Todos los seres humanos nos movemos dentro de un medio llamado social. Nacemos en el ceno familiar, en el cual nos formamos como sujetos, más o menos, autónomos, para después proyectarnos como sujetos sociales autónomos y participativos. Y se alude al sentido “más o menos”, porque ningún ser animal es totalmente autónomo o independiente; cuando somos bebes recién nacido dependemos de los cuidos de nuestra madre, y cuando somos grandes de la interdependencia social y nacional.
Decir en este caso, que nacional viene de nación y nación de nacer, donde hemos nacido. Y toda nación responsable, como una madre responsable, tiene la obligación de velar por sus ciudadanos. Se puede decir, entonces, que posiblemente la política se convierte en una ciencia social cuando se descubre el sentido de servicio social. Pero hay una clara diferencia entre servicio social y servicio individual, como servicio social con servicio a “clanes”. El debate de la ciencia política está precisamente enraizado en dicho polos muy opuestos entre sí; a saber, grupos ideológicos apuestan por los grupos privilegiados, que son una especie de clanes modernos, y los que apuestan por el servicio social. Los que apuestan por el servicio social apuestan porque la madre patria, la nación, sea responsable para con su “hijos”, mientras que aquellos quienes apuestan por los grupos privilegiados solo buscan sus propios intereses, los cuales van en contra de los de las grandes mayoría o intereses sociales.
De estos diferentes intereses surgen los conflictos políticos. Pero dicho conflictos políticos se vuelven complejos porque se llenan de matices que confunden a la población sobre todo a la gente común. Así, sabemos que los grupos que defienden a unos pocos privilegiados nos hablan con argumentos, tan bonitos como “superficiales”, estos son tales como la “libertad” o la autosuficiencia.
Los seres humanos tenemos una autonomía limitada, y la misma es limitada porque todos dependemos de los demás. Por ejemplo, un comerciante, no puede vivir del comercio sin sus clientes, es decir, sin compradores. Los compradores por su parte, no podrían disfrutar de ciertos productos, sin el trabajo del comerciante.
Lo mismo se puede decir de un trabajo. Hay ciertos tipos de trabajo que para realizarse debe de haber una cooperación entre un determinado grupo de trabajadores. La construcción de un complejo edificio, por ejemplo, seria imposible sin el trabajo bien organizado y coordinado de varios obreros. Un complejo y bien organizado laboratorio científico, seria imposible que logre descubrimientos importantes sin la estrecha colaboración de todos los científicos implicados en el mismo.
En todo caso, hoy miramos que tan importante es la familia para un ser humano, como su entorno social, que es la rueda en torno a la cual girara el resto de su vida. Y es que la familia es un vinculo de hermandad sanguíneo, y la sociedad un vinculo de hermandad social.
Y de estos aspectos sociales surgen, por decirlo así, los conflictos políticos. Conflictos que modernamente están clasificados en: Izquierda y Derecha. La derecha postula la propiedad privada como símbolo de su lucha e ideología, y por ende, apuestan por defender los intereses de unos pocos, de un clan, dentro de la nación. La Izquierda por su parta postula la propiedad pública, donde la nación sea como una madre responsable para con todos sus nacionales, conciudadanos.