todas las demás ciudades, literalmente en todas, el locutor sólo lee el cable noticioso y luego un comentarista interpreta la noticia. Aquí no. Aquí hay locutores que comienzan sus noticieros radiales diciendo, por ejemplo: “En la mañana de hoy el presidente Hugo Chávez Frías de Venezuela” y, antes de proseguir la lectura del cable, dicen cosas como éstas: “¡Aaaah, qué presidente ni presidente … e’te e’ un descara’o”, y entonces prosiguen la lectura: “visitó al presidente Evo Morales de Bolivia”, entonces vuelven a interrumpir el cable y dicen “e’te indio e’ otro descara’o”, y siguen con el texto del cable y después de interrumpirse a sí mismos otras veces, concluyen en dos minutos una noticia que les hubiera tomado decir unos cuarenta segundos.

Los locutores de Radio Mambí se pasan el día entero diciendo: “Pérez Roura es, de lo bueno, lo mejor”. ¿Se imaginan ustedes que en Granma, debajo del título, haya un letrero fijo que diga “Lázaro Barredo es, de lo bueno, lo mejor”? ¿O que en la primera página del Times de Nueva York aparezca un recuadro en fondo gris que diga: “Our Editor in Chief is the best of the best”. Sería la resurrección de Zig-Zag.

Si Zig-Zag existiera hoy aquí como hace tantos años, su portada de esta semana serían estos cuatro payasos que frente al Versailles rompieron con martillos los discos de Juanes. Esa es la única batalla que ellos van a librar, la de martillos rompiendo discos a 250 millas de Cuba, porque no creo que ninguno de ellos haya aprendido a tirar jamás ni con una escopetica calibre 22, de las que se usan para cazar codornices.

7-. Doctores en mecánica automotriz

Yo creo que aquí los mecánicos de automóviles estudian medicina porque actúan igual que los médicos. Si un paciente va a un consultorio con un catarro, el objetivo del médico no es curarlo, sinoconvertirlo en algo peor para cobrarle más al enfermo y, sobre todo, a la compañía que le da el seguro de salud. Cuando un enfermo llega a un hospital con una dolencia menor, se enferma de gravedad sólo de pensar en lo que pueda hacerle el médico. Por eso es que en los consultorios todos se miran entre sí como si estuviesen viendo en la crónica la foto de la vieja que se parece más a Drácula que Drácula.

Algo muy similar sucede en los talleres de mecánica. Si los polos de las baterías no hacen contacto con ellas, se les da un golpe con un martillo o se les echa algún refresco que tenga ácido para que les corroa lo que las aísla de la batería. Pero hay muchos que no saben esto. Entonces el mecánico les dice que tienen que ponerle una batería nueva, o sea que ya el catarro no es sólo catarro. Le saca la batería que está buena, le vende otra medio vieja como si fuera nueva y vende la primera a un nuevo cliente como si hubiera salido de la fábrica unas horas antes. Eso es si el cliente se pone dichoso, porque si no, entonces le dice que es el motor de arranque y le cobra lo que vale cuatro veces más que la batería. Y entonces vende ese buen motor de arranque, que ha sacado, a otro cliente cuyo motor de arranque quizás esté aun mejor que el que compra. O sea la ganancia del mecánico es doble, triple y hasta cuádruple por una simple batería que ni siquiera estaba mala. Y todo porque el primer enfermo, o sea el primer automovilista, no conocía el truquito del ácido o el golpecito en los polos.

Eso es, también, suponiendo que el cliente tenga buena suerte, porque si no, o si es aun más gil, el mecánico le cambia la batería, el motor de arranque, los cables y hasta los bombillos de las luces delanteras y traseras, y mientras lo hace, si el cliente se descuida un poco, le abre un hueco al radiador y cuando el cliente sale ya con su auto sin problemas de luz ni energía, entonces se queda sin agua y tiene que ponerle un radiador nuevo que le cuesta más que el motor de arranque. Quizás ya desconfíe del primer mecánico y vaya al segundo, pero es igual porque como casi todos hacen lo mismo, el beneficio no es de uno solo, sino de todos y siempre hay muchos más coches que mecánicos y más clientes giles que listos.

Tengo un amigo que llevó su coche a un mecánico para que le hiciera un cambio de aceite y al día siguiente se le comenzó a ligar el aceite del motor con el agua del radiador y dos semanas después tuvo que gastarse mil dólares en el arreglo … con el propio mecánico porque ni se imaginó que eso pudiera hacerlo … “una persona tan decente que hasta parece un médico, chico” según me dijo. Y, efectivamente, es médico … de Miami.

8-. Los letrados del cash

En otros países, los abogados esperan que el cliente les pregunte a cuánto ascienden sus honorarios después de explicarle el caso. Aquí no. Aquí cuando uno va a comenzar a plantear el problema, el abogado, como si sacase, de repente, un puñal de una funda, dice con áspero gesto: “I charge 500 hundred dollars an hour; now you can talk” –“Yo cobro 500 dólares la hora; ya puedes hablar”--. O sea te exigen el dinero en efectivo –cash—por delante, sin el menor recato y sin saber de qué se trata. Por supuesto que hay excepciones, pero son muy raras. Esto no me lo ha contado nadie, lo he visto yo aquí en Miami muchas veces. La primera vez fue en abril de 1959. El abogado se llama Gino Negretti –o se llamaba porque si vive debe tener cuatro siglos--, pero cuando aquello su hora sólo valía 100 dólares. No tengo nada, tampoco, en contra del boricua Gino, sé que ayudó a mucha gente en la infancia de la emigración, pero cuando iba a verlo uno que tenía un poco de plata o la posiblidad de tenerla, le espetaba de entrada lo de sus cien dólares la hora. En realidad no debemos quejarnos de los abogados, su precio es lo único que, en medio siglo, sólo ha subido cinco veces … pero tengan cuidado los que vayan a darles el litigio de una herencia porque puedieran quedarse sin ella.

Fue aquella vez que vi a Gino, hace más de medio siglo, que decidí no terminar la carrera de Derecho en este país, a pesar de que ya en La Habana iba a entrar a tercer año cuando Batista se marchó del país y yo, sin ser responsable de nada, pues sólo tenía 19 años, tuve que salir enseguida como si fuese el subcampeón olímpico de los ochocientos metros ?

9-. Sobre la sección de comentarios de Kaosenlared

Les agradezco a los camaradas de Kaos que no hayan borrado ni uno solo de los 210 comentarios que los lectores pusieron en mi artículo de la semana pasada, lo que, según algunos, fue casi un récord. Noto con interés que ya no aparecen los escritos vulgares de antes y eso me alegra, a pesar de que algunos me siguen atacando con insistente furia, como si yo fuera no un simple articulista sino un demonio, aunque sin caer, al menos esta vez, en lo excrementicio. En parte estamos haciendo algún progreso, renunciar a la porquería.

Los que ofenden dirán que ofenden a quien ofende, sin darse cuenta que mi ataque es genérico, no personal como el de ellos, y cuando caigo en lo personal lo hago como esta vez, con buen humor. Si es en serio, ofendo lo genéricamente ofendible, pero ellos me ofenden por el placer de ofender y lo hacen sin aportar un solo dato que desmienta lo que escribo y cuando se atreven a ponerlos, todos son falsos.

La sección se convirtió en un extendido debate entre personas que mantienen posiciones opuestas y se dieron muchos razonamientos y datos, de ambas partes. Eso me alegra y ennaltece porque se expresaron, casi siempre, con decencia. A los que me atacaron como si se lo estuviesen haciendo a Satanás, les sugiero que no pierdan el tiempo. A mí todas esas ofensas me ruedan por la piel como el quimbombó que resbala con la yuca seca, como decía aquella vieja canción del Trío Matamoros, sobre todo si provienen de quienes son tan cobardes que no ponen ni su nombre. Que un antimperialista esconda su nombre aquí en Miami se justifica porque con el excesivo fanatismo que hay en esta ciudad pudiera perder su empleo y no conseguir otro en esta grave crisis que pudiera agravarse aun mucho más; pero que lo haga un cipayo del imperio aquí en Miami, en su propia trinchera, la más cipayesca del país, sólo tiene un nombre: cobardía en cantidades industriales. He vivido, sin embargo, lo suficiente como para darle importancia sólo a lo que es importante y ser compasivo con quienes rumian su mediocridad, su envidia, sus fracasos, su cobardía, su aislamiento. Kaosenlared les ofrece un medio para expulsar la bilis que han ido acumulando en tantos años de sombra y pequeñez. Un viejo profesor solía decirme “dime quien te ataca y te diré quien eres”.

Para unos, este país es el paraíso, para otros el infierno; pero yo nunca he atacado a este país, sino sólo a su imperio, o sea a su gobierno. Siempre he creído y seguiré creyendo que al ser enemigo del imperio estadounidense, soy amigo de Estados Unidos. Son ellos, los defensores del imperio, los enemigos de Estados Unidos. Son sus peores enemigos y pongo como testigos –de ultratumba-- al millón de seres humanos que han muerto en las guerras imperialistas del Medio Oriente en estosocho años, y a los cientos de miles de estadounidenses que lloran la muerte de sus familiares o amigos en esas guerras.

Quiero agradecerle sus palabras, otra vez, al profesor Antolín Hidalgo, a mi viejo amigo Conrado Rangel, a Luis Lamela –excelentes sus argumentos; elegante su estilo, admirable su persistencia--, al dominicano Cofresí Ramírez, a Santiago Maceiras, a Apolonio, a Héctor el de Güines, a Uno que ni Vive, al Chileno de Corazón, a Juan Leyvas, a Abel, al amigo Juan que nunca pone su apellido pero creo que sé quien es, a Manuel Aymat y a otros, y darle la bienvenida al camarada Antonio Pérez que me honra con sus juicios brillantes y sus profusos datos utilísimos. Un abrazo, otra vez, a quienes apoyan mis trabajos y mi respeto y comprensión a los que disienten, siempre que lo hagan con un mínimo de decencia, --sobre todo para que no les borren sus comentarios-- aunque a algunos les sea del todo imposible renunciar a la ofensa personal, que es para ellos una descarga biliar, y para mí, una defensa ?

Miami y "El Sueño Americano" (4)

Veamos el alto índice de criminalidad y drogadicción de esta ciudad y algunos crímenes culturales que se cometieron o se trataron de cometer con el apoyo del gobierno y los capitalistas locales

Carlos Rivero Collado |

Unos salvajes demolieron El Cid de Miami, la única réplica genuina de un castillo de la Edad Media que había en Estados Unidos

1-. La Nueva Chicago

Frente al Hotel Fontainebleau, cruzando Collins Avenue y un canal que llega al Atlántico, medio escondida por unos árboles de pálido tronco y follaje sombrío, en Palm Island, se halla la mansión de Al Capone, aquel bandido que durante la compleja etapa del Prohibicionismo, en los años 20 y 30, se convirtió en el temible amo de Chicago, llegando a dominar a unos mil pistoleros, además de a casi todos los políticos, jueces y agentes del orden de la ciudad. Capone era la ley real de la ciudad y de las comarcas cercanas y las elecciones y los juicios se celebraban a su antojo.

Un día, el pueblo de la ciudad, martirizado por la terrible crisis económica de principios de los años 30, no pudo más, eligió a políticos y jueces más o menos honestos, y les exigió un cambio radical. Capone cayó en desgracia, fue condenado y pasó ocho años en presidio, la mitad de ellos en Alcatraz, adonde fue golpeado varias veces por otros presos y se le empeoró la sífilis que ya padecía.

En 1939 fue liberado y pasó los últimos siete años de su vida en esta mansión de Miami que ha sido, desde entonces, un gran atractivo para los vecinos del área y los turistas de todas las regiones del país –es lógico que quienes no quieren conocer a Emerson se esmeren por conocer a Capone--, y una especie de modelo histórico para el Miami que vendría varias décadas después, dirigido por quienes han sido y son tan bandidos como Capone … y en algunos aspectos mucho más.

Veamos, a propósito, algunas historias y estadísticas que hubiesen asombrado a aquel grotesco gánster de la cara cortada al que, de haber muerto cuarenta años antes, César Lombroso le hubiese dedicado un capítulo entero de L’uomo delinquente.

2-. La ciudad más corrupta de Estados Unidos

Decenas de cubanos, de ese tipo de cubano de la fauna ultraimperialista local, participaron activamente en varios hechos que tuvieron lugar por los años 70 y80, cuando el tráfico de drogas hacia Estados Unidos se trasladó de México a Colombia, y el ‘menos’ criminal de los Bush, a quien hoy llamamos “el Viejo Bush”, entonces superagente de la CIA, convenció a Fabio Ochoa para que convirtiera una finca ganadera de Antioquia en un centro productor de clorhidrato de cocaína, como antes había convencido a Roberto Suárez, en Bolivia, para que aumentara al máximo la producción de pasta de coca, como antes había ido a la provincia de Chiang Mai, en Tailandia, para crear el mayor centro de producción de heroína del mundo.

No voy a repetir la vieja historia del Viejo Bush y su íntima relación con la ultraderecha de Miami, sobre todo en lo del “Escándalo Irán-Contra” que culminó con la introducción en este país, con la complicidad directa del gobernador de Arkansas, Bill Clinton, luego presidente, de 27 toneladas de cocaína pura que trajeron de Colombia los contra nicaragüenses, asociados a la ultraderecha de Miami. Creo que ya he hablado bastante de eso y el que quiera releerlo, que vea en el archivo de mis artículos “Historia de la Familia Bush” y “El Golpe de la Cocaína en Bolivia y el Gorilazo de Honduras”.

Treinta años después de la muerte de Capone, Miami se convirtió en una Chicago hiperhúmeda y subtropical y, además, en The Coke Capital of “America” (La Capital de la Cocaína en Estados Unidos) Aun más: su gobierno local, con rarísimas excepciones, ha sido el más corrupto que ha habido en la historia de Estados Unidos, como han señalado los periódicos más importantes del país.

Quizás en artículos posteriores dé algunos detalles de los héroes locales del crimen. En éste sólo voy a mencionar sus nombres, pero el lector puede buscarlos en el servidor Google para saber lo que hicieron:Jeb Bush y el famoso Escándalo S&L –S&L Scandal--, Humberto Hernández, Art Teele, Carmen Lunetta, Alberto Gutman, César Odio, Alex Daoud, The Miami River Cops –los Policías del Río de Miami, una ganga que hubiera ruborizado a Capone--, Joe Carollo –que, entre otras pillerías, cayó preso siendo alcalde porque le lanzó un recipiente de metal a su esposa por la cabeza y le partió la frente y después ella lo acusó de someterla, casi a diario, a abuso físico y tortura sicológica--, Larry Hawkins, Xavier Suárez –“The Crazy Mayor o El Alcalde Loco”--, Raúl Martínez, Phillip Davis, James Burke y muchos otros.

Pero ésos fueron menos bandidos que los tres congresistas de Miami: Lincoln y Mario Díaz Caballero –que se hacen llamar a sí mismos Díaz-Balart por un arranque de plausible sinceridad—e Ileana Ross-Lehtinen. Aquéllos dañaron a cientos de miles de personas de Miami. Estos han perjudicado a más de o­nce millones de cubanos porque son los más fanáticos defensores del bloqueo imperialista a Cuba.

El escándalo más reciente, aunque no relacionado con la droga --¿o sí?--, lo está dando ahora mismo el alcalde del Condado Miami-Dade, el ex-policía Carlos Alvarez. Miami es, quizás, la única ciudad del mundo en que los policías se convierten en alcaldes de la noche a la mañana. En todo el mundo un policía es un policía y un alcalde es un alcalde. Aqui no. Aquí los policías tienen mentalidad política y los políticos, mentalidad policíaca.

Pues el escándalo consiste en que después del comienzo de la grave crisis económica en todo el país, que es aun más pronunciada en el sur de la Florida –la recesión que pudiera convertirse en la Depresión de los años 30--, Alvarez le subió el salario a sus principales colaboradores –un promedio de un 25% cada uno—y lo hizo con carácter retroactivo en casi todos los casos –se trata de funcionarios que ganan, al menos, 90,000 dólares al año--. Un gasto adicional de varios millones de dólares al año que tienen que pagar los contribuyentes, muchos de los cuales han perdido sus empleos y casas en los meses recientes. Eso no ha sucedido en ninguna otra ciudad de este país desde que comenzó la crisis.

El escándalo se agrava cuando se ha descubierto, además, que “para balancear el presupuesto” Alvarez proyecta despedir a 1,754 empleados del condado. De ellos, 1,647 son … los que menos ganan. Por éste y otros muchos escándalos de los últimos 40 años es por lo que las instituciones más prestigiosas de este país consideran a Miami “la ciudad más corrupta de Estados Unidos”.

En otra ocasión trataré, también en detalle, al Miami que se convirtió, en los años 80, en la capital del tráfico de drogas entre Colombia y Estados Unidos y de como el dinero de las mafias “benefició” la economía local, mientras se creaban las condiciones para que toda Colombia se convirtiera en un campo de batalla, lo mismo que está sucediendo en México, porque ahora el tráfico de drogas se ha trasladado del este al oeste, y Los Angeles y otras ciudades fronterizas son ahora lo que Miami era en los años 70 y 80 y, que, en parte, sigue siendo.

3-. Un pródigo manantial

Miami es una de las ciudades en que más drogas se consume en el mundo, en proporción al número de habitantes. En las discotecas de South Beach, Coconut Grove, el área cercana al downtown y en otros lugares, la droga fluye como manantial y la policía nunca realiza un solo arresto, dentro o enfrente de esas discotecas, porque recibe dinero de susdueños, con la complicidad directa de los funcionarios y jefes policiales de estas ciudades que forman el condado Miami-Dade.

¿Y quiénes son los principales culpables en esta tragedia humana que es la droga, sobre todo la cocaína? ¿Los colombianos? ¿Los mexicanos? ¿Los narcotraficantes de Miami? No. Los primeros culpables son los que dejan rastros de cocaína en el 90% de los billetes que circulan en todo el país –95% en Washington DC--, como señala el informe que se acaba de presentar ante la Sociedad Química de Estados Unidos, al que hacíamos referencia en el artículo anterior.

Los culpables principales son los millones y millones de seres humanos que tienen que sobrevivir en un sistema tan salvaje como éste recurriendo a los falsos delirios temporales de la droga.

Se consume más drogas en este país, que sólo tiene el 4% de la población mundial, que en el resto del planeta. Y eso no es una casualidad, sino una causalidad provocada, en gran parte, por el sistema socioeconómico y político que predomina en el país.

4-. Números que no mienten

A medida que se agudice la crisis económica y el desempleo, aumentará el crimen, ya de por sí crítico en esta ciudad, sobre todo después que el gobierno de la ciudad anunció que, debido a la crisis económica y el desbalance delpresupuesto, tendrá que despedir a cientos de policías en los próximos meses. Veamos algunos datos sobre el crimen en Miami en comparación con el de Nueva York y el de todo el país (cada 100,000 habitantes).

a) Asesinatos: Miami, 19.6; New York 7.3; media nacional, 7

b) Violaciones sexuales: Miami, 25.7; New York, 13.1; nacional: 32.2

c) Robo violento: Miami, 537.2; New York, 287.9; nacional: 205

d) Asaltos Graves: Miami, 927; New York, 329.6; nacional, 336.5

e) Robo Mayor: Miami 3,045; New York, 1,412; nacional, 2,601

f) Robo vehicular: Miami, 987; New York, 195; nacional, 501

e) Robo menor: Miami, 1,130; New York, 271; nacional: 813

A pesar de estas evidencias, y de muchas otras, los voceros de la ultraderecha imperialista afirman: “Miami es un modelo que debe ser imitado por todas las ciudades del mundo”.

Hasta ese extremo llega su insolente ceguera.

5-. El Círculo de Miami

Aquí hay tanto amor a la cultura, sobre todo a la historia, que un grupo de sabandijas … disculpen, quise decir prominentes hombres de negocios, estuvo a punto de arrasar El Círculo de Miami, la más antigua reliquia arqueológica que existe en el territorio que hoy forman Estados Unidos y Canadá.

Se trata de un círculo perfecto de 24 hoyos grandes, rodeados de muchos otros hoyos pequeños, cavados en un lecho de roca caliza, que se halla en la desembocadura del Río Miami, junto a Brickel Avenue, y que fue descubierto en 1998. De acuerdo a los arqueólogos, son las ruinas de un centro ceremonial de la Nación Tequesta, al que se le da una antigüedad de entre 1,700 y 2,000 años.

El hallazgo fue realizado por quienes fabricaban un condominio del urbanizador Michael Baumann.

La noticia recorrió el mundo. Nada como eso se había descubierto jamás en Norteamérica al norte del Río Bravo. En el acto, el urbanizador se negó a ceder sus derechos sobre esa tierra y amenazó con proseguir la construcción, o sea destruir El Círculo.

Con el pleno apoyo del alcalde Joe Carollo, Baumann se enfrentó a las instituciones que querían conservar la reliquia, pero éstas lograron que un juez detuviera, temporalmente, el crimen cultural. La lucha fue ardua. Los funcionarios de la ciudad, la prensa y la derecha de la emigración imperialista, tan influyente en otras cuestiones, fueron indiferentes al llamado de esas instituciones culturales. Por más de un año y medio se creyó que el urbanizador iba a seguir construyendo su maldito edificio sobre el famoso círculo, destruyéndolo.

El alcalde Carollo declaró: “para la ciudad es más importante el millón de dólares que ese edificio va a pagar en impuestos anuales que unos cuantos hoyos en las rocas”.   
        Eso nada más que podía pasar en Miami. En cualquier otra ciudad del mundo, el gobierno local, y el nacional, hubieran intervenido, con toda rapidez, en contra del urbanizador y en favor de la historia, o sea el acervo cultural del pueblo y la nación. Era un asunto que no admitía la menor duda, la más leve discusión. Pero Miami es una ciudad distinta. Extremadamente distinta. Aquí lo que importa es el cash.

Finalmente, en noviembre de 1999, Baumann aceptó venderen 26 millones de dólares la tierra en que se hallan las ruinas históricas y una institución estatal --State of Florida Preservation 2000—adquirió la propiedad.

Han pasado 10 años. Nada se ha hecho para dignificar esas ruinas y convertirlas en un gran sitio de peregrinación nacional y mundial. Ahí están los huecos y los huequitos milenarios como si fueran huequitos y huecos que un niño hace hoy en la arena, junto al mar, para divertirse.

Dicen que van a construir algo. Dicen. Pero no han hecho nada. Ese es Miami. Aquí decir historia es como decir carajo. Carajo es una palabra muy interesante de nuestro idioma que no significa nada y pudiera significarlo todo.

6-. Aquel bello castillo que hoy es sólo recuerdo

A mediados de los años 80, el empresario Felipe Vals construyó una réplica casi idéntica de un castillo de la Edad Media y puso en él un restaurant y cocktail lounge a los que llamó El Cid.

El castillo le costó varios millones de dólares de aquella época,más valiosos que los de hoy, y muchos dicen que se trataba de dinero de la droga, o sea money laundering, lavado de dinero. No estoy seguro de eso. Quizás sean chismes de Radio Bemba, la emisora más popular de Miami. Aunque sospecho que quien ya había explotado a tanta gente no era muy propenso a explotarse a sí mismo construyendo un castillo tan caro. No lo sé y cuando no estoy seguro de algo, suspendo el juicio, como los agnósticos.

Estaba en un lugar excelente, en Le Jeunne Road, cerca de Flagler, una ruta muy transitada por el turismo y los vecinos de Coral Gables y Coconut Grove, dos de las barriadas más ricas. Ya Vals había hecho una fortuna con varios restaurantes, entre ellos La Carreta –una cadena—y el más famoso de la ciudad, el Versailles. Era, por supuesto, una fortuna lograda con la explotación más inicua del trabajo humano, pues se sabe que sus empleados ganan menos del salario mínimo, carecen de seguro médico y los camareros y bus boys tienen que depender, para defenderse un poco, de la propina, o sea la limosna, del cliente, que lo somete a la máxima presión que un empleado de todo tipo puede resistir en cualquier trabajo que realice. Atender como camarero a un público tan exigente es enfermarse de los nervios. Lo sé por experiencia propia, aunque muy lejana.

El Cid marchó bien por un tiempo y luego decayó. Miami no es, ciertamente, París, Barcelona ni Buenos Aires, ni siquiera Nueva York. La alta cocina y el ambiente europeo no es compatible con la mentalidad práctica del turista estadounidense ni del vecino local, acostumbrados a la simpleza en las costumbres y al hamberger, o sea la comida rápida y chatarra, tan chatarra y tan rápida como el capitalismo salvaje.

Un día, después de haber perdido dinero con El Cid por varios años, que recuperaba con creces en sus otros restaurantes, Vals vendió el lugar y quienes lo compraron demolieron el excelente castillo, como si se tratase de una simple buhardilla, para construir un edificio de oficinas.

Nadie evitó aquel crimen cultural, sobre todo los funcionarios de la ciudad que no saben lo que significa Edad Media ni conocían, por supuesto, al héroe de la Reconquista española.

Pudieron haber puesto otro tipo de negocio, un museo, una biblioteca, un club, una institución cultural, un centro artístico, hasta una discoteca. La cuestión era salvar la réplica genuina del único castillo de la Edad Media que existía en Norteamérica.

Pero nada se hizo. El castillo estorbaba. Ofendía la vista de losque no saben ni siquiera cuál es la capital de Francia ni, tal vez, de Estados Unidos.

--A Middle Age castle? –se preguntaban--. Whathalla is that? --¿Un castillo de la Edad Media? ¿Y eso qué rayo es?--.

--Spain of the Reconquest? –exclamaban--. That’s bull shit, man! We need caaaash, lots of caaaaash! –¿España de la Reconquista? ¡Todo eso es mierda, hombre! ¡Necesitamos billeeeete, muuuucho billeeeete!—

Efectivamente, aquí lo único que importa es el cash ?