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General: CUBA:LA VERDADERA HISTORIA DE LA NARANJA
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De: Rene Gomes (Mensaje original) |
Enviado: 08/05/2010 15:42 |
Esto es para que no hagan mas cuentos de caminos…..tantas reformas
castristas , tantas curitas de mercurocromo, tantas mentiras una encima
de la otra, tanto arar en el mar para llegar a 51 años antes,… antes
de que “ellos ” hubieran metido sus garras atrofiantes en la economía
cubana. Ahora Haití tendrá tractores del ALBA y los campesinos cubanos yuntas de bueyes y gracias.
Los comercios estatales de productos del agro vendieron naranjas el 22
de enero y el público se acumuló para comprarlas. Rara vez las traen y
tanto éstas como las de los agro mercados son secas, con poco jugo.
Según el público, las frutas las cosechan verdes y las abandonan
durante días amontonadas a la vera del camino durante días al sol hasta
que las recoge el transporte o se pudren. En el transporte las estiban
en forma que provoca se estropeen más por el camino.
Un viejo me explica, lo que he escuchado a muchos:”Antes de Fidel
Castro el comerciante ajustaba la compra con el guajiro – campesino – y
mandaba el camionero en la fecha exacta, el camionero alquilaba o era
comerciante.
El Gobierno prohibió el comercio y se cogió pa’él comercio y camiones –
los comerciantes son delincuentes perseguidos – desde entonces comenzó
la escasez, se pudre más de lo que se transporta, pierden todos, no
quieren sembrar o siembran obligados lo que les manda sembrar el
Gobierno sirva o no para ello la tierra, se disparó la burocracia que
estorba trabajar, el robo y los abusos con los trabajadores y los
compradores.
Fidel Castro obligó a los guajiros a meterse en cooperativas que jamás
funcionaron, en granjas estatales que funcionan menos y todas dan
pérdidas y mandó a tumbar las arboledas de frutales que rodeaban las
casas de donde sacó a los campesinos y que marcaban sus sitios desde
tiempos de los abuelos, tumbó arboles de mangos de cien años, matas de
anón, ciruelos, mamey – !que es árbol que demora 30 años en “parir”! –
fructificar – !acabó con las frutas en La Habana! ?Quién va a sembrar
piñas pa’que se las aplasten en el camión si no se las dejan podrir a
la vera del camino ?
Terminan los guajiros dedicándose a cultivos de subsistencia y siembran
los productos que duran más y se venden caros como el ajo y los
frijoles, pero también esos están escasos. Los camioneros estibaban los
frutos en canastas, los plátanos en camadas cubiertos por hojas de
plátano para conservarlos frescos.
Los canastos se rompieron de viejos y hace años que llenan el camión
con plátanos o lo que sea, expuestos al sol, no se molestan en
cubrirlos con hojas; los estibadores viajan sentados encima de la
carga, caminan por arriba pisoteando la fruta, si no hay canastas la
sacan con palas como si fuera carbón.
Hace años que las frutas no tienen olor, uno olvidó el perfume de las
naranjas, el limón con jugo y el sabor del plátano fresco, los plátanos
no tienen sabor parece que uno mascara agua, el habanero que tenga
menos de 28 años de edad ignora esos olores y sabores , y encima, como
los cosechan antes de tiempo, para poder venderlos los maduran
inyectándoles una sustancia química; eso es un peligro para la salud,
que advirtió hace varios años un artículo del periódico Juventud
Rebelde, pero nada, siguen inyectando igual las frutas porque no les
importa que cojamos quién sabe qué cáncer o enfermedad.
En las épocas de peor crisis en Cuba, como la de los años 30 abundaron
las frutas y siempre costaron centavos, la red de comerciantes las
compraba, la traían a los mercados, de allí las vendían a los puestos y
a los carretilleros que pregonaban sus frutas por la calle.
Abundaban dulces de frutas hechos en fábricas y el gobierno no hacia
ningún discurso sobre aumentar la producción agrícola y la eficiencia.
Ahora, !no hay ni aunque tengas dinero! y no sé cuanto costaba el
caviar en 1959, pero apuesto a que ahora la libra de boniatos con
bichos es más cara.”
Al tomar la foto del puesto de “productos agrícolas” de Princesa y
Marqués de La Torre, Luyanó, un transeúnte de unos treinta años se
apartó con pánico, encogido, repitiéndome : “!No! !Yo no quiero
problemas! !Yo no quiero que me saquen en video por canal de afuera!
!Echa pa’llá!”- fotofobia no a la luz, sino a la cámara.
No hay “jama”- comida – como dijo el borrachito Pánfilo, pero si abunda la represión
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De: Rene Gomes (Mensaje original) |
Enviado: 08/05/2010 10:42 |
Esto es para que no hagan mas cuentos de caminos…..tantas reformas
castristas , tantas curitas de mercurocromo, tantas mentiras una encima
de la otra, tanto arar en el mar para llegar a 51 años antes,… antes
de que “ellos ” hubieran metido sus garras atrofiantes en la economía
cubana. Ahora Haití tendrá tractores del ALBA y los campesinos cubanos yuntas de bueyes y gracias.
Los comercios estatales de productos del agro vendieron naranjas el 22
de enero y el público se acumuló para comprarlas. Rara vez las traen y
tanto éstas como las de los agro mercados son secas, con poco jugo.
Según el público, las frutas las cosechan verdes y las abandonan
durante días amontonadas a la vera del camino durante días al sol hasta
que las recoge el transporte o se pudren. En el transporte las estiban
en forma que provoca se estropeen más por el camino.
Un viejo me explica, lo que he escuchado a muchos:”Antes de Fidel
Castro el comerciante ajustaba la compra con el guajiro – campesino – y
mandaba el camionero en la fecha exacta, el camionero alquilaba o era
comerciante.
El Gobierno prohibió el comercio y se cogió pa’él comercio y camiones –
los comerciantes son delincuentes perseguidos – desde entonces comenzó
la escasez, se pudre más de lo que se transporta, pierden todos, no
quieren sembrar o siembran obligados lo que les manda sembrar el
Gobierno sirva o no para ello la tierra, se disparó la burocracia que
estorba trabajar, el robo y los abusos con los trabajadores y los
compradores.
Fidel Castro obligó a los guajiros a meterse en cooperativas que jamás
funcionaron, en granjas estatales que funcionan menos y todas dan
pérdidas y mandó a tumbar las arboledas de frutales que rodeaban las
casas de donde sacó a los campesinos y que marcaban sus sitios desde
tiempos de los abuelos, tumbó arboles de mangos de cien años, matas de
anón, ciruelos, mamey – !que es árbol que demora 30 años en “parir”! –
fructificar – !acabó con las frutas en La Habana! ?Quién va a sembrar
piñas pa’que se las aplasten en el camión si no se las dejan podrir a
la vera del camino ?
Terminan los guajiros dedicándose a cultivos de subsistencia y siembran
los productos que duran más y se venden caros como el ajo y los
frijoles, pero también esos están escasos. Los camioneros estibaban los
frutos en canastas, los plátanos en camadas cubiertos por hojas de
plátano para conservarlos frescos.
Los canastos se rompieron de viejos y hace años que llenan el camión
con plátanos o lo que sea, expuestos al sol, no se molestan en
cubrirlos con hojas; los estibadores viajan sentados encima de la
carga, caminan por arriba pisoteando la fruta, si no hay canastas la
sacan con palas como si fuera carbón.
Hace años que las frutas no tienen olor, uno olvidó el perfume de las
naranjas, el limón con jugo y el sabor del plátano fresco, los plátanos
no tienen sabor parece que uno mascara agua, el habanero que tenga
menos de 28 años de edad ignora esos olores y sabores , y encima, como
los cosechan antes de tiempo, para poder venderlos los maduran
inyectándoles una sustancia química; eso es un peligro para la salud,
que advirtió hace varios años un artículo del periódico Juventud
Rebelde, pero nada, siguen inyectando igual las frutas porque no les
importa que cojamos quién sabe qué cáncer o enfermedad.
En las épocas de peor crisis en Cuba, como la de los años 30 abundaron
las frutas y siempre costaron centavos, la red de comerciantes las
compraba, la traían a los mercados, de allí las vendían a los puestos y
a los carretilleros que pregonaban sus frutas por la calle.
Abundaban dulces de frutas hechos en fábricas y el gobierno no hacia
ningún discurso sobre aumentar la producción agrícola y la eficiencia.
Ahora, !no hay ni aunque tengas dinero! y no sé cuanto costaba el
caviar en 1959, pero apuesto a que ahora la libra de boniatos con
bichos es más cara.”
Al tomar la foto del puesto de “productos agrícolas” de Princesa y
Marqués de La Torre, Luyanó, un transeúnte de unos treinta años se
apartó con pánico, encogido, repitiéndome : “!No! !Yo no quiero
problemas! !Yo no quiero que me saquen en video por canal de afuera!
!Echa pa’llá!”- fotofobia no a la luz, sino a la cámara.
No hay “jama”- comida – como dijo el borrachito Pánfilo, pero si abunda la represión
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