Prisioneros en una cárcel cubana han denunciado que los guardias castigan las infracciones con golpizas y dos métodos específicos para maniatarlos que son extremadamente dolorosos: el Balancín y la Shakira.

En el Balancín, se esposan individualmente las manos de los prisioneros a la pierna opuesta, por la espalda, y se les deja boca abajo por largos períodos, dijo Yordis García, quien fue puesto en libertad el 31 de agosto luego de pasar un año en la cárcel de Guantánamo, en el oriente de la isla.

El método Shakira consiste en grilletes de pies y manos enlazados con cadenas en la cintura, también aplicados por largos períodos, que obligan a los prisioneros a contonearse de un modo que recuerda a la famosa cantante colombiana, escribió Ernesto Durán Rodríguez, que todavía está preso en esa cárcel.

Las dos denuncias fueron enviadas al Directorio Democrático Cubano (DDC), en Miami, que apoya a la disidencia, cuando activistas de derechos humanos en Cuba se preparaban para la visita de un relator de Naciones Unidas sobre torturas, que finalmente fue pospuesta.

Las autoridades también se han

estado preparando para la visita, reduciendo el uso del Balancín y la Shakira en los últimos meses y tomando ``medidas cosméticas'', como pintar prisiones y reparar baños, dijo Elizardo Sánchez Santa Cruz, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional en La Habana.

Los inspectores del gobierno hicieron en octubre una insólita visita a la cárcel de Canaleta en la provincia de Ciego de Avila, después de que un preso se quejara públicamente de que un guardia le había introducido un lápiz en el recto en busca de drogas de contrabando, según informó El Nuevo Herald recientemente.

El gobierno cubano siempre ha sostenido que no abusa ni tortura a los presos.

``En los últimos 50 años no ha habido ni hay un solo desaparecido, como no hay tampoco un solo torturado ni hay un solo caso de ejecución extrajudicial'', declaró en enero el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque.

Alberto González, vocero de la misión diplomática cubana en Washington, indicó que ``en Cuba no es política, ni de interés del gobierno, que se desaparezca o se torture a nadie''.

``Y hay hechos que ocurren en otras cárceles, incluyendo las cárceles americanas, que son similares o peor y no tienen este tipo de análisis, que es selectivo'', agregó.

Sánchez dijo que Cuba nunca ha explicado por qué no permite al Comité Internacional de la Cruz Roja que visite sus cárceles desde 1989.

Muchos presos han reportado a través de los años haber sufrido el Balancín y la Shakira, comentó Sánchez, quien describió los dos métodos como parte de los ``castigos crueles e inhumanos que son la regla en las cárceles cubanas''.

La Shakira no ``preocupa tanto'' porque se usa en prisiones en casi todo el mundo para transportar a prisioneros, dijo Sánchez, ``aunque en Cuba no se usa para transportar a los prisioneros, sino para castigarlos'', dejándolos maniatados así por horas y días.

``Pero el Balancín sí es una tortura'', agregó Sánchez en una entrevista telefónica desde La Habana.

Sánchez precisó que las golpizas con un garrote conocido como la tonfa y el encierro solitario son las formas más comunes de abuso en las cárceles, muy en especial en las prisiones de alta seguridad, cuyo número estimó en unas 50.

García y Durán Rodríguez alegaron que los guardias usaban regularmente las golpizas, el Balancín y la Shakira contra los prisioneros en las tres celdas de castigo de la cárcel de Guantánamo.

Durante los 20 días que pasó en octubre en una celda de castigo, los guardias usaron ambos métodos de inmovilización ``a diario, diario, diario'', dijo García en una entrevista telefónica desde su casa en Guantánamo. ``Yo podía oír los llantos, los gritos. Eso era terrible''.

Los dos métodos se usaban principalmente contra los presos comunes porque los guardias son más cuidadosos con los activistas políticos, añadió. Los calabozos de castigo son de tres por seis pies, con puertas macizas en lugar de rejas y un hueco en el piso que sirve de letrina y atrae ratas, cucarachas y mosquitos.

García agregó que nunca le aplicaron el Balancín y que sólo experimentó la Shakira cuando lo llevaban a la enfermería y otros lugares.

``Pero te aprietan esa cadena bien apretada [alrededor de la cintura] que casi no te deja respirar'', dijo. ``Para mí eso es tortura''.

García, de 34 años y activista del Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia, estuvo encarcelado un año por resistirse durante una confrontación con la policía. Denunció los dos métodos en una entrevista telefónica con el DDC en septiembre, como parte de los preparativos para la visita del relator de Naciones Unidas.

Durán Rodríguez se quejó de la Shakira en una carta enviada en julio al gobernante Raúl Castro, y el DDC recibió una copia a fines de octubre. Fue condenado en 1995 por tratar de salir ilegalmente del país, pero luego lo condenaron por organizar una protesta contra el gobierno en la cárcel y por ``falta de respeto'' a Fidel Castro. Rodríguez cumple sentencias por un total de 22 años.

A principios de este año, La Habana invitó a Manfred Nowak, relator especial de torturas del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, a su primera visita a la isla. La visita no se espera antes de febrero del 2010.

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