Logro de la Salud Pública cubana en año pandémico
La
sistemática labor de los trabajadores de la Salud y la voluntad
política de la Revolución, han hecho que Cuba concluya el año 2009 con
una mortalidad infantil de 4,8 por mil nacidos vivos
A
los riesgos que de por sí deparan la gestación y el alumbramiento, el
año que acaba de concluir sumó otra amenaza: la aparición del nuevo
virus de la influenza A H1N1 que, en sus ocho meses de azote pandémico,
ha venido mostrando una "particular agresividad" con las embarazadas y
los niños.
A pesar de ello, en Cuba habría que
decir, con justeza, que la labor sistemática desarrollada por nuestros
trabajadores de la Salud, apoyados indeclinablemente por la voluntad
política de la más alta dirección de la Revolución, ha permitido que el
2009 concluya con una mortalidad infantil de 4,8 por mil nacidos vivos,
similar a la del 2008 (4,7), las más bajas de nuestra historia.
Este
indicador internacional mide de forma sintética la calidad con que una
sociedad atiende y protege a sus niños, su salud y bienestar.
No
fue casual que el pasado octubre, durante su estancia en nuestro país,
la directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret
Chan, dijera que su visita a la Isla era de gran importancia para la
OMS "para ver y aprender sobre los excelentes esfuerzos que realiza el
Sistema de Salud cubano, el trabajo que desarrollan en la atención
primaría y las comunidades, la igualdad y acceso para todos a la
asistencia médica".
Precisamente los principios
de accesibilidad, gratuidad y universalidad de la atención posibilitan
la consulta médica a cualquier ciudadano. Y ante la situación pandémica
originada por la influenza A H1N1, con una mayor vulnerabilidad en las
gestantes, puérperas (los primeros 42 días después del parto), y niños
menores de un año —o los de cualquier edad con enfermedades crónicas—,
desde el pasado mes de septiembre se estableció el pesquisaje activo de
ese grupo de alto riesgo, mediante visitas diarias a sus hogares por el
personal de Salud del Policlínico del área de residencia, y también de
otros sectores de la sociedad, a fin de ayudar a las familias a la
detección precoz de síntomas respiratorios.
Cuando
se diagnostican manifestaciones de gripe en las embarazadas, se
prescribe el ingreso hospitalario y se inicia el tratamiento con los
antivirales antes de que hayan transcurrido 48 horas del inicio de los
síntomas. También se adoptan estas medidas con los niños de cualquier
edad que presentan enfermedades crónicas como asma, diabetes, y
neurológicas con afectación motora (de los movimientos). A los menores
sin riesgos biológicos asociados se les ingresa en el propio hogar.
En
estos cuatro meses de pesquisaje han sido ingresadas en centros
asistenciales 13 380 gestantes y 841 puérperas, para un total de 14 221
mujeres, y a todas se les ha administrado el tratamiento antiviral.
Alrededor de 75 000 niños menores de un año han recibido estas
atenciones. Al cierre del 2009 hay en nuestro país 63 726 gestantes y
16 227 puérperas.
Estas acciones de salud sin
precedentes han contribuido a preservar muchas vidas humanas y son
expresión de los principios que rigen nuestra sociedad socialista,
porque para nuestro Gobierno Revolucionario la salud es el primero de
los derechos humanos.
RADIOGRAFÍA DEL A H1N1
Con
el propósito de continuar incrementando la percepción de riesgo de cada
cubano, es esencial consignar que el virus A H1N1 ya es la principal
cepa circulante en la población mundial y los científicos ven muy
probable que en pocos años se convierta en la gripe estacional o
convencional, como ocurrió en las tres pandemias que azotaron el pasado
siglo XX: la gripe española (virus H1N1) de 1918-1919, la gripe
asiática (H2N2) en 1957 y la gripe de Hong Kong (H3N2) en 1968.
El
A H1N1, el virus de la gripe más "complicado" de cuantos se conocen
hasta ahora, lleva genes de un virus humano, otro aviar y dos porcinos
distintos. Partiendo de los criterios científicos actuales, ¿cuál es la
razón por la cual se muestra tan agresivo con las gestantes y otros
grupos mencionados?
Varios especialistas cubanos consultados por Granma
indicaron que, según evidencias científicas, una proteína contenida en
este nuevo virus, conocida como PB1-F2, posibilita la interacción con
bacterias del aparato respiratorio (estafilococos y neumococos
causantes de neumonía), al provocar la liberación de unas sustancias
(citoquinas) que son las responsables del proceso inflamatorio que se
produce en los pulmones.
Como el embarazo
normal en la mujer más sana origina siempre inmunosupresión en órganos
como el pulmón, este se vuelve más susceptible a las potencialidades
del nuevo virus de la influenza. Además, como fisiológicamente las
gestantes presentan edema (aumento del líquido en los espacios
extracelulares), ello favorece también alteraciones en las defensas del
organismo cuando es atacado por este virus u otros agentes, y limita
asimismo la acción de medicamentos antivirales o bacteriostáticos (los
que impiden la proliferación de bacterias).
Ello
es lo que explica el agravamiento en horas de las neumonías, las
complicaciones de shock séptico y una insuficiencia respiratoria aguda
severa (distrés), porque el nuevo virus de la influenza A H1N1 está en
capacidad de "quemar etapas" en su proceso evolutivo.
Los
niños, sobre todo los que presentan afecciones crónicas, tienen la
desventaja de la inmunodepresión (defensas bajas) propia de la
infancia.
De ahí la importancia del
diagnóstico oportuno y la necesidad de comenzar el tratamiento
antiviral, antes de transcurridas las 48 horas de iniciado un cuadro
respiratorio.
NACIMIENTOS Y MORTALIDAD
En
el pasado 2009 se produjeron 130 027 nacimientos, lo que representa un
incremento de la natalidad de 7 458 niñas y niños en relación con el
2008. La principal causa de mortalidad neonatal está relacionada con
las afecciones perinatales: recién nacidos de muy bajo peso (menos de 1
500 gramos), y los menores de un año fallecen como consecuencia de
anomalías congénitas incompatibles con la vida, fundamentalmente las
cardiovasculares.
La tasa de mortalidad materna por causas directas fue de 30 por 100 000 nacidos vivos.
Felicitaciones del Ministro
El
ministro José Ramón Balaguer, miembro del Buró Político del Partido,
hizo extensiva ayer una felicitación a los profesionales, técnicos y
trabajadores de apoyo vinculados al Programa Nacional de Atención
Materno-Infantil, tanto los de la Salud como de otros sectores,
instituciones y organizaciones que han hecho posible, con su activa
participación, el éxito indiscutible que representa haber obtenido para
nuestra Patria en el 2009 una tasa de mortalidad infantil de 4,8 por
mil nacidos vivos.
Concluye un año de
intensa labor para los trabajadores de la Salud, dijo, que se
encuentran librando una batalla de enfrentamiento a la pandemia de
influenza A H1N1. Es destacable la implementación por la Atención
Primaria del pesquisaje activo de esta enfermedad en gestantes y niños,
como medida preventiva para evitar complicaciones en esta población.
Asimismo es meritoria la labor de los servicios hospitalarios que,
además de realizar la vigilancia de los hospitalizados, muestran
resultados muy satisfactorios en la atención de pacientes en estado
grave y crítico.
¿Por qué las bajas tasas?
Atenciones a las gestantes
Como
promedio se realizan 12 controles de salud. En la primera consulta,
luego de la "captación", se le indica a la mujer exámenes de
laboratorio, incluidos los de serología (sífilis) y VIH (sida) que se
les realiza a la pareja. Un 99,99% paren en las maternidades. A las
embarazadas en riesgo de tener niños prematuros se les administra entre
las 28 y 34 semanas un "madurante pulmonar" para prevenir la enfermedad
de la membrana hialina que genera dificultades respiratorias en el
recién nacido. En dependencia de su situación social, se les ingresa en
un Hogar Materno donde se les brinda apoyo nutricional y un amplio
programa de educación para la salud. Incluso a las mujeres en edad
fértil con riesgo de tener anemia, se les entrega gratuitamente un
suplemento de hierro y ácido fólico (Mufer), y durante el embarazo un
suplemento vitamínico (Prenatal) para prevenir la anemia. A las
diabéticas también les brindan atención especialistas en
Endocrinología, a fin de que lleguen al parto con la diabetes
compensada. A todas sin excepción se les realiza el pesquisaje para el
diagnóstico de malformaciones congénitas (Ultrasonido en el primer
trimestre y luego entre las 20 y 22 semanas, y el de Alfafetoproteína),
y a las embarazadas mayores de 37 años se les indica la amniocentesis
para la detección del síndrome de Down, fundamentalmente. En las
primeras consultas las embarazadas son evaluadas por un Máster en
Asesoramiento Genético. Todo lo referido hasta aquí se sustenta en un
Sistema de Salud accesible y gratuito, el desarrollo educacional y el
derecho reproductivo de la mujer para elegir libremente el número de
hijos que desea tener.
A la infancia
La
atención a los niños comienza desde el nacimiento con una toma de
sangre del cordón umbilical y del talón para determinar la posible
existencia de enfermedades endocrino-metabólicas y genéticas que
diagnosticadas a tiempo pueden ser tratadas con éxito: fenilcetonuria,
hipotiroidismo congénito, galactosemia, déficit de biotinidasa e
hiperplasia adrenal congénita. De forma programada los niños sanos son
vistos en la Consulta de Puericultura, como promedio, 12 veces en el
año. También son examinados por un genetista. En ese periodo son
inmunizados contra enfermedades prevenibles: tuberculosis, hepatitis B,
difteria, tos ferina, tétanos, meningocóccica B y C, parotiditis,
rubeola, sarampión, poliomielitis, las causadas por haemophilus
influenzae, y la vacuna contra la fiebre tifoidea cuando inicia sus
estudios de primaria, con lo que se eleva la protección a 13
enfermedades.
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Creció la población cubana en el 2009
Al
cierre del 31 de diciembre el estimado de habitantes estaba en el
entorno de los 11 239 000, para superar en más de 3 000 la cantidad que
teníamos en igual fecha del 2008
Orfilio Peláez
Después
de tres años de continuo descenso de la población cubana, en el 2009 se
revierte esa tendencia al registrarse un ligero aumento estimado de más
de 3 000 habitantes, con respecto a lo existente al término del 2008.
La
noticia la ofreció en declaraciones exclusivas a este diario Juan
Carlos Alfonso Fraga, director del Centro de Estudios de Población y
Desarrollo, de la Oficina Nacional de Estadísticas, quien valoró el
hecho de positivo porque interrumpe un ciclo iniciado en el 2006,
caracterizado por una tasa anual de crecimiento poblacional negativa.
Aclaró
que desde el punto de vista demográfico, la cifra no representa un
cambio significativo, pues de manera general en los últimos tiempos las
variaciones ocurridas entre un año y otro en el número total de
pobladores han sido bajas.
Según la propia
fuente, Cuba termina el 2009 con un estimado de 11 239 000 personas, lo
cual representa una tasa de crecimiento de + 0,3 por mil habitantes. De
esa cantidad, 5 610 000 son mujeres y 5 629 000 hombres. El grupo de
edades de 60 o más rebasa ya el 17% de la población total, por tanto
nos estamos acercando a los dos millones de individuos incluidos dentro
de ese segmento.
El especialista precisó que
en el año recién finalizado el número de nacidos vivos alcanzó la cifra
de 130 027, la más alta desde el 2004, mientras la tasa global de
fecundidad estimada, que representa la cantidad de hijos promedio por
mujer al final de su vida reproductiva, ascendió a 1,63. En el 2008
dicho indicador terminó en 1,59.
Recordó cómo
desde la década del 90 del pasado siglo, los nacimientos experimentaron
una tendencia a su disminución. Lo anterior alcanzó su punto más bajo
en el 2006 cuando solo hubo 111 323, de ahí que los aumentos
experimentados en el 2008 y 2009, pudieran significar un punto de
inflexión en ese comportamiento.
La migración
externa, apuntó, mantuvo niveles similares a los de años anteriores, en
tanto crecieron las cifras de defunciones totales, aspecto muy
relacionado con el proceso de envejecimiento de la población cubana.
Este
continuará manifestándose en los próximos años, debido en lo
fundamental a que desde hace tres décadas el país mantiene una tasa de
fecundidad por debajo del nivel de reemplazo, al dejar cada mujer menos
de dos hijos.
Resulta oportuno subrayar la
confiabilidad y precisión de los datos manejados por la Oficina
Nacional de Estadísticas y su Centro de Estudios de Población y
Desarrollo, cuyo trabajo ha merecido el reconocimiento de la CEPAL, su
División de Población, y otros organismos internacionales.
Señaló
también Alfonso que el conjunto de las cifras poblacionales de un país
son ratificadas cuando se hacen los levantamientos correspondientes a
los Censos de Población y Viviendas.
De acuerdo
con las recomendaciones internacionales, esos procesos deben efectuarse
cada 10 años, correspondiéndole a Cuba realizarlo en el 2012, pues el
último tuvo lugar en el 2002.