Domingo , 28-03-10
ESTEBAN VILLAREJO
MADRID. Lech Walesa todavía mantiene el aura del David que venció a Goliath. Con su insignia en la solapa de la Virgen de Chestokova -como siempre- y con su bigote inconfundible, el ex sindicalista (años 70 y 80), Premio Nobel de la Paz de 1983 y ex presidente polaco (1990-1995) aún no se explica cómo el comunismo perdura aún en Cuba... ¡20 años después de la caída del comunismo en Europa!.
«Lo que pasó en 1989 es increíble por eso todavía no entiendo cómo los cubanos perdieron esa gran oportunidad para derrocar al régimen cubano. No se dieron cuenta de que la caída de la URSS era el momento propicio que esperaban para actuar», explica a los periodistas que indagan en los porqués de la supervivencia política de los Castro.
En la última jornada de un seminario celebrado en Madrid y organizado por su fundación con el objetivo de apoyar a la disidencia cubana -«Europa en Solidaridad con Cuba»-, Walesa lamentó que los políticos europeos se muestran siempre muy tibios a la hora de presionar a la dictadura castrista cuando se encuentran en el poder: «Siempre hablan más decididamente desde la oposición, pero ahí la lucha no es efectiva. Cuando están en el gobierno es cuando hay que presionar. Hay que animar a los gobiernos a intentar conseguir más por las vías oficiales».
Manual por la libertad
En un auditorio, donde atentamente escuchaban disidentes cubanos cual estudiantes escuchan al maestro, Walesa disertó sobre lo que debería ser un supuesto manual de resistencia y lucha por la libertad en Cuba: «1. Son los cubanos los que tienen que dar el paso al frente, nosotros no podemos hacerlo por ellos. 2. Los disidentes tienen que organizar concentraciones solidarias [como las que capitaneó al frente del sindicato Solidarnosc en los astilleros de Gdansk] para mostrar al mundo su unión ante la propaganda comunista-castrista. 3. Elaboración de un programa de transición para Cuba. 4. Compromiso de la comunidad internacional para apoyar el proceso durante un año hasta la celebración de las elecciones democráticas».
Sobre la política del Gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero se mostró decepcionado aunque reconoció que es «muy difícil» tratar con la dictadura castrista» y que «tanto el Gobierno como la oposición tratan de hacer algo».
De lo que no tiene ninguna duda Lech Walesa es de que tarde o temprano el Goliath del castrismo caerá: «El cambio en Cuba es inevitable». Lo que no se atrevió es a pronosticar cuándo. Palabra de un ex electricista que un día hizo de David.