Según el diario Mlada Fronta Dnes, los oficiales Hynek Matonoha y Jan Cermak llevaban en sus cascos insignias de la Brigada Dirlewanger, tristemente célebre por la brutalidad demostrada por sus soldados en el aplastamiento de la insurreción de Varsovia, y de la división acorazada Hohenstaufen, cuyos oficiales se rindieron ante las tropas de EEUU en mayo de 1945 en el territorio austríaco.
Es curioso que tras haber regresado a su patria, los oficiales fueron condecorados por el ministro checo de Defensa, Martin Bartak, y el jefe del Estado Mayor, Vlastimil Picek, que seguramente ni sospechaba del proceder de los militares.
Cuando el incidente trascendió a la opinión pública, el comandante del contingente checo en la provincia afgana de Logar ordenó destruir todas las fotos donde los militares aparecían con los símbolos nazis. No obstante, unas cuantas fotos se conservaron y fueron publicadas.
El Comandante de las Fuerzas Unificadas Checas, Hynek Blasko, manifestó su desconcierto por el acto de los dos oficiales.
"Estoy tan enojado que no puedo decirles lo que voy a hacer con esos dos", expresó Blasko citado por Mlada Fronta Dnes.