Laritza Diversent
Félix López, es un periodista del Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Odia a los que intentan convertir “un medio estatal” en “propiedad privada”, del que se corrompe para autoincrementarse el salario y de los ineficientes que en vez de prestar un servicio por el que cobran, actúan como si nos estuvieran haciendo un favor.
Aborrece a los taxistas que apagan el taxímetro y arreglan el precio de la carrera; a los funcionarios que por dinero agilizan los trámites; al técnico de refrigeración que no atiende los reportes de roturas de los equipos de la población. En otras palabras, el no soporta la ilegalidad, la corrupción y la ineficiencia en la prestación de los servicios.
Para el periodista, estos males, florecieron bajo la nueva significación, que adquirió el término “lucha” en el periodo especial. ¿Será que ese tiempo terminó? Recuerdo bien, aunque yo tenía solo nueva años, que la dirigencia histórica decreto su entrada, luego de dos décadas, aun no lo declara por terminado.
Según él, hay cosas que andan mal a nuestro alrededor, por obra y gracia de la impunidad, la permisividad y la tolerancia. Opina que la crítica situación económica, no justifica que se ensanche la ilegalidad. Moraleja, los problemas sociales que afectan a la población se resuelven con mano dura.
Se niega a pensar, que es difícil recuperar los valores, el amor por el trabajo, “el respeto sagrado a los recursos del estado” y la calidad en la prestación de servicios. Tal vez a este periodista, el salario le alcance para pagar la electricidad, los equipos, el precio del transporte público, etc. Quizás los productos racionados de la libreta de abastecimiento le sean suficientes para alimentarse él y su familia, si la tiene. Me imagino que puede prescindir perfectamente de las demandas del mercado negro. Posiblemente, de su sueldo le quede para vestirse.
Se me olvidaba, los periodistas oficiales, constituyen uno de los sectores que tiene la posibilidad de viajar al extranjero. Privilegio que no tenemos el resto de los cubanos. Lo único que tiene que hacer es taparse los ojos y los oídos, para no pensar y repetir como papagayos, las consignas de los dirigentes, dueños del diario en el que escriben.
Para nadie es un secreto que esos viajecitos reportan ingresos adicionales y muchas otras ventajas económicas. Seguramente por eso se da el lujo de afirmar, que su opinión es una reproducción del debate social entre los vecinos; la pesquisa de un cubano decente que sentencia al ladrón, el indolente o el burócrata.
En esas condiciones, pueden darse el lujo de juzgar y sentenciar a ese taxista, a ese funcionario estatal, a ese técnico en refrigeración, de inescrupulosos, oportunistas y delincuentes; sin analizar las condiciones que los rodean y los motivos que lo llevan realizar esas conductas. Tal vez sus vecinos no tengan que transgredir la ley para vivir el día a día y sostener a su familia.
Tal vez Félix no se ha puesto a pensar que el aumento de la ilegalidad, es por el exceso de prohibiciones que ha impuesto un Estado, aun teniendo todos los medios a su alcance, y exigiendo el respeto sagrado a los recursos, que una vez dijo era del pueblo, es completamente incapaz de solventar las necesidades sociales.
Es fácil mirar solo una cara de la moneda. Desconocer los instintos básicos de los seres humanos y calificar de depredadores, y ahora también pichones que esperan con la boca abierta la comida de papá Estado, a los que sudan a diario e inventan de todo, para subsistir a la perpetua crisis económica.
http://jurisconsultocuba.wordpress.com/2010/02/17/una-sola-cara-de-la-moneda/