Actualizado Jueves , 18-03-10 a las 21 : 49
Alejandrina García de las Rivas, de 43 años, caminaba con su marido por las calles del poblado El Roque en Perico Matanzas cuando los paró la policía. Era la una de la tarde del 18 de marzo de 2003 y en ese momento el régimen de Castro detenía a 75 disidentes en la isla, en una trágica jornada conocida como la "Primavera Negra".
El esposo de Alejandrina, Diosdado González Marrero, fue condenado a 20 años de prisión por "actos contra la independencia nacional y la economía de Cuba". Está preso en Pinar del Río, a 400 kilómetros de casa.
"Lo visito todos los meses. Él se encuentra bien y no pierde la esperanza, aunque sabe que están en prisión como moneda de cambio por los espías en EE.UU.", dice Alejandrina en conversación telefónica con ABC.es. Y recuerda: "De las mujeres de los detenidos aquel día, yo fui la única a la que llevaron al calabozo. Me separaron de mi esposo y cuando volví a casa la habían registrado con mi hijo de 19 años dentro y mi hija, de 14, metida en un coche patrulla. Al llegar a las once de la noche, todos los vecinos me estaban esperando".
Alejandrina es una de las más de 50 mujeres que se visten de blanco desde 2003 para pedir la excarcelación de los presos políticos de Cuba. Hoy ha sido un día especial para las Damas de Blanco. Llevan varias jornadas manifestándose ante el pueblo cubano y ante las cámaras de los reporteros de medio mundo. Ayer las empujaron para evitar su protesta. Hoy, a la salida de misa en la Habana Vieja, han podido recorrer los cinco kilómetros que separan la iglesia de la Merced de la casa de Laura Pollán en Centro Habana, donde siempre se reúnen. Hoy era el aniversario de la Primavera Negra. "Como las imágenes de ayer fueron muy fuertes, el gobierno ha querido evitar que volviera a salir en la prensa y la policía ha formado un doble cordón para que no se repitieran los disturbios".
Esta mañana se han vuelto a escuchar los gritos de "¡Viva Fidel!" y "¡Abajo las gusaneras!", pero las dejaron caminar, esperanzadas en su protesta, con los ánimos fortalecidos. "Sentimos que el gobierno está temeroso porque la gente nos tira besos, sale a los balcones a saludarnos. El pueblo se ha solidarizado con nosotras". Además, añade Alejandrina, "los que colaboran con el régimen gritan "viva Fidel", pero no hacen ninguna alusión a Raúl, el presidente. Sentimos que el régimen se está desmoronando porque en las altas esferas hay problemas de corrupción y la economía de Cuba está en un momento muy difícil. Esto no puede sostenerse mucho más tiempo".
Las Damas de Blanco saben que el mundo se ha solidarizado con su causa. "Rezamos por la salud "Coco" Fariñas", en huelga de hambre. Y no dejan de estremecerse al pensar en la muerte de Zapata. "Es un mártir, un patriota que, como nosotras, ha escrito el primer capítulo de la nueva historia de Cuba, del presente de la isla". Alejandrina insiste en que hay un antes y un después de la Primavera Negra del 2003, al fundar el primer movimiento que protesta por la situación de los disidentes encarcelados. Y por si a alguien le queda alguna duda, subraya: "Zapata era un preso político, pero si hubiera sido un preso común también protestaríamos por la lamentable situación que se vive en las cárceles cubanas. Por dejarlo morir, como a tantos otros. Que quede claro: aquí se tortura, se maltrata y se golpea".