EN SU CUMBRE CLIMÁTICA
El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró este martes que la
comida transgénica es la responsable de las "desviaciones" de los
hombres hacia la homosexualidad y, además, de la calvicie en Europa.
En la inauguración de la cumbre social que celebra en su país para
discutir sobre el cambio climático, Evo Morales cargó contra los
transgénicos y también habló de los perjuicios a la salud causados por
la Coca Cola, la patata holandesa, los medicamentos y los plásticos. El
mandatario defendió sus ideas afirmando que no eran inventos sino
información probada y, en algunos casos, como el de Coca Cola, fruto de
sus propias vivencias.
Empezó hablando de los pollos, pues según el presidente boliviano,
las aves de granja engordadas con hormonas femeninas tienen
consecuencias en quien las consume: "Está cargado de hormonas
femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen
desviaciones en su ser como hombres", espetó Morales, provocando la
risa de los miles de asistentes.
También agregó que, por culpa de los pollos y del ganado vacuno
criado con hormonas, las niñas desarrollan prematuramente el busto.
Como no podía ser de otra forma Evo predica con el ejemplo: desde que
conoce esa información, aseguró, el mandatario rechaza los pollos de
granja para alimentarse exclusivamente con animales "criollos".
Respecto de las consecuencias de esos alimentos en la calvicie Evo
es muy pesimista y profetizó que "en cincuenta años todo el mundo será
calvo", aunque parece que centra el problema en el viejo continente:
"La calvicie, que parece normal, es una enfermedad en Europa, casi
todos son calvos. Y es por las cosas que comen. Mientras, en los
pueblos indígenas no hay calvos, porque comemos otras cosas", aseguró
Morales, que además puso como ejemplo su abundante cabellera, pese a
sus cincuenta años.
Patatas y Coca Cola
Siguió su ataque con una defensa nacionalista de patatal: criticó a
los tubérculos holandeses que, según Morales, a pesar de ser "grandes y
hermosas", tiene hormonas de pescado, lo que hace que no sirvan para
comer bien. Por el contrario, "nuestra papa originaria está
satanizada", protestó. Además, recordó que las diversas variantes de
patatas locales se comen incluso con cáscara, a diferencia de la
especie holandesa que, según dijo, en su cubierta tiene el "veneno"
concentrado y debe pelarse.
También atacó al más famoso de los refrescos: "Todos tomamos
Coca-Cola, lamentablemente", dijo para luego contar que en Bolivia es
común que los fontaneros la usen para desatascar las tuberías:
"Imagínense qué químico tendrá la Coca Cola", comentó para, acto
seguido, contar una anécdota de los años 90, cuando bebió varios vasos
quedando muy afectado en su salud, mientras que sus compañeros de mesa
ingirieron mucha "chicha" (bebida fermentada de maíz que embriaga) sin
problemas. ¿Tendrá la Coca Cola la culpa de lo suyo?.
También criticó los medicamentos occidentales que, según Morales,
curan un mal pero provocan dos más y cuestionó los daños ambientales
causados por el plástico frente al tradicional plato boliviano de barro
cocido.
En resumen, toda una muestra de la innegable modernidad de la nueva izquierda iberoamericana.
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