Ciudad del Vaticano, 10 dic (EFE): El Papa dijo hoy que el embargo
económico de EEUU sigue pesando sobre Cuba, “aunque se ven algunos
signos de distensión” y abogó por una mayor apertura religiosa en la
isla y un marco jurídico que regule las relaciones “nunca
interrumpidas” entre la Santa Sede y Cuba.
Benedicto XVI así lo manifestó en el discurso que dirigió al nuevo
embajador de Cuba ante la Santa Sede, Eduardo Delgado Bermúdez, quien
hoy le presentó en el Vaticano las cartas credenciales.
Tras agradecer el saludó que le envió el presidente cubano, Raúl
Castro, el Papa dijo que “entre ilusiones y dificultades”, Cuba ha
logrado un “protagonismo en el contexto económico y político” del
Caribe y América Latina y que se ven “algunos signos de distensión” con
EEUU que dejarían presagiar nuevas oportunidades para un acercamiento
mutuamente beneficioso, “en el pleno respeto de la soberanía”.
“Como otros muchos países, Cuba sufre también las consecuencias de la
grave crisis mundial que, añadida a los devastadores efectos de los
desastres naturales y al embargo económico, golpea de manera especial a
las personas y familias más pobres”, señaló el Papa.
El Obispo de Roma agregó que en esa compleja situación general, es cada
vez más la urgente necesidad de una economía que, “edificada sobre
sólidas bases éticas, ponga a la persona y sus derechos en el centro de
sus intereses, ya que el primer capital que se ha de salvaguardar es el
hombre, la persona en su integridad”.
Benedicto XVI agregó que los Gobiernos deben esforzarse por remediar
los graves efectos de la crisis financiera, sin desatender las
necesidades básicas de los ciudadanos y mostró la disponibilidad de la
Iglesia cubana a prestar su ayuda.
Benedicto XVI hizo votos para que “se sigan multiplicando los signos
concretos de apertura al ejercicio de la libertad religiosa, tal como
se ha venido haciendo en los últimos años, como por ejemplo la
oportunidad de celebrar la Santa Misa en algunas cárceles y la
realización de procesiones religiosas.