Asesinan a un conocido intelectual haitiano de izquierda
***Nos duele Haití Resumen
Latinoamericano (Carlos Aznárez).- Como nadie, como nunca, como
siempre, nos duele Haití. Sus calles hoy llenas de escombros, de
muertos, de terror, en esta ocasión "por culpa de un terremoto", o
mejor dicho por culpa de las causas -no climatológicas- que provocaron
cientos de años de iniquidad e indolencia imperial en un país arrasado
por la voracidad de los sucesivos invasores. Nos duele el Haití de hoy,
golpeado por un sismo de 7 grados, pero que no es distinto al que
durante años fue maltratado, violentado, masacrado, torturado,
humillado, por otras tantas catástrofes provocadas por gobernantes
déspotas, militares asesinos, civiles cómplices, ejércitos de ocupación
extranjera, como el que ahora está alli, de la mano de la ONU y que
incluye, para vergüenza de la Patria Grande de Bolivar y Pettion, a
tropas mercenarias latinoamericanas. Hagan clic en "Leer más".
Como
nadie, como nunca, como siempre, nos duele Haití. Sus calles hoy llenas
de escombros, de muertos, de terror, en esta ocasión "por culpa de un
terremoto", o mejor dicho por culpa de las causas -no climatológicas-
que provocaron cientos de años de iniquidad e indolencia imperial en un
país arrasado por la voracidad de los sucesivos invasores. Nos duele el
Haití de hoy, golpeado por un sismo de 7 grados, pero que no es
distinto al que durante años fue maltratado, violentado, masacrado,
torturado, humillado, por otras tantas catástrofes provocadas por
gobernantes déspotas, militares asesinos, civiles cómplices, ejércitos
de ocupación extranjera, como el que ahora está alli, de la mano de la
ONU y que incluye, para vergüenza de la Patria Grande de Bolivar y
Pettion, a tropas mercenarias latinoamericanas.
Nos duele este
Haiti con olor a muerte, las que provocó este resquebrajamiento de la
tierra, pero también esas otras, tan cotidianas, como las del compañero
Jn. ANIL LOUIS-JUSTE, intelectual asesinado ayer mismo al salir de su
querida Universidad, donde tantas veces había peleado por la dignidad
haitiana.
Ahora vendrán las condolencias, las ayudas (las
mejores y más efectivas son las que siempre han dado Cuba y Venezuela,
solidaridad pueblo a pueblo y no caridad de ocasión), y los lamentos
por todo lo que no hicimos por ese país que en estos años de
bicentenario deberíamos reverenciar por ser el primero en liberarse,
lanzando el primer grito antiesclavista del continente.
Sí,
Haití nos duele en las entrañas, en la piel, en las palabras. Pero no
es suficiente. No vale recordar a ese hermoso pueblo, empobrecido por
los mismos que hoy desde Washington, Paris o la ONU, derramarán
lágrimas de cocodrilo, si no le ayudamos revolucionariamente a expulsar
a sus ocupantes, a sacudirse de una vez y para siempre a quienes tanto
mal le ha causado.
No le echemos la culpa a los sismos, sino a
quienes provocan estos y todos los males de una tierra ultrajada a
golpe de trasnacionales y crueldad capitalista. Lo demás, es pura
hipocresía, como tan bien lo explica ese otro rebelde planetario
llamado Evo Morales.
Asesinan a conocido intelectual de izquierda
En
medio de un Haití arrasado por el terremoto, con miles de víctimas, ha
llegado a nuestra redacción la ingrata noticia de que el
paramilitarismo fascista no se detiene. Ayer, al salir de la
Universidad, fue asesinado de dos balazos el escritor Jn. ANIL
LOUIS-JUSTE, autor de numerosos ensayos denunciando la ocupación de
Haití por parte de fuerzas de la ONU, y en defensa de la
autodeterminación del pueblo haitiano.
Anil Louis-Juste es el
autor de un trabajo ("Haití y su lucha por la vida") que integra el
libro "Haití: La ocupación militar y la tercerización del
Imperialismo", recientemente presentado en Montevideo, Uruguay, y
editado por la Universidad Popular Joaquín Lencina. En esa ocasión,
hablaron el dirigente del Comité Democrático Haitano, Henry Boisrolin,
el Embajador de Ecuador en Uruguay, Edmundo Vera Manzo, el historiador
Gonzalo Abella, la dirigente uruguaya de la Plenaria Memoria y
Justicia, Irma Leites, el director de "Resumen Latinoamericano", Carlos
Aznárez y el dirigente politico Helios Sarthou. Todos ellos destacaron
la importancia del libro escrito, entre otros, por el intelectual
haitiano ahora asesinado
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