En un reciente artículo el académico cubano Esteban Morales, publicado en la página digital de la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), señala que la contrarrevolución más peligrosa en Cuba, incluso más que la disidencia, o más que la conocida bloguera Yoani Sánchez, es la corrupción de gente que tiene poder en el gobierno, quienes han sido nombrados en puestos de gran importancia como el manejo asuntos económicos relacionados con importación o exportación de bienes de consumo.
La corrupción se ha acumulado en años recientes en Cuba, mencionado por el mismo estaban Morales y no por ningún organismo del “Imperio norteamericano ni siquiera por la CIA” ni por los “gusanos de Miami” como le gusta decir al gobierno cubano.
En marzo de 2009 Raúl Castro por orden de Fidel Castro hizo una purga, como fue el caso de la salida inmediata del ministro de relaciones exteriores Felipe Pérez Roque y Carlos Lage. Este último había ejercido durante años las funciones de una especie de primer ministro y hombre de confianza de Fidel y Raúl Castro. Esos dos altos funcionarios fueron encontrados culpables por la justicia cubana, justicia que decide el Consejo de Estado cubano donde ahora Raúl Castro es el presidente de todos los poderes pero siempre pidiéndole la última opinión a su hermano. Lapidaria sentencia para esos dos altos funcionario que públicamente escribió Fidel Castro: “La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno. El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos”.
¿Se le puede aplicar a Marambio las mismas palabras que escribió Fidel Castro para purgar a Roque y Lage: “La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno”?
Firmaron ambos, Roque y Lage, su renuncia a todos los cargos. Cartas que eran idénticamente parecidas. Lo mismo que una auto confesión al más estilo estalinista. Las causas de su destitución fue “por intentar abrir una brecha generacional, aprovechando la cuota de poder que ya tenían en el partido comunista cubano y la facilidad que le permitían sus cargos oficiales para moverse dentro del mundo político a nivel mundial y dado la circunstancia de que los hermanos Castro ya son ancianos, tenían aspiraciones para ser los próximos a controlar el Consejo de Estado y de Gobierno.”
O sea, en Cuba no hay un sistema jurídico independiente porque las decisiones penales se toman en un día por el Consejo de Estado y se aplican inmediatamente. En el momento que hay una purga, los culpables son eliminados al instante. O relegados a lugares que la prensa cubana jamás revelará. O castigados en ocupaciones bastante menores a las que tuvieron privilegio previamente en instituciones de gobierno. Jamás se ha sabido donde están Roque y Lage en estos momentos en la isla. Para caso de “peligrosos disidentes contrarrevolucionarios”, estos son enviados a cárceles desconocidas como ocurrió durante “la primavera negra” en 2003.
En 1999 fue destituido otro ministro de Relaciones exteriores, el entonces joven Roberto Robaina González quien había seguido una exitosa carrera como dirigente juvenil de las juventudes comunistas. Pero perdió el favor de Fidel Castro. “Expulsado deshonrosamente del gobernante Partido Comunista por irregularidades que algunos militantes no vacilaban en calificar de delito o de infidelidad y traición al presidente Fidel Castro.”
Luego en “la primavera negra” donde enviaron a la cárcel por opinar distinto a 75 disidentes. 25 escritores y periodistas permanecen aún encarcelados. Fusilado un hombre negro, Lorenzo Enrique Copello, el 11 de abril de 2003 que intentó tomarse una lancha con una pistola de palo para huir de Cuba. Fue condenado en un día y al amanecer fue ajusticiado sin que su madre supiera la sentencia que con la velocidad de luz le había aplicado a su hijo el Consejo de Estado.
En este momento La Contraloría General de la República en Cuba realizará cerca de 750 auditorías al azar entre el 19 de abril y el 22 de mayo, dijo la funcionaria cubana Gladys María Bejarano. No sólo eso sino que ella declaró: “El fenómeno de la corrupción en Cuba es muy complejo…el delito es nocivo, desmoraliza a las personas…establecer el orden y la disciplina requiere de una estrategia de prevención y para ello elevar la ejemplaridad de los que administran es un elemento clave”. O sea que en Cuba hay un extenso mercado negro o informal que se nutre de los desvíos, o robos, que los trabajadores y administradores realizan —en mayor o menor medida— en sus centros de trabajo.
La misma Yoani Sánchez complementa lo que aquella funcionaria del gobierno cubano dijo. Dice ella en su blog. “No concibo una jornada sin zambullirme en el mercado negro para comprar huevos, aceite o salsa de tomate. Incluso para adquirir un cucurucho de maní, debo pasar la línea de la ilegalidad. Si estoy urgida de llegar a algún lugar, lo más probable es que tenga que montarme en un taxi sin licencia. Ni hablar de la amplia gama de trabajadores underground a los tengo que apelar cuando se rompe la lavadora, se tupe la hornilla del gas o la ducha deja de funcionar. Todos ellos -en la sombra- apuntalan mí día a día y suplen los limitados servicios que brinda el Estado.”
Si hay corrupción en un gobierno socialista, revolucionario, como dicen los mismos que están en el poder, no es culpa entonces del “imperialismo norteamericano” sino que esa revolución se está cayendo sola a un abismo como lo sugiere el académico cubano Esteban Morales: “la verdadera fuerza contrarrevolucionaria en Cuba, al parecer, no está abajo, sino arriba, en los propios niveles del gobierno y del aparato estatal…Formada por los corruptos, ya no de poca monta, que se van descubriendo, en altísimos cargos y con fuertes conexiones personales, internas y externas, generadas por decenas de años ocupando las mismas posiciones de poder”.
Queda claro que en Cuba la corrupción atraviesa toda la sociedad. Del momento que hay un extenso mercado negro en Cuba donde todo se compra en moneda convertible (los cuc) estamos bajo una corrupción generalizada. Incluso la popular página en internet http://www.revolico.com/ vende en Cuba los más diversos productos clandestinamente en pesos convertibles. Allí los que venden únicamente dan como señas un email o un número de teléfono. La cantidad de gente que hace este mercado underground, ilegal, es tan incontrolable que el gobierno cubano no puede pararlo. Por eso las medidas que comienzan ahora a tomarse en declaraciones de la funcionaria Gladys María Bejarano.
Cuando un país no tiene un base productiva fuerte o la economía es un desastre, y cuando existe un apartheid de doble moneda, ganar en pesos cubanos y comprar lo mejor en pesos convertibles, la corrupción se dispara a niveles incontrolables como es el caso cubano. Ahora ¿cómo se explica que hasta la fecha 2000 médicos cubanos han huido de Venezuela? ¿Son ellos corruptos o simplemente desencantados con la revolución que sume al país en una inédita corrupción?
¿Hay que entender lo que ocurrió con la muerte de la mano derecha de Max Marambio en Cuba, y sus negocios siendo ahora investigado por el gobierno de la isla, también como otra manifestación de corrupción? ¿De ganancias ilícitas no por un funcionario de gobierno cubano sino por un admirador extranjero de la revolución? ¿El que negando lo que Marx criticaba de la plusvalía capitalista, él mismo Marambio sin embargo sacó plusvalía para su provecho a costa de trabajadores cubanos? ¿Se le puede aplicar a Marambio las mismas palabras que escribió Fidel Castro para purgar a Roque y Lage: “La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno”?
http://www.elmostrador.cl/opinion/2010/04/24/la-corrupcion-en-cuba/