Catedrático dice los cambios en Cuba dependen "de si Fidel Castro vive o no"
Javier Nieto-Remolina
El futuro a medio plazo de Cuba depende "de si Fidel Castro vive o no", pues su mensaje -en contraste con los pequeños progresos que ha propiciado su hermano, el presidente Raúl Castro- es "cambiemos lo menos posible", según el experto cubano-estadounidense en temas cubanos Jorge Domínguez.
En una entrevista con Efe en la capital española, donde asiste a la Conferencia Anual del Club de Madrid, Domínguez, vicerrector para asuntos internacionales y catedrático de la Universidad de Harvard, dijo que con Fidel las medidas progresistas se darían "a paso de tortuga, mientras que con Raúl se aceleraría el proceso de cambios".
Cuba y Estados Unidos viven "una nueva etapa" en la que se aprecia un "cambio retórico", dijo Domínguez. "Ya no hay una lectura cotidiana de insultos desde ambas partes; los dos países tienen un nuevo comportamiento en el que han bajado el tono y en el que hay también una gama amplia de pasos menores".
Según la opinión de este experto, que presenta estos días en España su libro "La política exterior de Cuba (1962-2009)", Washington y La Habana han dado algunos pasos en "muchas cositas", como el permiso estadounidense para que los cubanos residentes viajen a la Isla -"y que el Gobierno de Cuba permite"-, o las discusiones sobre asuntos migratorios.
A propósito de estos leves acercamientos, Domínguez dijo que, sin embargo, ambos países no han logrado avanzar en temas como la cooperación en cuanto al narcotráfico, pues aunque colaboran en aspectos puntuales -dijo- no pueden avanzar "porque es un asunto que tiene que ver con seguridad y, eso, a Estados Unidos le cuesta".
Domínguez añadió que "si hubiera algo más..." desde el Gobierno de La Habana, Estados Unidos podría "liberalizar otras políticas", ya sea por decisión presidencial o del Congreso.
Y citó como ejemplo los presos políticos, que cifró -citando "números de la oposición"- en "poco más de doscientas personas".
"No se entiende por qué no empiezan a liberarlos; no es mucha gente y es una enorme exageración -añadió Domínguez- considerar que sus crímenes, que son reunirse para organizar pequeños partidos opositores, sean una amenaza para el Estado".
El experto cubano añadió que si el Gobierno de Raúl Castro conmutara sus penas a las personas que llevan un tiempo encarceladas "sería una buena señal" que le permitiría al Congreso estadounidense aprobar, quizás con más facilidad, por ejemplo, los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba.
"Una señal" así podría hacer que el presidente de Estados Unidos pudiera aprobar, ahí sí directamente, que Cuba, en vez de tener que pagar en efectivo a Estados Unidos las exportaciones de productos agrícolas, pudiera hacerlo con crédito comercial a noventa días.
Domínguez advirtió que una medida así "no implicaría una financiación fabulosa al Gobierno de Cuba, sino un comercio que ya existe", ya que Estados Unidos, explicó, es el principal suministrador internacional directo de productos agrícolas que consume Cuba, por unos 700 millones de dólares al año.
"Se supone que hay un bloqueo (comercial), reconoció Jorge Domínguez, pero desde fines de 2001 hay un gran agujero que se llama exportación de productos agrícolas que ha desplazado las compras que Cuba realizaba antes a Canadá".
Por otra parte, el experto lamentó la "lentitud" con que se implantan en la Isla las medidas económicas adoptadas por el Gobierno de Raúl Castro para incentivar la producción agrícola.
Se trata de un país, dijo, donde se ha desplomado la agricultura: Cuba "tiene que importar comida porque no la produce" y pasó de producir 8 millones de toneladas métricas de azúcar hace veinte años a 1,5 millones de toneladas métricas en las "buenas" zafras de los últimos años.
Según la opinión del catedrático de Harvard, "es insólito" que esa situación no cambie, y añadió que para eso será necesario que, como hicieron China o Vietnam, los campesinos sean incentivados para que trabajen la tierra "con la seguridad de que no les quitarán lo producido".
De todos modos, Jorge Domínguez ve "con cierto optimismo" el futuro de una Cuba insertada en la economía internacional, pues es un país donde los costos de producción serían bajos y competitivos y, además, ha desarrollado y explota una exitosa industria del conocimiento
http://www.adn.es/internacional/20091112/NWS-2797-Catedratico-Castro-Fidel-Cuba-dependen.html