¿Quién fue Pedro Albizu Campos?
(Ponce,
Puerto Rico, 1893 - San Juan, 1965) Patriota y político puertorriqueño
que fue la figura más relevante en la lucha por la independencia de
Puerto Rico durante la primera mitad del siglo XX.
En
1927 fundó en Cuba la Junta Nacional Pro Independencia de Puerto Rico y
en 1930 regresó finalmente a la isla junto a su familia dispuesto a
liderar de manera activa el movimiento independentista. Ese mismo año
fue nombrado presidente del Partido Nacionalista, al que orientó hacia
la lucha revolucionaria como medio para alcanzar sus objetivos; predicó
el retraimiento en las elecciones por considerarlo un mecanismo al
servicio del opresor.
En
1933 dirigió con éxito una huelga contra las empresas que ostentaban el
monopolio eléctrico de la isla, Puerto Rico Railway y Light and Power
Company, y al año siguiente hizo lo propio frente a los intereses de
las compañías azucareras. El recrudecimiento de las actividades del
partido motivaron la respuesta violenta por parte de las autoridades,
con episodios como la "Masacre de Río Piedras" dirigida por el jefe de
policía Francis Riggs en octubre de 1935 o el asesinato de Hiram Rosado
y Elías Beauchamp, y finalmente la desarticulación total del movimiento
con el propio encarcelamiento de Albizu junto al de los principales
líderes independentistas en la cárcel de la Princesa en 1936.
Juzgado
y condenado a diez años de prisión por el delito de sedición, fue
trasladado a la cárcel federal de Atlanta. En 1943 enfermó gravemente y
tuvo que ser ingresado en el Hospital Columbus de Nueva York, centro en
el que permaneció hasta casi el final de la condena. Regresó a su
tierra natal en 1947.
El
atentado de un grupo independentista el 1 de noviembre de 1950 contra
la Casa Blair de Washington (residencia en ese momento del presidente
Harry Truman, por hallarse la Casa Blanca en obras) le llevó nuevamente
a prisión. Durante esta segunda condena, como experimento o con el
simple propósito de causarle la muerte, fue expuesto a radiaciones
radioactivas que mermaron seriamente su salud. El gobernador Luis Muñoz
le concedió el indulto en 1953; Albizu lo rechazó y fue expulsado de la
cárcel. El indulto le fue revocado tras otro atentado nacionalista en
el Congreso estadounidense en marzo de 1954.
En
marzo de 1956 sufrió un ataque cerebral que le paralizó el lado derecho
y le dejó sin habla, a pesar de los cual no recibió asistencia médica
hasta pasados cinco días. En 1964, pocos meses antes de su muerte,
recibió el indulto definitivo. El traslado de su féretro al cementerio
de San Juan se convirtió en una ceremonia de homenaje por parte de
miles de compatriotas.